Capítulo 34: Algo va mal

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Y en un instante todo volvió a ser silencio. En verdad no sabía muy bien qué hacer, me había sentado en el suelo porque me cansaba eso de estar agachada.

Crucé las piernas y me apoyé en la pared. Suspiré. Me estaba comenzando a doler la cabeza.

Qué bien, ¿no? Tenemos a los dos guardias acosando a mi asistente.

En parte ya me esperaba encontrarme con Josh, algo dentro de mí me decía que era él quien tenía advertida a Andrea de que no debía acercarse a mí. Se le nota que es una persona que le gusta ir por ahí jodiendo a todo el mundo.

Pero había algo que no me gustaba. Porque si por casualidad todo lo que el chico decía era verdad, ¿ella corría peligro si seguía conmigo? Yo estaba convencida de que no iba a dejarla, y esperaba que Andrea no me dejara a mí. Pero había algo que no me gustaba.

Y no sabía qué pensar. Había algo... que me decía que el problema era yo.

Aunque no. Huir tampoco iba a solucionarme la vida. Si el problema era yo lo sería hasta el final. Y menos iba a rendirme en esos momentos, cuando no se sabía a ciencia cierta si Josh estaba mintiendo o no. Él era bastante así, desagradable. Y se había enfadado mucho. Quizás se lo había inventado todo.

Josh no era nadie para ir por ahí advirtiendo y amenazando. Ese chico vivía inmerso en una ira que no iba a desaparecer de un día para otro.

Se le notaba en la forma de ser que era una persona violenta, y estaba molesto con Andrea.

Cabía la posibilidad de que quisiera hacerle daño.

Quizás sería buena idea ir a buscarla, solo para ver si está bien.

O quizás no, quizás no sería buena idea. No quiero que por mi culpa le hagan daño.

...

En esos momentos tenía un caos mental bastante épico.

De ahí a la locura solo había un paso. Hiciera lo que hiciera era probable que mi amiga saliera herida.

¿No crees que deberías volver a dónde estabas?

¿Por qué?

Si Andrea vuelve y no te encuentra quizás se preocupe.

—¿Crees que va a volver?

Recuerda que ella te dijo que volvería.

—...ya bueno.

Y no sabe que la fuiste a buscar.

—Cierto.

¿Entonces?

—¿Debo volver o debo ir a buscarla?

La pregunta se quedó colgada en el aire. La respuesta era más complicada de resolver de lo que parecía a simple vista.

Pero yo tenía un corazón miedoso.

Me levanté un tanto apagada. Iba a volver a donde estaba. Iba a arriesgarme a no hacer nada esta vez. Iba a hacer lo que yo consideraba bueno.

En esos momentos era mejor aprender a jugar a las cartas, ¿no?

Iba a confiar en que no le había pasado nada a Andrea y que volvería sin ningún golpe y de una pieza, sin necesidad de ir yo tras de ella o en su busca.

Respiré con fuerza. Quise creer que hacía lo correcto antes de comenzar a caminar hasta el mismo sitio de antes. Me senté incluso en la misma mesa. Y volví a esperarla allí como hice en su momento.

Paradise [No corregido]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora