Filofobia (Camren-Jauren-Shawmila)

Capítulo 45

Justin había amanecido en una cama vacía. La habitación, ahora únicamente con su presencia, se sentía grande, fría y solitaria sin Lauren ahí. Era tarde, quizá poco antes del medio día.

Justin intentó ignorar la punzada en su pecho cuando cayó en cuenta de que no sabría cómo sería amanecer y ver aquellos hermosos ojos esmeralda que tanto lo traían loco; como se vería Lauren con su cabello oscuro desplomado sobre las blancas almohadas, su voz ronca diciendo "buenos días", sus cuerpos uniéndose en un necesitado, cálido abrazo.

Había planeado hacerle el desayuno, quizá despertarla dandole besos por todo el rostro, cualquier cosa para que Lauren no creyera que todo había sido solo sexo. Con ella jamás podría serlo.

Salió de la habitación en busca de señales de vida. Todos parecían haberse ido a altas horas de la madrugada, muchos quizá tendrían resaca o los cuerpos adoloridos.

Se sorprendió, cuando entró en la cocina, de encontrar a Lauren absorta completamente en cocinar. Llevaba unos jeans negros y una de las playeras de Justin. El chico sonrió como idiota. Podía ver su hermoso perfil, su ceño arrugado en concentración, sus labios frunciendose de vez cuando y sus ojos... ¿Ligeramente rojos y llorosos?

Carraspeó.

— Buenos días — dijo — ¿Y las chicas?

— Durmieron en el camper — contestó sin mirarlo —, pero vinieron a ver si estaba bien. Camila vino por ellas.

— Oh. ¿Tuviste oportunidad de hablar con ella? Sé que las cosas están tensas entre ustedes.

Vio el gesto de Lauren endurecerse y se preguntó qué había pasado.

— Se puede decir que arreglamos las cosas.

El silencio cayó sobre ellos de manera incómoda. Justin no sabía cómo sacar el tema de la noche anterior a colación. ¿Y si había regresado con Camila?

- Entonces... ¿Amaneciste bien?

- Me duele la cabeza - le dijo -, siento que va a explotar en cualquier instante. Y... Estoy adolorida.

Justin suspiró.

- No sé qué pasó para que estés asi - le dijo él acercándose a dónde ella le daba la espalda -, pero sabes que tenemos que hablar de ello.

Lauren dejó salir el aire y apartó su guiso de la lumbre. Sin embargo, no se giró para encararlo, si no que caminó hasta el lado opuesto de la cocina.

- Te escucho.

- No, yo te escucho a ti. - Justin la tomó por los hombros y la giró, haciendo que, por primera vez en la mañana, sus miradas se encontrasen -. Te dije que no quería hacerlo si las cosas iban a ponerse raras. Es esto precisamente lo que trataba de evitar.

- Nada está raro - le contestó, bajando la mirada.

- ¿Y porqué actúas así entonces, tan tímida? Ni siquiera puedes mirarme a los ojos. Si te arrepientes de lo que...

- ¡No! - le interrumpiendo ella —. Por supuesto que no me arrepiento. Es solo que... Están pasando cosas demasiado extrañas para mí. Mi corazón está tan confundido. Ya ni siquiera estoy segura de mis propios sentimientos. No creo que sea justo para ti estar con alguien que no se entiende ni a si misma, alguien que no te puede dar algo seguro ni prometerte que mañana todo será rosas y corazones.

- No me interesa lo que pase mañana - le dijo Justin -, no importa si decides que no valgo la pena y me dejas en dos días. Tu me lo dijiste ayer: lo importante es ahora. - le tomó la barbilla y la alzó delicadamente para que sus ojos volvieran a los de él -. Quiero saber lo que sientes ahora.