XIX

15 1 0
                                    

Cuando Scarlett despertó, nadie más excepto ella se encontraba en su habitación.

De igual forma el aroma de Ben inundo sus fosas nasales, y al instante la nostalgia la inundo, la presión en su pecho era muy grande y el nudo en su garganta era demasiado fuerte, pero aún así logró controlarse, debía dejar de llorar debido a que ella tenía planeado salir del castillo y dar ella misma la noticia al pueblo sobre la muerte de su padre, no podía dejar que unos simples rumores enteraran a todo el pueblo de una noticia tan importante.

Se miró en el enorme espejo frente a su cama y observó como todo su maquillaje había sido estropeado debido a las saladas lágrimas, se dirigió al baño y lavó su rostro con agua helada y bajó sin maquillaje alguno que ocultara las  pecas de su rostro blanco.

-Es hora- dijo la princesa a sus subordinados que yacían en la estancia del castillo esperándola.

Toda la servidumbre y ambos guardianes se pusieron de pie he hicieron una reverencia rápida, Scarlett seguía vistiendo el vestido negro que estaba roto en la parte del abdomen debido a la daga falsa.

-Es osada mi pregunta princesa, pero me veo obligado a hacerla- habló Jeff-. ¿Es hora de qué?

-Iré a las afueras del castillo, las criaturas de la noche se encuentran arremolinadas en los páramos, necesito ir a informarles la noticia, no puedo dejar que este acontecimiento sea informado por simples rumores debido a la visita de los jinetes.

-Pero, es peligroso.

-Lo era con mi padre, pero él ya no esta más aquí. Es tiempo de un reinado distinto.

Nadie sabía a lo que se enfrentaba la princesa o los pensamientos que pasaban por su mente, a comparación de su padre, ella no era un libro abierto, sino uno sellado con siete candados, y cada llave estaba enterrada en la verdad de sus más oscuros secretos.

Del otro lado de los páramos del castillo Sutton se encontraba una chica de cabello negro azulado, su rostro estaba totalmente cubierto por una larga túnica azul aterciopelada, y llevaba puesto un traje completo de cuero negro.

Aquella chica representaba un enorme secreto del padre de Scarlett, y ahora que el rey Yilian no estaba para alejarla del círculo real estaba dispuesta a reclamar lo que era suyo a toda costa. Su belleza era similar a la de Scarlett, pero su aura era mucho más oscura, y su corazón estaba frío como un iceberg, la sabiduría de aquella chica no era tan grande como la de Scarlett, de hecho no se podía siquiera comparar, sin embargo su deseo de venganza era monumental.

¿De qué sirve tener deseos de venganza si no se es sabio?

La chica sabía muy bien lo que debía hacer y como atacar, ella sabía que Ben era una herida reciente que aún no se había cerrado por completo, una debilidad totalmente fatal para Scarlett.

Por otro lado la chica de cabello azul tenía muchas más debilidades.

-La buscan su majestad- indicó uno de los guardias reales del castillo.

La princesa no pregunto hacerca del paradero de aquel ser, y a decir verdad le importaba muy poco, por su cabeza pasó que serían algún representante de los yilians en busca de respuestas acerca de los rumores y solo se limitó a decir:-Déjenlo pasar.

Scarlett no tenía idea de quien se trataba, aún no había sido coronada como reina y ya todos dentro del castillo la trataban como tal desde mucho antes que su padre muriera, la servidumbre la veía desde siempre como una salvación para el reino oscuro, una puerta abierta para terminar con la esclavitud y terminar con las infames leyes Verginals que habían sido impuestas sin democracia alguna.

Los Monarquistas no estaban de acuerdo con que una yilian de diecinueve años tomará el mando total de un reino tan grande, y pronto comenzarían las revueltas.

Si Scarlett muriera, en el peor de los casos, lana tomaría el control del reino, y habría aún más disturbios debido a que lana es mitad yilian y mitad banshee.

El sonido del tacón de las largas botas negras de la chica de cabello azul se aproximaban hacia la princesa, quien se encontraba de espaldas hacia la inmensa puerta principal del castillo.

-Vaya, si que es grande- dijo la chica peliazul-.¿Dónde esta mi habitación?

Al escuchar esa pregunta, tanto la servidumbre como la princesa y sus guardianes se giraron para observar mejor a la osada.

-¿Y tú quién eres?Digo, debes ser alguien realmente importante como para hacer tan descarada y sinvergüenza  pregunta- dijo jeff indignado.

-Muestra tu rostro- ordenó Scarlett. A lo cual la chica peliazul obedeció sin objeciones.

-Lamento el atrevimiento, dejen me presente. Mi nombre es Adalia, tercera hija del rey yilian. Y he venido a reclamar lo que es mió.

-¿Una hija ilegitima?- preguntó Rubén-. De cualquier forma, sea cierto o no, tú no tienes derecho alguno en el círculo real ya que eres una hija fuera del matrimonio real.

-Callá- dijo Scarlett hacia Rubén-. ¿Y qué es tuyo querida?

-El trono.

Scarlett rió burlonamente.

-Por favor, estamos de luto. Es de mal gusto hacer bromas de mal gusto en un momento así.

-Ya quisieras que sea una broma de mal gusto.

-No tienes derecho alguno de estar en este castillo- objetó Jeff.

-¿Disculpa, me estás echando del castillo? ¿Qué dirían los Verginals al saber que la princesa no le ha dado alojamiento a su media hermana ?

Como el Fénix  #Wattys2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora