09

23.3K 1K 311
                                    


Marylise

Mis ojos pesan demasiado y siento que mi cabeza explotará en cualquier momento. Tengo demasiado sueño, no he podido dormir anoche. El estar pensando en lo que pasó ayer ha hecho estragos en mí. Quisiera poder olvidarlo por un momento, pero cada vez que lo intento los recuerdos vienen a mí y me golpean de lleno.

El recordar lo que sentía cuando me tocaba, el repasar en mi mente la sensación tan placentera que experimenté ayer, es tan...

–¿Qué opina al respecto, Marylise?– La voz de la profesora me saca de mis cavilaciones.

Pego un brinco al escuchar mi nombre y levanto rápidamente la cabeza de la mesa de mi asiento. Miro a la profesora y ésta me devuelve una mirada de pocos amigos.

–¿Perdón?– Digo, tratando de que repita su pregunta.

–Le pregunto, que si qué opina sobre lo que acabo de decir...– Repite, con voz y mirada retadora. Trago duro al observar a mi alrededor y notar que todas las miradas de mis compañeros están puestas en mí.

No he escuchado ni una sola palabra de lo que ha dicho desde que entré a su clase. He estado tan distraída que no he puesto ni un poco de atención a lo que dice. Supongo que decir la verdad es mucho mejor que inventar algo en estos casos.

–Lo siento..., estaba un poco distraída– Murmuro, formando una mueca de disculpa en mi boca.

–Mhmm..., de eso ya me di cuenta– Menciona, con ese tono de voz molesto. –Procure prestar atención a la clase, no a otras cosas señorita Bernand– Dice, en señal de advertencia. Asiento con la cabeza sólo porque no sé qué decir y ella se dirige a la clase en general para continuar–: Les decía que, Dalton propuso la teoría del átomo, en la cual proponía que...

La profesora siguió hablando de átomos y moléculas pero yo no tenía cabeza para escucharla y poner atención a la clase. Generalmente me gusta ésta asignatura y si pongo atención a todo, pero ahora se me hace una tarea imposible con tantas cosas en mi cabeza.

Por primera vez me alegro de que las clases hayan acabado. Ya anhelo terminar con todo esto..., ya analicé la situación y creo que esto es la mejor opción.

No puedo aceptar a lo que me propuso porque simplemente esto no está bien. Podríamos meternos en muchísimos problemas si se llega a saber algo. No quiero arriesgarme a ser tratada y catalogada como alguien quien no soy yo. No quiero que él vaya a la cárcel. No quiero arriesgarme a que todo esto pase. Es mejor que rompa todo lazo con él..., entre más pronto mejor.

Salgo de la escuela y me encuentro con que él me está esperando ya. Se encuentra de pie recargando su peso en su auto, observando su móvil en sus manos, por lo que no se percata de mi presencia.

Camino hacia él hasta quedar justo enfrente, es entonces cuando nota que estoy allí y aparta su mirada de su móvil para dirigirla a mí. Una sonrisa torcida aparece en su boca al verme, lo que me hace sentir algo extraño dentro de mí.

Él guarda su móvil en su bolsillo antes de acercarse a la puerta del copiloto para abrirla. Me toma unos segundos reaccionar, pero después entro al auto.

Pensé que no abriría la puerta para mí como lo hizo hace dos días cuando estaba Dalila aquí. Pero, si lo hizo.

A los pocos segundos de haber entrado yo, él también lo hace pero del lado del conductor.

Hace rugir el motor y pone en marcha el auto, saliendo del lugar.

–¿Cómo te fue hoy?– Pregunta, rompiendo el silencio que se había creado en el ambiente.

Teach me math, baby » H.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora