♛Best Mistake♛||Raura||

XXVI. ♛

Ross.

"¿Qué te sucede?" Le pregunté al ver lo desaliñada que estaba. Era muy rara la vez que ella se encontraba así, y normalmente era porque algo malo había pasado. Sabía que si hacia una pregunta estúpida como '¿estás bien?', me sacaría a patadas de su casa porque era obvio que no lo estaba.

"No me sucede nada." Trató de negarlo descaradamente mientras removía un mechón de cabello que había caído sobre su rostro.

"No engañas a nadie. Mucho menos a mi." Mi mirada se suavizó intensamente al ver a través de ella, ella no estaba bien.

"¿Cómo es que me conoces tanto, pero a la vez no conoces nada de mi?" Susurró más para ella pero pude escucharla perfectamente.

"¿A qué te refieres?" Me atreví a preguntar.

"Nada." Suspiró. "Ando un poco sentimental, es todo." Pero yo sabía que no era todo. Estábamos parados en medio de la sala de estar, solo a unos pasos de distancia. Sin importarme nada, terminé con los escasos metros entre nosotros y llegué hasta ella sin darle tiempo de reaccionar y mucho menos la oportunidad de moverse.

"Sabes que puedes decirme lo que sea. A pesar de todo, somos mejores amigos, ¿no?" Acuné su rostro entre mis manos, obligándola a mirarme. Esos ojos tan penetrantes se aguaron y pude ver toda la lucha que había detrás de ellos. Estaba intentando tan duro por no llorar pero le fue imposible, realmente solo fue cuestión de segundos para que las lágrimas comenzaran a correr desesperadamente por sus mejillas. No tardó en rodearme con sus pequeños brazos en un apretado gesto, haciendo que mi corazón se rompiera un poquito más con cada segundo que pasaba. Quería a esta mujer con todo mi ser, y mi tremenda necesidad de ser orgulloso no hizo nada más que jugar con mi cabeza y sentimientos todo este tiempo.

"Lo siento." Gritó silenciosamente mientras enterraba su rostro en mi pecho, restregando sus lagrimas por toda mi camiseta. No me importó y la sujeté con fuerza, acariciando su larga melena a la vez que depositaba leves besos en su coronilla. No sabía qué demonios le sucedía, pero algo en mí me decía que nadie más que yo y solo yo tenía la culpa.  "Enserio lo lamento, Ross." Seguía sin entender por qué no paraba de disculparse, ella no había hecho nada malo. No está en su persona.

"Tranquila, Lau." Susurré con mis labios aún apretados contra su cabello. "No hay por qué disculparse." Laura siguió sollozando, sin soltarme en ningún momento. Estuvimos en la misma posición por lo más parecido a una eternidad, pero realmente no me importaba. Ella por fin estaba comenzando a tranquilizarse y no quería ser la razón por la que rompiera en llanto de nuevo. "¿Quieres recostarte?" Pregunté dulcemente tratando de no exaltarla por mi repentino comentario. Ella solo asintió y me soltó lentamente, caminó mientras se secaba las lagrimas escaleras arriba y no supe si ir detrás de ella o irme y dejar de molestarla.

"¿Vienes?" Musitó desde las escaleras como si hubiera podido haber leído mi mente. Le dediqué una leve sonrisa y caminé hacia la puerta. Frunció el ceño y le puse seguro a la entrada. "Realmente creí que te ibas a ir." Ahora yo caminé hacia ella, le sonreí y deposité mi mano en su espalda.

"No te desharás de mi tan fácilmente." Guiñé el ojo juguetonamente y subimos hasta su habitación.

Ella caminó con pies pesados en dirección a su cama y se sentó sobre está soltando un fuerte suspiro. Rápidamente recordé una famosa frase, demasiado cliché para mi gusto, pero lo suficientemente útil como para tal vez hacerla escupir la sopa de que era aquello por lo que tanto se disculpaba previamente,

"Sabes, dicen que cada suspiro es un aire que te sobra por alguien que te falta." Sus mirada se posó en mi pero no dijo nada. "O también es que estás harta del mundo y de la existencia del idiota que está parado frente a ti."

"Tengo un secreto." Susurró.

"Esta bien. Todos tenemos secretos, no tienes que sentirte mal por no compartir cada detalle de tu vida."

"El problema es que este secreto es... enorme. Es algo que no debería seguir ocultando pero que de igual manera no hallo como decirlo."

Laura.

Realmente no tengo idea de qué está sucediendo o de que rayos está pasando por la cabeza de Ross, pero honestamente está siendo la persona más dulce del universo en este mismo instante y esto no me da ganas de nada más que de tirarme encima de él y besarlo y abrazarlo hasta quedarme sin fuerzas.

Ahora me encontraba más confundida que nunca. Ross es increíble, es el paquete completo y me siento una tonta por dejar que alguien más que no lo merece esté con él.

Por más que intente negarlo día y noche, enserio me gusta Ross. He hablado un millón de veces de lo guapo que es y de los celos que me dan de Courtney, pero nunca lo había admitido hasta este momento. Estaba vuelta loca por este rubio oxigenado que casualmente era el padre de mi hijo o hija por nacer.

Rebusqué dentro de mi cabeza las palabras adecuadas para comenzar con mi infinita y complicada historia de por qué Ross no tenía ni idea de la existencia de aquella criatura. Podía mentir y decir que no sabía, dado que aún ahora con mis casi 6 meses de embarazo, no los aparentaba en nada.

"Creo que lo mejor es que te sientes." Comencé, dando pequeños golpecitos a un lado mío sobre la cama. Él hizo caso y me miró expectante. "Supongo que no hay una forma sencilla de decir esto."

"Vamos, confía en mi. Sea lo que sea estaré aquí." Tomó mi mano entre las suyas y me dedicó una leve sonrisa. Dios santo, era tan lindo.

Mi corazón comenzó a palpitar más rápido que nunca, mi estómago parecía dar vueltas dentro de mi y todo mi al rededor estaba a empezando a tornarse negro. Mi visión se distorsionó pero aún tenía la mirada fija en Ross y lo único que podía distinguir con claridad era su ceño frunciéndose, transformado todo su rostro en confusión, preocupación y miedo. Veía sus labios moverse sin cesar, repitiendo lo que creía que era mi nombre una y otra vez pero no lograba escucharlo. ¿Qué me estaba pasando? Me pregunté a mi misma antes de perder la noción del tiempo y el conocimiento.

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1/3
¡Feliz navidad y próspero año nuevo!
No falta mucho para el final de esta novela, comenten y voten:)
¡Muestren su amor!