40

12.8K 602 312
                                    

Marylise.

No sé exactamente cuánto llevo despierta, de lo que sí estoy segura es que han pasado un par de minutos ya, un tiempo considerable.

Cuando desperté, intenté levantarme de la cama pero no podía moverme siquiera. Nos encontramos en la superficie acolchada sobre nuestros costados, él tiene una pierna en medio de las mías y yo tengo una encima de su cuerpo, envolviéndolo. Sus brazos, uno sirviéndome de almohada y el otro rodeando mi cintura, acercándome a su pecho, me envuelven en un cálido abrazo que logra aprisionarme.

Me he quedado aquí todo ese tiempo, observándolo dormir plácidamente. He notado que hasta dormido frunce su ceño y hace muecas, no tengo ni idea qué esté soñando, pero las veces que lo he visto dormir hace eso. También noto que se mueve mucho, me abraza con fuerzas, me suelta, vuelve a tomarme, coloca sus manos en distintas partes de mi cuerpo, se queda un rato ahí y a los minutos, vuelve a abrazarme con fuerzas. No sé a qué se deba tampoco, pero me gusta que lo haga.

De pronto, Harry hace un movimiento brusco, sacándome de mi ensimismamiento. Suelta un quejido que se asemeja a un gruñido y estira su cuerpo un poco, lo que me dice que ya despertó o está por despertar. Deja escapar un suspiro y echa su cabeza hacia atrás segundos después; rápidamente, cierro mis ojos –dejándolos ligeramente abiertos para poder ver– y me quedo quieta. Con mis ojos ligeramente entreabiertos puedo observar lo que hace. Su ceño sigue fruncido mientras sus ojos se acostumbran a la luz de la habitación. Noto que me mira con detenimiento, escaneando mi rostro por completo; momentos después, desvía su mirada a nuestros cuerpos hasta detenerse en nuestras piernas entrelazadas tapadas por las mantas. Vuelve su mirada a mí y sigue observándome, antes de hacer una mueca y soltar un bostezo. Exhala el aire de sus pulmones lentamente y cierra sus ojos, para finalmente acurrucarse cerca de mi rostro –muy cerca– y quedarse ahí un rato.

Abro mis ojos una vez que veo que él no lo hace y hasta entonces me permito sonreír. Me encantan estos momentos a su lado.

Harry aprieta sus labios y abre sus ojos lentamente. Yo, tan rápido como puedo, los cierro, entreabriéndolos como antes casi al instante. Vuelve a bostezar y gruñir, parpadeando un par de veces, antes de acercarse un poco más a mí. Sube su mano que se encontraba en mi cintura hasta mi rostro y barre un mechón de mi cabello que lo tapaba un poco, colocándolo detrás de mi oreja. Desliza el dorso de su dedo hasta mi mejilla y la acaricia un poco. Las comisuras de sus labios se curvan en una sonrisa en ese momento. Intento quedarme quieta, mientras observo cómo se acerca más a mí y estira sus labios hasta mi frente para depositar un beso en ella. Se queda ahí por un largo rato, y yo no sé qué hacer. No sé si moverme o quedarme quieta, no sé si decir algo o quedarme callada.

Coloca su barbilla encima de mi cabeza y vuelve a rodearme con su brazo a mi cintura. Hasta ese entonces abro los ojos, ya que él no puede verme y enterarse que he estado despierta desde mucho antes.

Ese beso en mi frente y su sonrisa al verme me tomó por sorpresa. Debo admitir que sentí algo cálido en mi pecho al ver su cariñoso gesto. No sé a qué se debió o por qué lo hizo, pero se sintió bien.

A los pocos segundos, deja escapar el aire retenido por su boca en un suspiro pesado y vuelve a echar su cabeza hacia atrás para mirarme. Yo, como antes, entreabro mis ojos; no quiero que me descubra.

Me mira de nuevo con detenimiento, observando y deteniéndose en cada curva de mi rostro; casi al instante, un atisbo de sonrisa se figura en las comisuras de su boca. Acerca sus labios a mi frente y planta un beso ahí, uno en mi mejilla derecha y otro más en mi nariz. Trato de aguantar el cosquilleo que me produjo su beso pero no puedo soportarlo, así que termino por fruncir mi nariz. Y me maldigo internamente por ello.

Teach me math, baby » H.SWhere stories live. Discover now