Capítulo 45: Fotografías quemadas

288 30 7
                                    

Me fui por la izquierda sin darme cuenta de que estaba siguiendo la pared del edificio. No tenía que adentrarme en el bosque, sólo seguir la línea exterior de los árboles. Estuve caminando durante un tiempo, pero poco después llegué a un sitio donde la gente se había reunido.

Todos habíamos sido atraídos por el grito, incluyendo a los guardas. Pero esa situación se había transformado en un punto muerto, porque ninguno sabíamos qué había pasado.

Nadie sabía con certeza de dónde habían gritado. Nadie sabía quién había gritado. Pero a pesar de ese desconcierto, yo estaba convencida de que había ido por el camino correcto.

Aunque extrañamente no había nadie con motivos de gritar, así que me centré. Era quizás mala idea forzarme a escuchar con mis nuevas habilidades, pero no fue necesario. Gabriel se puso a mi lado y me tocó el brazo llamando mi atención.

Perdí la concentración cuando hizo eso, pero al mirarle vi su mano señalando hacia arriba y inmediatamente levanté la mirada en la misma dirección.

Había una ventana abierta, y en ella un hombre de pie, un hombre de pie que ya había visto antes, miraba hacia fuera, con los ojos hacia el cielo.

Ese era el sujeto que buscábamos.

—¿Qué hace en la ventana? —preguntó Gabriel extrañado. —Pensaba que estaba en la zona roja o buscando más pastillas para hacerme entregárselas a esos desconocidos.

—¿Ese tipo es el que te acompañaba cuando te conocí?

—Seh…

—¿El que tanto miedo daba? —volví a preguntar.

—Sep.

—Pues no sé qué pretende... —murmuré. —Pero si quiere suicidarse no debería hacerlo desde un primer piso.

La altura era bastante elevada, pero no dejaba de ser poco peligroso si lo que quería era quitarse la vida con un golpe.

No iba a darle ideas, pero quizás desde el ático conseguiría algo más de impacto.

Aunque...

—Aunque me parece extraño. —dije entonces. —¿Crees que quiere suicidarse?

—Bueno… —suspiró el pequeño. —Yo no habría gritado si quisiera hacerlo.

Suspiré y asentí al caer en la cuenta de eso. No tenía por qué llamar la atención para hacerlo, porque solo conseguiría atraer a gente que intentaría convencerle de no saltar.

Así que en fin.

¿Cuáles eran sus intenciones?

Forcé la vista porque lo vi necesario. Poco a poco mi visión fue acercándose a él para verle con mucho más detalle. Hubo un momento que fue como tenerlo delante.

No tenía ni idea de que podía hacer eso.

—Está temblando. —dije al mismo momento en que me di cuenta.

—¿Temblando?

—Sí, y no está muy convencido. —dije entonces. —Está sudando, mucho.

Y a medida que los segundos avanzaban, más aumentaban sus nervios. Podían verse las gotas caer a gran velocidad.

—… pero hay algo que no va bien en todo esto. —dije sacando conclusiones.

Era todo demasiado complicado para ser un suicidio.

Allí había algo más.

Y entonces un guarda fue el que se aventuró a hablar directamente con él.

Paradise [No corregido]Where stories live. Discover now