XIV. ♛

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RL: ¿Ya llegaste?

Aquel mensaje llegó al mismo instante que yo abrí la puerta de mi departamento, casi como si él hubiera estado contando el tiempo. No contesté, no tenía ganas de darle cuerda para que empezara a hablar de la que parecía su nueva novia y de qué era lo que quería la tipa que hizo que se fuera tan precipitadamente. 

Colgué mi bolso al lado de la puerta y sin pensarlo dos veces me tiré encima del sofá a ver televisión. Estuve haciendo zapping durante un buen rato, yendo por los mismos canales una y otra vez hasta que por fin me decidí por la repetición de un programa de comida que normalmente pasaban durante la mañana. Estaban preparando lo que parecía lasaña pero la condenada se veía verde. Sin fiarme mucho, preferí cambiar de canal antes de que me dieran ganas de vomitar. 

Así transcurrió el resto de la tarde, eran las 8:30 cuando levanté mi pesada existencia del cómodo sillón haciéndome camino entre los muebles hasta llegar a la cocina. La verdad era que el sillón era duro como una piedra, probablemente la cosa más incomoda del mundo, pero no tenía pensado comprar uno nuevo en un futuro cercano, se suponía que estaba ahorrando para un auto pero ahora tenía a un pequeñin en camino y no tenía ni idea de que era más urgente para el momento. 

Abrí el refrigerador y saqué una botella de agua junto a una manzana, apenas le iba a dar el primer mordisco cuando el maldito celular comenzó a sonar del otro lado del departamento, aún en mi bolsa. Corrí hacía él para no perder la llamada y contesté al cuarto timbre.

¿Aló?

¿Por qué no contestabas? No tardé más de un segundo en reconocer aquella voz teñida de preocupación. 

Oh, lo siento. Pensé que sí te había contestado.— Patrañas.

¿Entonces?— Instó desesperado al otro lado de la linea.

Si, estoy en casa sana y salva, jefe.— Casi podría jurar que se le había olvidado como respirar puesto que soltó todo el aire de golpe al oír esas palabras. 

Bien. Fue todo lo que dijo cuando una voz le empezó a hablar, rogando por atención al parecer. Sin más, colgó la llamada, dejándome completamente estupefacta por su falta de despedida.

—Qué grosero.— Dije para mi misma mientras miraba la pantalla del celular con el ceño fruncido.

Ross.

Me estaba volviendo loco, los minutos se habían convertido en horas y Laura seguía sin contestarme el condenado mensaje. ¿Qué tal si le pasó algo de camino a casa? Sabía que tenía que haberla llevado yo para asegurarme de que no le pasara nada pero no sé por qué no lo hice. Solo me quedé ahí parado como un imbécil viendo cómo ella se marchaba. 

La verdad es que no pude conseguir calmarme ni siquiera después de que Courtney tratara de distraerme de la única manera que ella sabía como. Por mucho que no me agradara el hecho de que ella era una experta en todo el tema sexual, cabe recalcar que me servía mucho después de un día muy estresante.

No fue hasta que Laura me contestó el teléfono que realmente pude disfrutar a mi novia. Sentía rara la palabra novia si era de la morocha que tenía acurrucada a mi lado a quien me refería. Marano es mi mejor amiga pero todo mundo siempre nos juntó y shippeo dando por hecho que algún día terminaríamos juntos que creo que hasta yo mismo comencé a creerlo, pensando que simplemente aún no era nuestro momento. 

♛Best Mistake♛||Raura||Where stories live. Discover now