Cáp 5 ... inolvidable

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No tienes que prometerme la luna....

Me bastaría si solo te sentarías conmigo un rato debajo de ella


(Thomas)

Me levanté sobresaltado, mire el reloj y habían pasado solo dos horas, tenía que levantarme en un par mas pero algo me inquietaba. Sin prender la luz Salí de la habitación, fui a la cocina y tomé un poco de agua. Me quedé pensando en Kate, realmente me preocupaban sus cambios de ánimo y sus acciones. Dejé el vaso en la mesa y me acerqué a la ventana, las gotas no cesaban todo estaba húmedo. Típico de Londres. Saliendo de mis pensamientos me acerqué a la puerta de la habitación donde estaba Kate y la abrí, miré y allí estaba ella, su respiración acompasada se sentía desde la puerta. Era tan dulce verla así. Me acerque sin saber porque y me arrodille cerca de sus rostro, estaba mojado creo que había llorado tenía ojeras y sus cabellos estaban todos revueltos sobre la almohada. Seguí mirándola y me quede pensando en ella, de repente se me vino a la mente Benedict, no se porque me sentí mal por él, yo en el fondo sabía que Kate no lo quería. Quería odiarlo, debía odiarlo. Sentía un rechazo enorme por ese imbécil. Pero no entendía porque hacia lo que hacía con él.

Y Después sus celos hacia mí. Yo también la celaba la quería mucho, más de lo que ella imaginaba. De un día para el otro empezó a molestarme que se le acerquen, que se vaya con Cumberbacht y no sabía porque.

Mi vida había cambiado desde que ella llegó, comenzó siendo una conocida, después era mi confidente, pasó a ser una gran amiga. Luego ya no le contaba todo como al principio, sólo sabía lo justo, a veces con quien dormía o con quien salía, no entendía porque. Con el tiempo comenzaron sus escenas cuando estaba con otras chicas o no me centraba en ella. Luego las peleas, mis celos cuando otros chicos se acercaban y después nuestros grandes abrazos y grandes charlas.

Mi experiencia con varias chicas me hizo entender varias cosas o Kate estaba loca o realmente tenía un problema grave y no se porque tenía que ver conmigo. De golpe me di cuenta que me miraba diferente. Pero que pensaba no, ella era una amiga y eso es lo que teníamos los dos una amistad muy estrecha. La acaricié inconscientemente sentí su piel suave que estaba fría, le busque una frazada y la tapé. Volví acariciarla y ella se movió esta vez. Me levanté rápido y cuando estaba llegando a la puerta...

- ¿Tom? – se oía muy mal- ¿Tom estas ahí? – me acerqué a ella –

- Si Kate perdona quería ver si estabas bien siento despertarte.

- Tengo frío.

- Me di cuenta te traje una fra...

- ¿Puedes quedarte conmigo?- me sentía un completo estúpido la había despertado.

- Claro- musite, me senté a su lado.

- ¿Puedes entrar en la cama conmigo?- me acerqué a ella y entré.

- ¡Gracias!- se hizo un ovillo al lado mío, yo la rodeé con mis brazos y ella se acercó más a mi cuerpo. No sé por qué pero me sentía muy bien. Sentía su aroma, su piel. Mi cuerpo se estremeció. La estaba deseando.

No sé por qué pero sabía que ella estaba despierta, yo trate de cerrar los ojos y no pensar en nada. Nunca había estado en una situación así con Kate. Nos habíamos quedados dormidos en el sofá, mirando películas o bebiendo. Pero nunca de esta forma. Era todo muy raro y a la vez tranquilo. La protegía, de quien no sé, de ella misma capaz.

Estaba entrando en sueños cuando ella empezó a moverse, yo la sentía pero trate de hacerme el dormido. Sentí su respiración sobre mi rostro, su nariz respingada casi chocaba la mía. Un movimiento más y sentí sus labios apoyarse en los míos. Estaba petrificado.

¿Que estaba sucediendo? Kate comenzó a besarme dulcemente, yo trate de no moverme fingiendo estar dormido pero no podía. Sus labios eran suaves y me estaban pidiendo permiso para entrar en mi boca. Me moví un poco y comencé a abrirlos, apreté con más fuerza a Kate y la acerqué más a mi cuerpo. Nose porque estaba actuando así. Todo estaba bien pero luego pensé en ella. En que estaba pensando. Nuestras bocas se exploraban, nuestras respiraciones eran una sola. Nos estábamos besando y ese beso iba subiendo de tono cada vez que pasaban los minutos. No pasó mucho tiempo en donde Kate ya estaba arriba mío. Sentía sus pechos apoyados en mi torso desnudo, sentía como me besaba hasta dejarme sin aliento. Mis manos la tocaban como si fuera una pequeña bailarina de cristal, era tan suave. Nos fuimos desvistiendo y poco a poco en el fondo sabíamos que ya no quedaba nada. Me tocaba como nunca me habían tocado, sentía algo diferente en ella y me sentía diferente también. Solo nos miramos para pedirnos permiso y así nos entendimos. Quedaba seguir explorándonos y así fué. No podía entender lo que tenía enfrente mío. Kate fue mía y yo era de ella. Luego de hacer el amor, me sentía confundido. La quería más de lo que yo mismo imaginaba.

No hubo conversaciones solo miradas. Me di cuenta tarde que su problema era yo. Me di cuenta que envidiaba a Cumberbacht. Él siempre la tenía y yo me lo estaba perdiendo.

Kate miraba como nadie me había mirado, ninguna mujer con la que había estado me miraba de la forma que ella lo hacía. El problema era como la miraba yo. No sabía que decirle. Solo mirarla y pedirle perdón. Estaba tranquilo, feliz, la deseaba. Siempre lo hice y no me había dado cuenta, había algo en mí que no estaba del todo seguro y eso me ponía nervioso.

- ¿Tom?

- Dime – solo atine a decir eso yo no tenía palabras, solo vi como sus lágrimas comenzaron a caer abundantemente sobre su rostro.

- Te amo. – mi corazón se congeló- no supe que hacer solo quedarme en silencio. ¿Kate me amaba? Desde cuando que no me di cuenta. Que idiota era.

- Lo... Siento. Discúlpame. Me dejé llevar, perdóname. Nose que pasó. – se sentó en la cama y ocultó su rostro con sus manos. Yo no tenía idea, no me salían palabras. Estaba atónito.

Silencio y más silencio.

- Kate... yo ...

- Perdóname. No quiero perderte. Nose como remediar esto, perdóname Thomas. No volverá a pasar.- Se levantó de la cama y comenzó a vestirse. En ese momento creo que me comporte como un gran idiota. No supe que decir hasta que lo dije.

- Benedict no se enterará- me miró como dolida y defraudada-

- ¿Quéee? ¿Benedict? Que tiene que ver el en esto. Yo no estoy involucrada con él. – Volvió a llorar, se puso su sweater y salió hacia el pasillo. La seguí.

- Kate... - la alcance- Kate – la tomé del brazo y giró a mirarme. Sus ojos rojos y su piel ya media colorada me hacía sentir como una reverenda mierda. ¿Qué había dicho?

- Perdóname. Te quiero. – me acerqué como para besarla.

- No hagas algo que no sientes Tom - se soltó de mi brazo se alejó, abrió la puerta y salió. Yo me quedé atónito y lo primero que hice fue llamar a Luke.

Desencuentros ...Where stories live. Discover now