Capítulo 35

352 26 2
                                    

Citlalli

Anoche fue extraño ver a Renata con la ex de Kim, realmente es algo que no comprendo, quisiera saber que planean hacer o algo porque ellas dos cerca es peligroso, si es peligroso ser amiga de la ex de tu novia, más dos ex juntas, dolidas y queriendo venganza. Conozco a Renata y ella no es vengativa, ella trata las cosas con claridad y no anda con niñerías.

No he podido concentrarme en ninguna de las clases, el solo pensamiento de ellas dos hablándose o siquiera viéndose me causa terror, no sé qué tanto quiere regresar la de Kim con ella pero lo que percibo es que ella es persistente y no se quedará quieta hasta que logre verme lejos de Kim. Suspiro para entrar a mi última clase del día de hoy, estoy agotada.

Termina la clase y voy con unas compañeras a la cafetería para comprar algunas golosinas para comer en el camino a casa. Salgo de la universidad y escucho el rugir de una moto que conozco bien, me despido de las chicas y camino hacia Kim que está extendiéndome un casco, lo tomo sin decir nada, subo con cuidado para no caerme, me coloco el casco e inmediatamente acelera haciendo que la tome de la cintura más fuerte de lo normal.

Nos llevó por una dirección que no conocía, no sé para donde me quiere llevar pero prefiero esperar. Duramos aproximadamente 45 minutos en llegar a una cabaña vacía con un hermoso lago al final, condujo hacia atrás de la cabaña, tengo miedo que los propietarios salgan con un rifle y tengamos que correr asustadas pero riéndonos por la aventura que nos adentramos.

Apaga la moto, me quito el casco sin bajarme aun, observo cada parte del lugar, es demasiado hermoso, el aire que respiro está libre de toda contaminación, las aves cantan alegres y libres, todo es colorido. Me bajo muy asombrada, más atrás se baja Kimberly y siento su mirada sobre mí, me giro para ver la cabaña, es pequeña pero se ve muy acogedora y hermosa.

—¿Te gusta? — Pregunta Kim.

—¡Wow! ¡Es perfecto! — Digo mirándola a los ojos.

—Lo sé, vengo aquí cuando quiero descansar — Dice mirando el lago.

—¿Es tuyo? — Ella niega con la cabeza.

—No, es de una amiga que... digamos que me deja venir cuando quiero — Sonríe y se quita sus converse.

—¿Qué haces? — Le pregunto un poco asombrada.

—Poniéndome cómoda — Me sonríe de nuevo — ¿No esperas pasar el resto de la tarde aquí vestida así? — Pregunta un poco extrañada.

—No me dijiste para traer la ropa adecuada — Le informo y sonríe.

Camina hacia la puerta y abre la puerta, abro mi boca, niego con la cabeza divertida porque siempre me tiene que sorprender de alguna manera, camino a su lado y le doy un beso en su mejilla, sonríe. Entro mirando detalladamente el lugar y entramos por la cocina, que, por cierto, es hermosa, se siente acogedora. Siento una mano arropar la mía y me da un tirón hacia los cuartos.

—Tengo ropa aquí suficientemente adecuada para la ocasión — Dice abriendo la puerta

—¿Vienes muy seguido aquí? — Ella se ríe divertida.

—Digamos que vivo aquí — Me sorprendo por su respuesta.

—Pero... — Coloca un dedo sobre mis labios.

—Sí, vivo con mamá pero vengo aquí cada vez que me quiero librar de ella — Asiento aún con su dedo encima de mis labios.

Ella hace que mis deseos de ser besada por ella sean muy grandes, se aparta de mí cuando estoy a punto de inclinarme a besarla abre un closet lleno de cosas, me acerco a ella para mirar de cerca lo que me pondré. Elegí un short de jean desgastados y una playera, Kim al verme cambiada me da un asentamiento de aprobación y aparte de eso un beso delicioso.

Mi amor detrás de una barraWhere stories live. Discover now