15

20.3K 858 750
                                    


Marylise.

Después de todo, mi mamá si me dejó ir. Luego de haber cenado, le llamó a la mamá de Dalila, quien le confirmó que ella nos llevaría al cine y que, una vez terminada la película, nos dejaría en nuestras respectivas casas; tal cómo yo le había dicho. Mi mamá terminó por aceptar y finalmente me dijo que si podía ir, con la condición de que llegara temprano a casa y que si se me hacía tarde por cualquier motivo, le llamase para estar al tanto.

Se me hizo un poco exagerado el control absoluto que quiere tener sobre la situación, pero si con eso me dejará ir, supongo que está bien.

En la hora de receso, que fue cuando todos los alumnos estábamos afuera y pude ver a Brent, Dalila me dejó sola con él para irse con Chad. Aunque no quería quedarme a solas con Brent, aproveche ese momento para contarle sobre lo que me dijo mi mamá y, me atrevo a apostar, que nunca lo había visto sonreír tanto.

Es tan lindo cuando sonríe.

Harry también se me muy lindo cuando hace ese gesto. Pero casi nunca sonríe de verdad, la mayoría de sus sonrisas son lascivas o burlescas, lo cual me está cansando un poco sinceramente.

Las clases pasan demasiado rápido para ser sincera, tanto que no me di cuenta que el timbre que escuchaba era de la última clase del día.

Meto mis pertenencias a mi mochila y me dispongo a salir del salón de clases junto con Dali.

Como era de esperarse, vienen primero por mi amiga que por mí. Su mamá se detiene en la acera mientras Dalila se despide y me pregunta de nueva cuenta si quiero que me lleven a mi casa, a lo que yo contesto que no, que Harry vendrá por mí. Ella termina por asentir para después subirse a su auto. Su mamá me hace un gesto con la mano en señal de saludo antes de desaparecer por la carretera.

Ahora sí, estoy sola.

Veo la hora en mi móvil y observo que el reloj marca las 2:12. Suelto un resoplo cansado antes de bloquear el móvil y guardarlo en mi mochila. Si veo la hora a cada segundo, sentiré que el tiempo avanza más lento y eso sólo me desesperará más.

¿Por qué tardará tanto?

Ahora no tengo a alguien con quien hablar mientras espero a Harry. Brent hoy salía temprano y se ofreció a esperarme, pero yo le dije que no, que no hacía falta. No quiero que se quede esperando casi dos horas por mí para estar sólo unos cuantos minutos conmigo..., no sería justo.

Finalmente Harry llega unos cuantos minutos después. Estaciona su auto en la acera y sale de éste mientras yo camino hacia él. Noto cómo observa hacia ambos lados, como si estuviese buscando algo, lo cual me confunde un poco.

–¿Ahora ya no te quedarás hablando con ese amiguito tuyo?– Pregunta, en tono mordaz y seco, una vez que llego.

–Eh..., no, él salió más temprano que yo– Digo, mordiendo el interior de mi mejilla.

–¿Te dejó sola?– Inquiere, con un molesto tono irónico.

–No, yo le dije que no me esperara– Explico, aunque no haga falta.

–Hmm...– Se limita a pronunciar, ahora un poco más serio. No dice nada más, sólo abre la puerta para mí y la cierra una vez que estoy dentro de su auto. Segundos después, él también se encuentra dentro.

Enciende el motor y pone en marcha el auto, el cual avanza por el asfalto para comenzar nuestro camino hasta su casa.

Pasaron varios minutos de total silencio. Él no decía nada y yo no me atrevía a ser la primera en hablar. En todo caso, ¿qué diría?... Mejor me quedé callada.

Teach me math, baby » H.STahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon