Filofobia (Camren-Jauren-Shawmila)

Capítulo 7

-Lo, esto es maravilloso. -la morena miraba con ternura el parque luminoso. Le tuvo que haber tomado todo el día preparar aquello. Se arrojó a los brazos de su novia. -gracias, gracias -susurraba mientras besaba cada centímetro del rostro pálido de su chica -me encanta, no sabes cuanto.

-Me alegra que te guste, Camz. Tenía miedo de que fuera demasiado o no te gustara.

-¿Estas loca? -Camila tomó la barbilla de Lauren -¿Cómo no me iba a gustar?

Se dirigieron a la pequeña mesa que la chica de ojos verdes había dispuesto bajo un árbol sin hojas. La morena recordó el día de su primer beso. En aquel entonces el árbol estaba en su máximo esplendor. Ahora, con el paso del tiempo, sus hojas se habían caído. Muchos dirían que se veía deprimente, pero Lauren había logrado hacer de ello algo mágico, como lo había hecho con la vida de la morena misma.

Cenar un platillo que Camila amaba: Spaghetti con bananas. A decir verdad, Lauren había pasado demasiado tiempo con ella, que se había acostumbrado al sabor de aquella peculiar combinación.

-¡Esta riquisimo!

-Es cierto -dijo la chica de ojos verdes. -Ally realmente se lució esta vez.

-Ally siempre se luce. -Camila no podía dejar de sonreír. - y eso que no le gusta cocinar, a menos que sean pasteles, o galletas.

Una vez terminada la comida, empezaron a hablar de sus vidas antes de Fifth Harmony, antes de x-factor, antes de conocerse, antes de enamorarse. A ambas les gustaba saber como eran antes de todo aquello, especialmente a Lauren, quien no podía reprimir el deseo de haber conocido antes a la morena. Habría dado cualquier cosa por verla de pequeña, ver como iba dejando atrás sus rasgos aniñados dándole paso a unos propios de la chica hermosa que era ahora. Un sentimiento parecido al enojo aparecía cada vez que recordaba que sólo vivían a 15 minutos una de la otra. No podía creer que, en cualquier momento ella pudo cruzarse con Camila y no habría sabido lo maravillosa que era, o que llegaría a ser su vida entera. Por un lado habría querido conocerla sin toda esta tensión de la fama, pero por otro lado agradecía que las cosas hubieran pasado como pasaron, porque ¿habría podido reconocer que aquella chica era el amor de su vida?

Lauren se levantó. Corrió hacia el árbol luminoso y recogió un paquete pequeño del que la morena no se había percatado.

-Toma, Camz

-¿Qué es? -Camila estaba, cuando menos, muy confundida. Ya era demasiado todo lo que había hecho para que encima le diera otro regalo.

-Sé muy bien que, de las dos, la más celosa aquí soy yo -la chica de ojos verdes bajó tímidamente la mirada. -pero también sé que hay veces en las que tu dudas de mi amor por ti, así que te hice esto.

Camila miró el paquete que Lauren le tendía.

-Lo, ya me has dado muchas cosas, de verdad.

-Callate y abrelo.

La morena río levemente, agarró el paquete y rompió la envoltura. Dentro había una especie de portarretrato decorado con fotos suyas y de su novia con algunos corazones brillantes pequeños. En el lugar donde se supone debería ir la foto había un espejo y en la parte superior e inferior se leía:

"Esta es la chica más hermosa que mis ojos han visto. Esta es la chica a la que amo y a la que siempre amaré"

La morena vio a través de su reflejo como sus ojos se llenaban de lágrimas. Estaba conmovida por el regalo de su novia, era la cosa más linda que alguien alguna vez podría darle, Camila sabía que amaba a Lauren, y se había prometido que nunca la defraudaría, el problema era que lo había hecho.