Mi amor detrás de una barra

Capítulo 21

Citlalli

En cuanto terminó la llamada quede con la duda de que quien estaba llorando y que es tan importante que no debía atenderme en ese instante, solo me dejó pensativa con respecto a lo que estaba sucediendo con ella, tendré que preguntarle cuando llegue por mí, así no tendrá excusa alguna.

Abro mi whatsapp para revisar bien el mensaje que me dejó y los que ella ignoró por estar pendiente de la persona que estaba llorando.

Calma Citlalli, deja los celos.

Reviso la hora en mi celular y aun falta tres horas exactas para ir a la cita. No sé si tenga lo que me pidió aunque no sé porque me dijo sobre el traje de baño, aun así le obedeceré. Ella todavía no me dice bien para donde vamos ni que vamos a hacer. Mamá me llama para ir a cenar con ellos y voy sin decir nada.

La mesa no estaba puesta así que ayudé a mamá antes de que me mandara a hacerlo, ella está cocinando y mi hermano viendo la tv. Él ayuda a veces, no lo niego. Termino de arreglar la mesa y mamá empieza a servir la comida, llega mi hermano se sienta, luego yo para mí mamá sentarse después.

—Ya sabes que no puedes salir — Dice al servirme la comida.

—Sí, ya lo sé, má — Respondo tratando de no poner mis ojos en blanco.

—Nos quedamos viendo tv, hermanita — Comenta mi hermano con una sonrisa.

—Por supuesto — Fuerzo a mis labios formar una sonrisa.

Cenamos en silencio después de eso, no tenía intención de seguir hablando de un tema que ya estaba solucionado o aclarado en este caso, mamá podía llegar a ser un poco cansona al repetir las cosas. Terminamos y recogí la mesa para lavar los platos, están pasando una serie que me gusta, decido ir a verlo con mi hermano.

Nos reímos hasta que suena el timbre y veo la hora, las 7:00 p.m. frunzo el ceño tratando de pensar quien podría ser. Cuando me decido ir a abrir es mi mamá quien llega primero, tengo miedo de que sea Kim pero no lo es, al recordar que podría llegar en cualquier momento voy a mi habitación sin esperar saber quién es.

Es necesario arreglarme y estar lista antes de que aparezca Kimberly en mi casa y yo ni siquiera me he arreglado. Empiezo a desvestirme para irme a duchar y depilarme toda para ella, si me pidió un traje de baño es porque iremos a bañarnos en una alberga. Alguien toca la puerta de mi cuarto y la invito a pasar.

—Alguien nos regaló estas invitaciones — Me muestra las dos entradas que tiene en su mano.

—¿Son para ti? — Pregunto sin comprender.

—Sí, al parecer alguien quiere que vaya a una presentación... — Lee la entra frunciendo el ceño.

—¿Irás con mi hermano o guardarás la otra entrada para ir mañana también? — Pregunto comprendiendo todo.

Esta es idea de Kimberly, ella sabe que no puedo salir por lo tanto mamá me dejará sola en casa, dejándola a ella con el acceso completo a mi casa y salir por la puerta. Admito que hubiera querido más la ventana que la puerta, aún así amo lo que está haciendo, me demuestra que de una u otra manera me quiere con ella.

Sonrío ante el pensamiento de que ella es capaz de hacer cualquier cosa por estar conmigo. Nunca alguien lo había hecho, Renata nunca lo hizo, siempre le fue imposible llegar a vernos más de dos horas. Ni siquiera intentó algo como esto para vernos. Nunca demostró lo desesperada que estaba por verme, quizás nunca quiso verme.

Tristeza invade mi corazón y la sonrisa se borra de mi rostro dejando paso a los recuerdos con Renata. Trato de evadirlos pero es imposible, elimino uno y llega otro, es como una guerra en mi mente, quiero pensar en Kimberly y lo feliz que soy con ella pero Renata entra y abarca mis pensamientos.