XXXI. ♛

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Ross.

'¡Ni cuenta te darías de que tiene un mes de embarazo! Eres la mujer de mi vida.' Publiqué junto con una foto de Courtney en su última sesión para GQ en Instagram.

Habían pasado dos semanas desde la ultima vez que vi a Laura en el hospital. Le dije una infinidad de cosas de las que hoy me arrepiento, ella no merecía que la tratara así. Tampoco le he dirigido la palabra a Calum, en estos momentos él está muerto para mi. Él sabía que yo estaba empezando a ver a Laura con otros ojos y a él le vino importando un carajo. Pues espero que por lo menos se haga cargo de su criatura.

En cambio, con Courtney las cosas han fluido mejor que antes, parece que el tener un bebé realmente nos está haciendo bien. Siento que estamos madurando, nada más con decir que las cosas ya las formalizamos, ahora somos una pareja hecha y derecha. La verdad es, que mi corazón se rompió en mil pedazos cuando descubrí lo de Laura y Calum, pero esta bien, la vida me está dando ahora a mi la oportunidad de formar una familia, puede y no es con la mujer que a mi me gustaría pero puedo hacer que las cosas funcionen.

"Ross, vámonos, llegaremos tarde a la cita con el doctor." Courtney me apresuró mientras bajaba las escaleras a pasos rápidos. Solté el celular y saqué las llaves de mi de auto de mi bolsillo. Abrí la puerta del apartamento y salí detrás de mi novia.

Wow, eso sí que suena raro.

Bajamos en el ascensor hasta llegar al sótano donde se encontraba mi carro, nos adentramos y emprendimos camino al ginecólogo. El camino empezó tranquilo, la música sonaba en la radio a un volumen decente y ninguno de los dos emitía algún sonido aparte de leves tarareos.

"Te iba a decir, tenemos que empezar a buscar un lugar para vivir." Soltó ella como si de escoger la cena se tratara.

"¿Qué?" Al parecer esto venía en las letras pequeñas.

"Pues si, ¿qué creías? Tampoco es como si fuéramos a vivir en la calle."

"No es eso, es solo que... yo no tenía pensado irnos a vivir juntos." Sus ojos marrones se abrieron como platos, no podía creerse lo que acababa de decir.

"¡¿Cómo?! ¡¿Estás loco?! Ni de broma dejaré que mi bebé crezca sin un padre."

"Eso no tiene nada que ver, obviamente me haré cargo del niño sólo que no veo que sea necesario irme a vivir contigo."

"Oh no, guapo. Por mi cuenta corre que te vengas porque si no lo haces tú no ves a este niño nunca." Espetó lo más furiosa que alguna vez la había visto. No podía creer lo que estaba diciendo pero preferí dejarlo por la paz y seguir conduciendo en silencio. Como quiera falta mucho tiempo para que nazca el bebé.

Laura.

"Entonces, ¿ya quieren saber el sexo del bebé?" Preguntó el Dr Michaels con una leve sonrisa. Raini estaba dando pequeños saltos de lo emocionada que estaba por saber si sería niño o niña, y yo... la verdad yo no estaba segura de si quería saber. El doctor me había dicho que podía saber desde los 4 meses, pero cada vez que preguntaba yo me negaba con un rotundo no. Y esto era porque sentía que en el momento que supiera el sexo del bebé todo sería más real, no habría marcha atrás. 6 meses después y todavía no puedo caer en cuenta de que realmente estoy embarazada, de que esto realmente me está pasando a mi, a una pequeña e indefensa chica de 18 años.

"No, todavía no, gracias." Repuse y Raini dejó su emoción de lado instantáneamente.

El doctor asintió comprensivo e imprimió una foto del feto que estaba formándose dentro de mi utero. Cada mes me dan la misma fotografía y cada mes lo único que veo es un fondo negro con rayas grises. Me limpié el estómago con una toalla de papel y me acomodé la ropa para poder levantarme. Agradecimos al doctor y salimos en silencio de su consultorio.

"Sigo sin entender que tiene de malo que sepas el sexo del bebé. ¿En serio no te da ni un poco de curiosidad? ¿Cómo sabrás como decorar su habitación o qué tipo de ropa comprarle o de que color será la carreola y la pañalera?"

"No necesito saber el sexo para todo eso, existen los colores neutros. Su habitación será blanca, le compraré ropita de colores pasteles, al igual que la pañalera y la carreola será negra." Se detuvo en seco para mirarme con tristeza e incredulidad. "¿Qué sucede?" Pregunté.

"Parece que no, pero realmente tienes todo bajo control." No supe si sentirme ofendida o halagada ante eso, así que preferí lo segundo.

"Puede que no termine de digerirlo y puede que tenga miedo, pero créeme que esto es lo único que me quita el sueño por las noches." Raini asintió mientras enroscaba su brazo con el mío.

Estábamos atravesando la recepción de la inmensa clínica cuando la puerta se abrió, dándole paso a quienes menos quisiera encontrarme ahí. Ross y Courtney venían sujetados de la mano adentrándose al único lugar que yo sentía que todavía era mío y nada más. Sentí mi sangre arder, ¿es que no había más ginecólogos en todo Los Ángeles?, tenía claro que para Courtney parecía que sólo existía lo que yo quería o tenía.

Ella y yo éramos tan distintas en tantos aspectos, no la conocía, pero se notaba fácilmente con solo mirarnos, sin contar el hecho de que siempre terminábamos en las mismas situaciones, con las mismas personas y en los mismos lugares. La detestaba, me estaba quitando todo, poco a poco.

Ross y yo hicimos contacto visual en el momento en el que pisó dentro. Pude notar rápidamente como su mandíbula se tensaba y sus ojos se volvían indiferentes. No pasaron ni dos segundos cuando apartó la mirada, buscando posarla en cualquier lado menos en mi. Courtney no se había percatado de nuestra presencia hasta que Ross la jaló con él hacia la recepcionista. Primero me miró como si no se lo creyera pero después de eso pude ver como en su rostro se posaba una sonrisa maquiavélica. Esta vez, ella estiró de la correa y caminó con paso decidido hacia nosotras.

"Vaya, vaya, pero mira quienes están aquí. ¿Dónde está el papá de Baby Calum?" Dijo aún sin borrar su sonrisa y abriendo los ojos más de lo necesario.

"Metete en tus asuntos." Raini se apresuró a contestar lanzando dagas con los ojos.

"Tu cállate que no estoy hablando contigo."

"Vámonos." Gruñó Ross.

"Pero si tu siempre eras el que quería que conviviera más con tus amigos." Estúpida. Él simplemente la miró y ella pareció ceder. "Esta bien, como quiera ya nos tenemos que ir, tenemos cita con el ginecólogo." Mi cara se descompuso ante tus palabras tan alegres y arrogantes al mismo tiempo. No podía con este ser tan insoportable. "Hasta luego, me saludas al papi." No dije nada y esta vez fue mi turno para jalar a mi acompañante fuera de aquella habitación que parecía hacerse más pequeña con los segundos.

Por fin llegamos al automóvil de Raini y no pude evitar cerrar la puerta del copiloto de golpe. Estaba furiosa. Furiosa con Ross por ser un idiota, con Courtney por hacerme sentir tan mal, con la vida por ponerme en este tipo de situaciones... conmigo, por ser una mentirosa, una cobarde y una idiota. Sin previo aviso, las lágrimas comenzaron a rodar por mis mejillas. Raini detuvo el auto de golpe, ni siquiera me enteré de cuándo lo había puesto en marcha.

"Mi vida apesta. Siento que no puedo dejar de arruinarme yo sola, me estoy ahogando en un mar del que no puedo salir." Raini no dijo nada, simplemente me sujetó entre sus brazos por lo que pareció una eternidad hasta que por fin dejé de llorar.

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⏰ Last updated: May 13, 2019 ⏰

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♛Best Mistake♛||Raura||Where stories live. Discover now