Capítulo 30

1.4K 66 25
                                    

De: Brad
Para: Shawn
Tienes que escuchar esto. Se que te va a interesar mucho.

El castaño se quedó viendo el link del mensaje con el ceño fruncido. Era raro que Brad le compartiera su trabajo, más incluso cuando éste no se había estrenado. Le escribió rápidamente que lo vería más tarde.

--------------

Lauren salió del camper aún con la imagen de Camila en su mente. Se preguntó si algún día podría verla sin que su corazón diera un vuelco.

Se estremeció cuando una ráfaga de aire helado llegó hasta ella. Por suerte, llevaba puesta una sudadera, así que se acurrucó dentro de ella. Pasó la mirada por todo el panorama. Las luces amarillas sólo iluminaban la parte superior de los edificios y árboles cercanos, pero las personas parecían sombras caminando de un lado a otro, haciendo imposible distinguir sus rasgos.

Aunque el camper no estaba a una distancia corta de la reja que daba a la calle, Lauren podía ver las siluetas levemente iluminadas de algunas fans que esperaban afuera con la esperanza de que alguna de ellas saliera. Muchas de ellas llevaban cartelones o regalos. Lauren sonrió mientras miraba con ternura a aquellas chicas.

-Hey, Ojitos. - un susurro le llegó desde la parte posterior del camper.

Era Justin.

Llevaba unos jeans de mezclilla rasgados y una sudadera azul marino abierta sobre una playera negra. Su cabello estaba alborotado hacia un lado, como siempre.

Ella corrió hacia él, dándole un fuerte abrazo. Su corazón martilleaba fuerte sobre su pecho y su piel parecía arder apesar del frío. Siempre se sorprendía el efecto que Justin ejercía sobre ella, pero estaba acostumbrándose a ello.

- Hola - le dijo ella una vez que el abrazo terminó - Te extrañé.

- Y yo a ti - le contestó él con una sonrisa. -, por eso mismo vengo a robarte por un rato.

- seguro ¿a dónde iremos?

- a mi hotel - Lauren abrió los labios. Las mejillas se le estaban poniendo rojas y los ojos verdes lo miraban como platos. - no es lo que tu pequeña y sucia mente está pensando - le acarició las sienes con el índice - Hay algo de lo que quiero hablarte.

- ¿Qué es? - Justin y ella habían comenzado ya a caminar.

- lo sabrás cuando lo veas, creo

--------------------
Lauren y Justin no hablaron mucho durante el camino. Justin le daba vueltas una y otra vez a lo que estaba a punto de hacer. Y, como casi siempre, Lauren se perdía en un torbellino de imágenes mientras su mente se maravillaba con cada escena que pasaba ante sus ojos. Era fabuloso la manera en la que las luces brillantes contrastaban contra objetos de lo más normales y se convertían en una combinación digna de admirar. Lauren era el tipo de chica que apreciaba los detalles, que podía encontrar belleza en aquello que a los ojos de los demás era simple o carente de cualquier esplendor. Lauren era el tipo de persona que se encontraba fascinada por la belleza dentro de cada una de las cosas, creía firmemente que incluso lo destruido y roto tenía belleza y esplendor. Como el chico a su lado, pensó, por fuera era todo belleza, líneas finas haciendo trazos elegantes formando cada una de las delicadas facciones de su rostro y de todo su cuerpo en general; si lo veías a primera vista, Justin era la clase de belleza que la gente común suele admirar. Sin embargo, dentro de aquel fino y hermoso empaque, se hallaba un chico destruido por la crueldad del mundo, un chico que, como muchos, había tenido que enfrentarse sólo a la vida real. Justin siempre trataba de ocultar que estaba herido, que estaba roto, pero siempre dejaba ver pequeñas muestras de dolor: las miradas nostálgicas, la tensión de sus músculos, la sombra de sus mandíbulas cuando apretaba la quijada, el temblor de sus brazos cuando sus manos se apretaban en puños, su respiración irregular... todo ello eran cosas que, para una persona normal, podrían pasar desaparecidas; sin embargo Lauren era completamente consiente de aquel dolor. Y era ese mismo dolor lo que hacía a Justin tener esa belleza tan peculiar. Era ese mismo dolor el que hacía más hermosas sus sonrisas, más preciosos los momentos en los que era realmente feliz. De alguna forma, era ese dolor el que te permitía abrirte pasó al increíble chico que era. Sabiendo eso, era malditamente fácil amarlo.

Filofobia (Camren-Jauren-Shawmila)Where stories live. Discover now