♛Best Mistake♛||Raura||

XXIII. ♛

"¡Hey, Laura!" Gritó a lo lejos mientras sacudía su mano hacia mi. Rodé los ojos ligeramente siguiendo mi camino como si no lo hubiera visto. "¡Laura!" Volvió a gritar, esta vez acercándose a paso medio. Me tomó del brazo y como acto reflejo me solté bruscamente, causando un ceño fruncido en su linda cara. Cállate.

"¿Todo bien?" Preguntó curioso, me encogí de hombros restándole importancia al igual que él y se aclaró la garganta. "Me preguntaba si querías hacer algo hoy." Lo miré aburrida, esperando porque terminara de hablar para poder irme. No quería estar cerca de él pero por mi naturaleza no podía ser lo suficientemente grosera como para dejarlo con la palabra en la boca. "¿Te parece noche de películas?, digo, mañana tenemos el día libre..." Lo detuve antes de que siguiera con su patético intento de disculpa por la otra noche.

"Ya tengo planes, lo siento." Traté de sacarle la vuelta pero el maldito fue más rápido que yo y me cerró el paso. "Genial." Murmuré entre dientes.

"¿Planes? ¿Con quién?" Su curiosidad era mucho más notable que su estupidez cuando estaba con la zorronga de Courtney.

"Con alguien. Sinceramente no tengo porque darte explicaciones, Ross." Volví a correr al otro lado, con ningún éxito obtenido. "Enserio tengo que irme." Lo empujé levemente con el hombro por fin haciendo que se moviera. Sin más que decir por ninguno de los dos, caminé por el estrecho pasillo hasta quedar fuera de su campo de visión.

Ross.

¿Pero cual es su problema?

Suspiré frustrado caminando en dirección opuesta a la de mi amiga. Estaba prefiriendo salir con alguien, que yo estaba seguro que no merecía de su tiempo, antes que salir conmigo, su mejor amigo que era completamente digno de éste y más.

Salí del estudio después de una media hora de vagar por los pasillos y me dirigí a mi auto. Me sentía más cansado que nunca, por alguna extraña razón. Manejé por las atestadas calles de Miami hasta llegar a mi casa, de la cual estaría despidiéndome dentro de un par de meses. Había estado en busca de un departamento para mi solo, y estaba realmente esperando poder conseguirlo antes de fin de año puesto que después de que A&A llegue a su fin, la banda y yo estaríamos yéndonos de gira antes de darnos cuenta y realmente ya estaba empezando a hartarme de toda la bola de teñidos con los que vivía y compartía escenario. Necesitaba un tiempo para mi mismo antes de quedar atrapado con ellos de nuevo.

15 largos e interminables minutos después, por fin llegué a mi destino. Hice mi camino hacia mi habitación milagrosamente no encontrando a nadie. Me deshice de mis botas de una patada y de mi camisa de un rápido movimiento. Lancé mi pesado cuerpo sobre la cama, tratando ferozmente de conciliar el sueño, pero me resultaba imposible con tantas cosas rondando por mi cabeza. No podía quitarme la idea de Laura con alguien más, trataba de convencerme a mí mismo una y otra vez que ella no saldría de la comodidad de su casa y que tal vez lo único que quería era una noche para ella sola. Aunque ahora pensándolo bien, no estaba seguro si el hecho de que ella no quisiera estar conmigo era mejor que el que ella estuviera con otro hombre. Nada cuadraba dentro de mi mente, ella con alguien más era imposible, siempre que algo así se me ocurría, raramente era yo el que estaba con ella. No podía imaginarla al lado de un tipo cualquiera, entre sus brazos o encima de él, justamente como aquella vez, ahora innombrable.

Habían pasado dos horas, y yo seguía sin poder agarrar el sueño por culpa de Laura y sus planes. Llevaba rato viendo la tele, haciendo zapping sin éxito alguno, no había nada de mi agrado. Mi celular comenzó a sonar con desesperación y lo cogí al darme cuenta de que no tenían pensado dejar de molestar. Sin mirar antes el número, contesté con brusquedad.