Capítulo 49: Infierno

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Cuando Antoine calló no supe si podría odiarlo tanto como se merecía.

Era cierto que lo miré con rabia, pero no pude sentir rencor. Yo ya no podía sentir nada por él, ni siquiera pena. Sentirme mal por sus palabras no era posible, nunca más me haría daño un engaño como el suyo.

Pero cuando calló nunca supe si podría dispararle en la cabeza, porque era lo que de verdad se merecía.

Quise que el tiempo se detuviera en ese momento, había mil razones por las cuales yo volvería al pasado para demostrar que se puede salvar a los insalvables. Había mil razones para morirse en esos momentos del dolor que suponía no haber caído en quién era de verdad la amenaza.

Me sentí estúpida.

Siempre creyendo que el malo era el más cruel, siempre mirando mal al que no quiere ser escuchado, y cuando de verdad debes darte cuenta de la realidad, siempre olvidamos que el amigo puede no ser tu amigo.

ㄧSky, tenemos que irnos. ㄧme pidió entonces Cameron. Antoine se rió.

ㄧEs cierto, Skyler, tenéis que iros, porque sino será demasiado fácil para que ella os encuentre. ㄧse burló, levantándose.

Pareció volver a caerse cuando se incorporó, quizás aún desconcertado por el golpe o por la caída. No supe quién de los dos estaba más cansado.

ㄧ¿Qué? ㄧpreguntó entonces Cam, apuntándole con el arma que le había quitado. ㄧ¿Quién?

ㄧNadie, nadie. ㄧdijo en un suspiro, levantando las manos.

ㄧNo eres consciente de que puedes morirte ahora mismo. ㄧle amenazó.

ㄧMorir ahora sería un regalo, y tú lo sabes. ㄧle respondió. ㄧY por eso no me vas a disparar.

ㄧSi no me dices quién vendrá, no dudaré en hacerlo.

Ambos se amenazaban, era una continuación de miradas fuertes. Ninguno podía bajar la guardia, ninguno podía perder la concentración. Y yo no podía soportar ver a Cameron perder el tiempo con un infame.

Cada vez el tiempo corría más en nuestra contra, y aunque quisiera advertirles de que ya escuchaba a los agentes del FBI, tuve que mantenerme callada, expectante.

Ninguno de los dos iba a dejarse ganar.

Y la verdad es que me creí muerta cuando dos disparos, casi mezclados en uno, hicieron callar el silencio.

Miré mi cuerpo.

Suerte.

No fui yo el blanco.

ㄧVaya. ㄧexclamó el hombre, mirando sus manos.

El hangar quedó en silencio y de repente las luces se apagaron. No estaba entendiendo, pero entonces caí en la cuenta.

Antoine había recogido el arma del suelo, la que a mí se me cayó cuando perdí la fuerza por unos mínimos segundos. Por alguna razón había disparado al aire, y ella disparó a su pistola.

Cam consiguió partirla en dos, inutilizándola consiguiendo así la victoria que el mismo Antoine le felicitó.

ㄧSigues teniendo muy buena puntería. ㄧla alabó. -Lástima que para nada.

ㄧCállate.

ㄧ¿Y así ya no te digo quién viene? ㄧle preguntó con gracia, consiguiendo una mirada todavía más afilada por su parte.

ㄧ¿Quién? ㄧrepitió.

ㄧ¿Aún no lo sabes? ㄧfingió sorprenderse. ㄧRazona y me lo dices, ¿por qué habré malgastado una bala en disparar a las alarmas? Podría haber disparado a la cabeza de Skyler y no lo hice.

Paradise [No corregido]Where stories live. Discover now