Capítulo 28: Un hombre peligroso

706 58 9
                                    

Mágicamente el día terminó, aunque tuve sueño casi todo el tiempo. Creo que debía informar de eso a Andrea y prohibirle de venir a verme a las siete de la mañana. Luego la gente no rinde, da más trabajo de lo que debería dar y todos los demás se enfadan.

Al mundo se le giran los cables, no puedes ir a una persona que está las 24 horas trabajando y quejarte de que no duerme suficiente. No puedes hacerlo porque simplemente no da tiempo a todo.

Y si en este psiquiátrico quieren de verdad ayudarme a recuperar la memoria, lo que no deben hacer es sobrecargar a mi cerebro. No es bueno, algo dentro de mi me advierte sobre eso.

Creo que la Skyler del pasado sabe muchas cosas, casi presiento que mi vida no era demasiado aburrida. ¿Cómo debía pasar yo el tiempo antes? Si pudiera acordarme...

Aunque cada vez se me hace más ameno todo esto, a pesar de lo negativo, vivir estas pequeñas y arriesgadas aventuras hace que por un momento deje de pensar en todos los problemas que tengo.

Recuerdo perfectamente todo lo que he vivido a partir de la amnesia que sufro. A veces hasta me asusto, pero creo que me da miedo por la posibilidad que hay de que también olvide esto.

Yo podría olvidarlo todo, otra vez.

Podría volver a tener ganas de morirme. Porque eso aún no se me ha ido de la cabeza.

Quizás ahora creo que es una locura, pero antes era la única solución. Si hasta me creí que ya había muerto. ¿Y si vuelve a repetirse? Yo me conozco y sé que sería capaz de cometer locuras si todo me da la espalda y de repente las cosas ya no me salen bien.

Lo hice una vez.

Podría volver a hacerlo.

Pero, eh. Skyler, céntrate. Antes no sabías que había alguien buscándote, ahora, en cambio, sabes que por lo menos hay alguien que te quiere y que te va a encontrar.

Aunque bueno... de momento sé que no has aparecido, por mucho que Andrea me haya dicho indirectamente que ella me había estado buscando mucho tiempo. Pero no significa nada. Yo sé que no eres tu la persona que espero.

Cuando llegue lo sabré.

Todo el mundo lo sabrá.

[...]

La nueva mañana era más bonita sin tener que despertarse pronto. Me desvelé a la hora de siempre, casi a las nueve. Y eso aún era pronto, vale, ya lo sé, pero era eso o esperarme a la noche para poder darme una ducha para entrar en calor.

Y estando resfriada no había cosa que quisiera más en esos momentos que evitar tener frío.

Por eso salté de la cama, intentando no hacer caso del profundo dolor de cabeza que tenía, y rápidamente lo preparé todo para salir directamente.

Aunque por primera vez no me sirvió casi de nada el calor que me dio el agua. Aún me sentía helada, y al salir fuera, con el contraste de temperaturas, me congelé. Me quedé quieta, apoyada con ambas manos en el lavabo y con la cabeza agachada. Intentaba mantenerme totalmente quieta, me estaba encontrando cada vez peor.

Suspiré y cerré los ojos. Me limité a solo escuchar el ruido del agua caer, era tranquilizante. Mantuve mis pensamientos en pausa.

Las gotas me caían por el rostro, cuando tocaban el suelo eran ya copos de nieve. La ropa se me mojaba, pero era inevitable. Como todo en la vida.

Lo único que me repetía a mí misma era mi nombre, como si intentara mantenerme viva para no caer. Me llamaba a mi misma para no perderme.

Era solo cuestión de tiempo, pero.

Paradise [No corregido]Where stories live. Discover now