XVI. ♛

91 14 1
                                    

—¿Entonces es oficial?— Vanessa preguntó, un poco confundida tras la historia de Courtney y Ross.

—Sip —repuse marcando mucho la P mientras tomaba un trozo de lechuga de mi plato y me lo llevaba a la boca. —Pero está bien. No me afecta.— Ella rió al darse cuenta de mi mentira pero calló segundos después postrando sus grandes ojos en un lugar detrás de mi.

—Parejita melosa a las 12.— Levanté la mirada discretamente tratando de ver hacia atrás de ella pero no vi nada más que una pareja de ancianos felices. —No las tuyas, idiota; ¡las mías!— recibí un manotazo de su parte y tiré una cuchara al suelo a propósito. 

Antes de que dijera algo más, me agaché para poder recoger el objeto y al mismo tiempo ver de quien rayos estaba hablando. Un par de mesas a la izquierda, en un rincón donde no había mucha luz, se encontraban los tortolitos del año. Rourtney. No pude evitar sentirme furiosa al ver como la gata lo manoseaba sin pudor alguno y como él parecía disfrutarlo. ¡Casi creo que se estaban tragando! 

—Qué desagradable — tiré la cuchara con molestia sobre la mesa. —¿Acaso no saben que aquí se viene a comer comida y no personas?— Vanessa no podía dejar de reír tras mi reacción y yo no entendía cuál era la gracia. Estaba con los pelos de punta y a punto de querer sacar las garras, ¿por qué demonios me sentía así?

—Larguémonos antes de que se den cuenta de nuestra presen...— Me vi interrumpida por la llegada de mi querido compañero de trabajo. Lastimosamente.

—¡Hey, chicas!— Saludó demasiado feliz para mi gusto. Giré mi rostro hacia su dirección golpeándome mentalmente al hacerlo, traía la boca roja e hinchada de probablemente tanto besarse con la morocha. Me preguntaba si de casualidad le dolería. 

Antes de que pudiera reaccionar se acercó a ambas para darnos un beso en la mejilla a cada una y vaya que realmente no me lo esperaba. Al instante sentí un poco de asco. Tenía las babas de Courtney por todo mi cachete y casi creo que mi disgusto era tan evidente puesto que Ross me miró extrañado pero no dijo nada. 

—¡Ross, tanto tiempo sin verte!

—Lo mismo digo.— Sonrió enormemente ante mi hermana quien obviamente trataba de distraerlo de mis ganas de vomitar. 

—Es una lastima que ya nos tengamos que ir, ¿verdad, Vanessa?— Asintió levantándose de su silla al mismo tiempo que yo. Pagaríamos directo en caja, no necesitaba seguir torturándome con sus labios rojos como la varicela. 

—¡Hasta luego!— Nos despedimos al mismo tiempo caminando de espaldas torpemente. 

Ross.

—Estas muy distante.— Dijo Courtney dibujando pequeños círculos sobre mi pecho cubierto por la fina camiseta, lanzando escalofríos por todo mi cuerpo. Estábamos en un condenado restaurante y aún así no podía quitármela de encima.

—Claro que no. Sólo he tenido la mente en otras cosas, es todo.— Y en parte era cierto, pero no del todo. No pensaba en cosas, pensaba en alguien.  Y me sentía de la chingada por eso.

—Sabes cuáles son las palabras mágicas para quitarte todo de la cabeza.— Me miró desde abajo a través de sus largas pestañas postizas y me lanzó una sonrisa arrogante y traviesa a la vez. —Podríamos ir al baño por un rapidito.— Reí amargamente considerando su propuesta. No sonaba mal, aparte de que los baños de este lugar estaban en muy buenas condiciones. 

Antes de que pudiera si quiera aceptar o negar, se lanzó contra mi boca, deseosa por más, que yo estaba seguro que no conseguiría ahora. No estaba muy emocionado por el hecho de que en lo único que pensaba era sexo, esta bien que podría ser algo importante pero no todo giraba en torno a eso. Era como si se estuviera muriendo por probar algo y eso me molestaba hasta los cojones. Después de un rato, me separé de sus labios soltando un suspiro de derrota. ¿Qué más da?  Lo había conseguido, me había calentado y uno tiene que hacer lo que tiene que hacer.

—Vamos al baño.— Ella soltó un pequeño grito de emoción y salió corriendo para entrar antes que yo. Le seguí con paso lento, mirando al rededor del restaurante para guardar aunque sea un poco las apariencias cuando mis ojos se posan sobre una castaña cabellera un par de mesas en frente. 

Joder. Me pregunto si nos habrá visto. Indeciso, camino hacia ella con las manos en los bolsillos. Se veía molesta por alguna razón pero al mismo tiempo completamente adorable, y es que así era ella. Siempre se veía bien no importaba qué.


♛Best Mistake♛||Raura||Where stories live. Discover now