Teach me math, baby » H.S

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Marylise

No sé qué hacer. No quiero hacer eso que me pidió. Es muy embarazoso e incómodo para mí. Nunca lo he hecho, ni siquiera tengo una idea concreta de cómo hacerlo.

¿Por qué me lo pidió? ¿Por qué lo hizo si sabe perfectamente que no quiero hacerlo?

Quizá fue por eso, quizá fue porque quería "castigarme" por haber ensuciado mi boca con esas palabras, como él dijo. No debí de haberlo dicho. Si no se me hubiese escapado ahora ya sabría lo que se siente llegar a ese lugar al que prometió llevarme y no tendría que descubrirlo por mí misma.

¿Cómo se sentirá estar ahí?
Él dijo que me gustaría. Aunque aún no sé muy bien a qué se refiere exactamente, supongo que se sentirá bien llegar hasta ahí, que él me haga llegar hasta ahí, no hacerlo por mi propia cuenta. Pero, siendo sincera, estoy ansiosa por llegar al final y saber lo que se siente.

Él ya lo ha hecho tres veces, ya me ha dejado así tres veces, se ha detenido por una cosa o por otra y me deja con las ganas de más. Sé que esto se escucha y se ve mal, pero no me importa, yo sólo quiero que termine y ya no se detenga. Yo sólo quiero llegar al final.

Desvío mi mirada hacia él. Observo como tiene toda su concentración en el camino mientras sus manos se mantienen fijas en el volante.

Sus manos...

Como quisiera que me tocara ahora mismo... No, no creo que sea prudente mientras está conduciendo, podríamos causar un accidente.

Pero, puede aparcar en algún lugar y hacerlo, ¿no? No, lo no creo. No creo que lo haga, aparte de que no sabría cómo pedírselo.

Suelto una inspiración profunda y aparto mi mirada de sus manos, tratando de dejar de pensar en ello. Pero aunque lo intento, no puedo. Me intriga el cómo sus manos son tan grandes.

¿Por qué de repente el ambiente se torna caluroso?... Es extraño.
Observo mis manos y noto que estas son muy pequeñas. Las de él son grandes y las mías no..., de seguro se sentirá diferente cuando me toque yo a cuando me toca él. No se sentirá igual...

No quiero que se sienta diferente, quiero sentir más de lo que he sentido, no menos.
Aún ni siquiera sé cómo empezar. Dijo que hiciera lo que él hacía, pero no creo que pueda.

¿Cómo se supone que lo haré si ni siquiera sé cómo empezar?

Él ya lo ha hecho ¿no?..., ya se ha..., eso. Es obvio que lo ha hecho. Cuando me dijo que si me quedaba en su casa escucharía mi nombre mientras él estaba en el baño, sé con certeza que se refería a eso que quiere que yo haga.

¿En qué me he metido?

—Qué bueno que tu mamá aún no llega, pequeña— Dice, sacándome de mi ensimismamiento—.  Si no, esto terminaría antes de empezar...

Me toma unos segundos reaccionar y darme cuenta que ya estamos frente a mi casa.

Quisiera que hubiese durado más el trayecto. No quiero llegar a mi casa aún porque entonces tendré que hacer lo que me pidió y aun no quiero hacerlo. No estoy lista para hacer eso.

Espera..., no es necesario que lo haga. Él no se dará cuenta si lo hago o no. Él no colocó en mi una cámara mientras dormía la otra vez y tampoco creo que suba hasta la ventana de mi habitación para ver lo que hago.
Podría no hacerlo y él no se daría cuenta de nada.

—¿Harás lo que te pedí?— Inquiere, haciendo que salga de mis cavilaciones.

Tengo que decirle que sí, aunque no vaya a hacerlo. De igual forma, él no se dará cuenta..., ¿o si?