Capítulo 11

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Citlalli


Después de que ella me dejara en la casa me quede detrás de la puerta sonriendo a la nada embobada o más bien enamorada de esa chica que me robo el corazón en tan solo un día. Cierro mis ojos recordando los besos y sus caricias, sintiendo el deseo de tenerla conmigo y no separarme de ella.

—¿Dónde estabas Citlalli? — Demanda mi mamá y me saca de mis pensamientos.

—Fui a buscar a Alexandrin a su casa y como no estaba decidí ir a dar una vuelta — Respondo con naturalidad pasando por su lado.

—Estas saliendo mucho — Se cruza de brazos — Deberías hacer más en la casa que estar fuera todo el día — Me detengo y me doy media vuelta — Necesito que me ayudes más en la casa — Solo asiento con la cabeza y subo a mi cuarto para ducharme.

Necesito descansar porque este día estuvo muy cargado de distintas emociones y quiero librarme de algunos sentimientos. Voy directo al baño, mi cuerpo me pide ser atendido, me despojo de mi ropa y abro la ducha regulando la temperatura del agua, me gusta tibia, algo intermedio.

No me demoro mucho ya que mamá me llamará para ayudarle a hacer la cena. Mientras cae el agua sobre mi cuerpo el recuerdo de las manos de Kimberly sobre mí llegaron juntamente con el sueño que tuve antes de que ella irrumpiera mi cuarto. Suspiro y salgo de la ducha.

Tomo mi toalla y la paso por mi cuerpo cubriéndolo, voy al cuarto para ponerme la pijama muy rápido porque presiento que mamá me llamara en cualquier momento. Como toda madre a ella no le gusta que le diga "ya voy" así que me apresuro para estar allí. Bajo las escaleras con una sonrisa en mis labios.

Llego a la cocina para empezar a preparar estofado, mamá está cortando las verduras y me acerco a ayudarla, me lavo las manos, me gusta ser muy cuidadosa con mis manos porque soy muy higiénica, sin darme cuenta me lastimo la herida que me hice con el jarrón que tumbe por accidente en la casa de Alexandrin.

— ¡Auch! — Exclamo con dolor.

— ¿Qué tienes ahí? — Pregunta mi mamá con curiosidad.

— Nada — Trato de ocultar mi herida pero ella es rápida y toma mi brazo haciendo girar mi mano pero cierro mis dedos formando un puño.

Como pudo me abrió mi mano revelando la herida que tenía en la palma, ella me miró con los ojos abierto y comprendo lo que me quería decir en ese momento o más bien que me quería preguntar, negué con la cabeza con tranquilidad para que supiera que no es nada malo pero aun así es mi mamá y ella me conoce bien.

Me lleva hasta el sofá, se sienta frente a mí y le indica a mi hermano que vaya por el botiquín de primeros auxilios, la verdad yo necesitaba ser auxiliada de mi mamá porque su interrogatorio fue muy fuerte.

—Dime la verdad, ¿Dónde estabas? — Pregunta revisando mi herida.

—Ya te dije — No pensaba dar mi brazo a torcer.

Mi hermano llego y ella curó mi herida sin importar las protestas que le daba nunca se detuvo, sino hasta que me limpió la herida, me mordía el labio porque el ardor que sentía era fuerte y los golpes de enojada de mamá que me da en la palma de mi mano con el algodón con alcohol no ayuda en nada.

Mamá nunca consiguió que le explicara cómo me hice eso ni tampoco el lugar correcto donde estuve ni con quien. Hay cosas que deseo ocultar o simplemente tener para mí, sé que a mamá no le gustará tenerme con una chica como mi pareja pero es la que elegí y es la que quiero en mi vida.

Volvimos a hacer la cena, una vez terminada empezamos a comer con tranquilidad aunque sé que ella quiere saber todo lo que me pasó y como me hice esa herida pero no le diré, no hoy, no por los momentos. Quiero que lo que estoy sintiendo sea mío y de nadie más.

Mi amor detrás de una barraWhere stories live. Discover now