Capítulo 15

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Citlalli


Por fin, estoy en este lugar donde mi novia...

¡Dios! Se siente tan bien decirle así.

Se mueve con tanta gracia y facilidad, ser barman no es tarea fácil y por lo que veo se necesita mucha práctica y agilidad, estoy toda embelesada viendo los movimientos de Kim. Cuando no hubo mucha gente en la barra se acercó para besarme y como suele ser, nada de besos discretos, jalaba, mordía e incluso metía su lengua en mi cavidad bucal, al principio me dio mucha pena pero la gente parecía que le gustaba porque comenzaban a juntarse.

Comencé a ayudarle a Kim, aunque fuera con tareas sencillas, pasándole un vasos, las bebidas, me explicó que hace un show con un amigo, mezclan, hacen trucos y los clientes les dan más propina, pero que se ausento por unos días porque estaba enfermo, recuerdo al chico, más bien recuerdo perfectamente el día, porque fue el día que conocí a la mujer que cambió mi mundo parada en esa barra, cuando se acercó a decirme.

— Este no es tu ambiente verdad.

De tan sólo recordarlo me sonrojo, es simplemente perfecto, si Kim pudiera sentir todo lo que me hace sentir, mis ojos sólo pueden verla a ella, todo a mi al rededor desaparece, no existe nada más, mi piel se enchina y este corazón comienza a latir como sí fuera a salirse de mi pecho, siento cada parte de mi cuerpo responder a ella, es... simplemente perfecto. También me explicó varios trucos que usa.

—¿Engañas a los clientes? — Pregunto asombrada.

— ¿Qué? No, para nada, sólo son simples trucos, nada del otro mundo, por ejemplo... — Piensa un momento — Ya están un poco borrachos, suelen pedir el té helado Long Island, Adiós o Mongolian, lo que hacemos es servir ron y Coca Cola con algo más. A veces usamos demasiado hielo o agua helada para acentuar el sabor del alcohol, simples trucos que se aprenden con el tiempo.

— ¡PERO LOS ENGAÑAS! ¡Eso no es justo! — Exclamo casi gritando.

— ¡Shh! Calma, ya te dije que son truquitos, calma mi pequeña honesta — Se ríe y me da un beso en la frente.

— ¿Desde cuando llevas haciendo todo esto? — Pregunto aún enojada.

— Sí no mal recuerdo empecé a interesarme cuando tenía 12 y con el tiempo me involucre más, viendo vídeos, leyendo, trabajando aquí en el bar — Señala el lugar y limpia un poco la barra — Pero mi sueño siempre ha sigo participar en la competición Diaego Reserve World Class.

— ¡Wow! Enserio amas hacer esto — Sonrío — ¿Dime de que va la competición?

— Es una de las competiciones más deseadas del mundo que atrae a miles de participantes cada año Comienza hablar — La final del año pasado se llevó a cabo en un crucero de lujo a través del Mediterráneo, 43 finalistas demostraron sus habilidades en rondas de velocidad, sensoriales, capacidad para crear, etc — Me encanta ver como habla con tanto entusiasmo y pasión sobre lo que se nota que ama hacer, es una mujer muy pasional y tan tenaz, en definitiva tengo mucha suerte en haber encontrado una joya como ella.

Con el paso de las horas el sueño me empezó a vencer hasta que me senté en el piso y me quede dormida. Estar en el bar en verdad es muy cansado, no entiendo como Kimberly aguanta tanto. Comienzo a tener mucho calor y excitación, sólo siento unos labios en mi cuello, primero pensé que era un sueño pero cuando escuche su pequeña risa supe que era mi princesa así que me hice la dormida pero la muy traviesa comenzó a dar más besos y lo peor de todo es que eran húmedos y deliciosos hasta que ya no pude y gemí.

Posé mis labios sobre los suyos iniciando una danza de besos interminables pero la madre de Kim nos dijo que ya los fuéramos, que ella llegaría más tarde, sé que tanto a ella como a mí nos urgía llegar, porque muy en el fondo sabía que está sería el día que perdería mi virginidad y estoy totalmente lista porque estoy con la persona que amo, jamás podría arrepentirme.

Mi amor detrás de una barraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora