XX. ♛

89 13 11
                                    

Me estaba retorciendo por dentro, literalmente podía sentir como mis tripas se movían de un lado a otro o tal vez era el pequeño feto que se creía estar jugando fútbol. Apenas habían pasado 30 minutos y yo ya estaba deseando que la parejita feliz se fuera. Habían puesto una película que la adorable Courtney trajo consigo. La verdad es que era una basura, típica película cliché francesa. Cuando la tortura por fin acabó, mi nueva amiga se sintió como que era hora de convivir y que era ella la que tenía que empezar la plática.

"Y, Laura, ¿tienes novio?" Já, no, pero estoy embarazada del tuyo, ¿qué tal?

"Es complicado." Me limité a decir soltando un muy aguantado suspiro. Me recargué en el sofá individual donde estaba sentada, restandole la mayor importancia para ver si se callaba.

"Oh, ¿y eso?" Condenada metiche que Ross metió a mi casa.  Al ver que no contesté al instante, agregó: "digo, es entendible que no tengas algo estable por el momento, como lo que mi Rossy Puki y yo tenemos." Antes de darme celos, me dieron unas ganas increíbles de reír. Su Rossy Puki. Pero claro, después de eso quise echarla a patadas de mi casa por hacer sus insinuaciones groseras y arrancarle la cabeza por estar con el hombre que era mío pero que aún no lo sabía.

"Si, es una lástima." Contesté rodando los ojos al ver como se le lanzaba encima a Rossi Puki para besarlo. "Iré por algo a la cocina." Murmuré más para mi misma ya que ellos estaban muy ocupados al parecer.

"¡Cuidado, no querrás que esa panza crezca más de lo que ya!" Estúpida, es un bebé, idiota.

Llegué a la cocina y tomé una botella de agua. Di un gran trago y casi me muerdo la lengua al escuchar los rechinidos del sillón acompañados de las risitas chillonas de Courtney, o capaz y seguía siendo el mueble. No había mucha diferencia.

Estaba a metros de distancia y aún así podía escuchar perfectamente sus intercambios de saliva. Me resultaba repugnante e irrespetuoso que Ross haya traído a esa cualquiera con cara de angelito a mi casa sin siquiera avisarme antes. Tal vez me hubiera vestido mejor, pensé al ver mis pants negros, un poco descoloridos, mi blusa de tirantes blanca y, para terminar de regarla, mis Crocs de Bob Esponja. ¿Cómo se atrevía a traer una modelo australiana a mi casa, vestida como si fuera a una entrega de premios con sus botas de tacón y su ridículo abrigo de piel de oso? Tuvieron suerte de que no les cerrara la puerta en la cara al verlos parados enfrente de mi.

Después de lo que pareció una eternidad, los besos por fin cesaron, dándome la oportunidad de regresar a mi sala de estar. Courtney ahora se encontraba sentada encima de él pero gracias al cielo cuando entré no estaban haciendo nada mas que susurrar lo que parecía una pelea. Grítense, golpéense, terminen de una vez por todas. Los dejé terminar su pequeña discusión, tratando de distraerme con lo que mi celular me ofreciera en ese momento pero no podía, me moría por saber qué estaban diciendo.

"¿Sabes qué? Vamos a terminar esto en otro lado." Fue lo único que pude escuchar de parte de Ross antes de que con un ligero empujón se levantaran ambos. Los miré expectante desde mi lugar, esperando a que dijeran algo antes que yo.

"Ya nos vamos." Dijo Rossi tomando por la espalda baja -casi el trasero- a Courtney.

"Oh, que pena. Ojalá se pudieran quedar más tiempo," les regalé mi cara de tristeza más falsa, asegurándome de que se notara, y di un golpe al sillón, levantándome de un salto "pero ni hablar." Caminé por un lado de Ross, no pudiendo evitar posar mi mirada en su brillante cuello, una marca roja, casi morada, yacía sobre su blanco cuello como un cartel. Apuré el paso hacia la puerta, abriéndola de par en par para mis ahora mucho menos queridos invitados.

♛Best Mistake♛||Raura||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora