♛Best Mistake♛||Raura||

VII. ♛

Ross.

2 meses después.

Junio 2014

Había acordado de salir con Courtney a comer a algún lado y aunque hacía un calor bochornoso que le quitaba las ganas a cualquiera de hacer lo que sea, no le podía quedar mal... Pero siendo sincero, realmente lo único que me motivó a salir de la cama fue el que sentía un hambre feroz, no ella.

Courtney era simplemente una buena amiga con la que había salido mucho en estos últimos dos meses y hasta hecho alguna que otra pequeña travesura, lo cual hace que no me extrañe que las personas piensen que sea mi novia. Si, era linda -preciosa, ha decir verdad- y me gustaba, pero por el momento no tenía, ni quería una relación o algún tipo de compromiso... Con nadie.

Terminé de vestirme y antes de salir, me rocié un poco de mi colonia favorita. Tomé mis llaves y mi celular y como no había nadie en casa, sin más, salí asegurando la puerta principal detrás de mi. Subí a mi auto y empecé a conducir por las concurridas calles de Miami. 20 minutos después llegué a casa de Court. Le envié un mensaje por la flojera que me daba bajarme e ir hasta su puerta y ella salió a los pocos segundos. Se veía hermosa, como siempre. Una parte de mi se enamoró de la forma en la que esos pequeños shorts se ajustaban a la perfección a su muy bien formado trasero, y como la corta blusa revelaba una pequeña parte de su trabajado abdomen. Más que hermosa se veía ardiente.

—¿Qué tal, Ross?— Ella entró al auto, sacándome de mis pensamientos.

—Hey, Court.— La salude con un rápido beso en la mejilla. —¿Cómo estas?

—De maravilla.— Volví a manejar, pero ahora sin un rumbo fijo. —¿Y bien, a dónde me vas a llevar, galán?

Comenzamos a discutir entre si ir a un restaurante, ir al centro comercial o si en simple y sencillamente ir al cine. Después de una larga y difícil conversación, optamos por ir a comer a un McDonalds, luego ir a dar la vuelta y al final, si aún nos quedaba tiempo, ir a ver una comedia dramática al cine, la cuál yo no quería ir a ver, obviamente. Me estacioné justamente afuera del gran establecimiento para que por si había algún tipo de problema salir rápido. Ordenamos y nos fuimos a sentar a unos sillones un poco alejados. Seguimos platicando incoherencias y sin darme cuenta, hubo un momento en el que me quedé observándola. Había quedado embobado con la forma en la que se movía y meneaba su cabello y manos al hablar. Tenía ya mucho tiempo de conocerla pero en ningún momento la había visto como hoy lo empezaba a hacer. Sabía que era linda, siempre fue así, pero hoy tenía algo diferente... Tal vez, por primera vez, había notado aquél particular brillo en sus ojos, o simplemente aquella sonrisa que se cargaba.

—¿Ross, me estas escuchando?

—Eh si, si, siempre.—

Para nada.

—Digo, sé que me estas mirando pero no estoy segura de que me estés escuchando...— Negué con la cabeza repetidas veces mientras hacía una mueca. ¿Tan obvio había sido, enserio?

—No, que tu mamá y tu tía...

—Si, y mi unicornio volador.— Soltó entre carcajadas. Siendo sincero, no escuché ni una sola palabra que había salido de esos rosados y regordetes labios.