Mi amor detrás de una barra

Capítulo 13

Citlalli

Estaba demasiado nerviosa por lo que pueda pasar más adelante, nunca he estado en esta situación, de estar frente a frente con la madre de alguien para ser aceptada en la familia de alguien más. De hecho, nunca me vi en esto, formar parte de una familia o formar algo serio con alguien.

Kim fue a buscar a su madre dejándome unos pequeños minutos sola para quedarme viendo los hermosos cuadros que hay en la sala, son paisajes que te dejan con la boca abierta, sonrió y se me olvida por un instante mis nervios, me adentro en esos paisajes que siento como si estuviese allí.

El encanto se acaba hasta que oigo unas voces y me regresan a la realidad, empiezo a ponerme muy nerviosa otra vez y más cuando veo entrar a la madre de Kimberly, dejo de escuchar todo a mi alrededor, creo que me sumergí en el mar porque no escucho nada solo las voces distorsionadas que llegan a mis oídos.

Inconscientemente llevo mis dedos a mi boca y comencé a morder mis uñas, odiaba hacerlo pero era inevitable y más cuando estoy bajo los efectos del nerviosismo, Kim se acercó y tomó mi mano para darme seguridad, la cual sin duda alguna sentí. Su madre fue directo al grano y al principio su pregunta me molesto pero que creía que no quería a su hija.

¿No querer a su hija? ¡Pff!

Claro que fui más rápida e ingeniosa pero la verdad mi respuesta fue sacada desde mi corazón y la más sincera que pude para dejarla tranquila, después todo empezó a relajarse y me sentí más en confianza, vi como Kimberly abraza con tanta alegría a su madre, eso me produjo algo tan hermoso dentro de mí que quería llorar de la alegría.

Quedamos en ayudarle con la cena pero antes de irnos Kim me beso de una manera que me dejaba sin aliento y con mucha excitación, quería más como siempre pero se separó y nos reímos como unas niñas pequeñas de sus travesuras, toma mi mano para llevarme a la cocina.

Al lugar donde me gusta estar, ya su madre, mi suegra estaba preparando un rico pollo al horno con mantequilla. ¡Que rico! Enseguida me sentí en confianza por lo cual empecé a ayudarla, estar cocinando me encanta. Creo que por esa parte Kim no debe preocuparse ni su madre.

—¡Vaya sí que eres buena cocinando! — Exclama la madre de Kim — Dime Citlalli, ¿Estudias gastronomía o tomas algún curso? — Me río.

—¡Oh no! No, en casa yo hago la cena o la comida — Sonrío porque eso me causa satisfacción — Es algo que me gusta y para no repetir veo vídeos o busco recetas y le agrego cosas.

—¿No es un estuche de sorpresas mi novia ma? — Pregunta Kim haciendo que me sonroje en ese instante con el comentario de Kim pero me gusta que se sienta orgullosa de mi.

—Bueno Kimberly — Habla su madre — Pon la mesa que está linda chica y yo nos haremos cargo de todo.

—¡Uy! Ahora me la robas madre — Se empieza a reír pero su madre le lanza una mirada de ¡apúrate! y Kim fue a hacerlo, eso me dio risa.

—Bueno esto huele delicioso — Dice la madre de Kim y me quedo mirando un segundo como hace para oler la comida, toda una chef — ¡Umm! ¿Pero qué tomamos?

—¡Oh madre! — Habla entrando a la cocina de nuevo y me río porque su madre dio un saltito — Tenemos una reserva de vino, que te parece sí lo acompañamos con eso aparté la ocasión lo amerita ¿No crees?

—¡Me parece una excelente idea! — Están de acuerdo las dos y me siento contenta de ver como se tratan las dos.

Después de todos los arreglos que hicimos para tener toda la comida servida en la mesa y estar las tres sentadas platicando mientras la madre de Kim servía en los platos, la cena empezó, desde que empezamos a comer sentía que debía decir unas palabras pero no tenía el valor de hacerlo.