Cap 31 ... Errores mutuos

61 8 2
                                    


(Kate)

El sábado había llegado rápido, estaba nerviosa estaba con mi equipaje en la mano mientras algunos profesores llegaban y algunos tomaban un café previo a subirse al avión otros charlaban sobre las actividades que haríamos en Liverpool. Los alumnos seguían llegando no eran muchos pero sus padres y ellos se veían muy ansiosos. Luego de que nos llamaran para abordar el avión, suspiré subí me acomodé en mi asiento justo me había tocado en la ventanilla. Observe un poco el panorama y luego saqué un libro. Al rato me venció el cansancio y opté por dormir un poco.

Me levanté gracias a que una de las profesoras del taller lingüístico me había avisado. Me desperecé, sonreí para mis adentro. Ya estaba en Liverpool. Benedict estaba cerca. Con mucho entusiasmo bajé del avión respiré el aire inglés y me fui a buscar junto a los demás nuestro equipaje. Le avisé a George mi llegada y él como siempre me dedicó unas palabras de aliento.

Nos trasladaron hacia una lugar muy bonito "Hatters hostel Liverpool", sonaba lindo y era muy bello. Ahí pasaríamos las semanas.

Tomamos un buen desayuno con los profesores y los alumnos tendrías unas horitas libres antes de ir a varios lugares con sus docentes. Nos encontrábamos en una zona céntrica y muy linda para pasear por la noche.

Luego los alumnos se fueron a recorrer la universidad de Liverpool que quedaba cerca de nuestro hostel, algunos profesores aprovechamos y organizamos actividades sobre todo el almuerzo y otras cosas, una tarde agotadora porque teníamos muchos itinerarios y había que respetarlos.

Me acerqué a la barra donde el conserje del lugar atendía las necesidades de los clientes.

- Disculpe. Usted podría...

- Señorita no me diga usted soy muy joven para eso...

- Perdón

- Dígame. – sonrió.

- Quería saber dónde se encontraba el estudio de grabación de la serie Sherlock. ¿sabes dónde es no?

- Claro- sonrió es una de mis series favoritas, pero espere... - achico sus ojos y subió su mano hacia su cara como pensando. – la conozco de algún lado. – abrí mis ojos-

- Soy solo una docente.

- Ya sé quién es. – se acercó más a mí- es la novia de.... O no!!!!! – tapó su boca con sus manos- de Benedict cumberbacht. El gran sherlock.!!!!

- Shhh por favor quiero pasar desapercibida, y no soy su novia. – el comenzó a reír-

- Le diré.

Una vez que me dio la dirección me aliste fui a buscar a mis compañeros hasta la universidad y me quedé observando y aprendiendo cosas que ni sabía. Había decidido ir por la mañana porque estaba cansada. Además hoy teníamos a cargo muchas cosas. Luego de la cena me acosté y me puse a revisar las redes, luego le mande un mensaje a Ben.

- Hola ben ¿cómo estás? No sé mucho de ti.... – enviado- dejé el móvil al lado y me dediqué a conversar con mi colega y compañera de cuarto. Las horas pasaron y él no me había contestado, me acosté un poco triste, pero bueno mañana sería otro día y lo iría a buscar.

(Benedict)

Estaba en el departamento, había terminado de grabar la cuarta temporada de la serie, estaba feliz ahora tendría tiempo para mí. Aunque sea unas semanas ya que después tendríamos viajes y avant premieres de la serie.

Estaba sentado en mi cama con el teléfono en la mano. Kate me había mandado un mensaje de texto preguntándome como estaba. No podía parar de mirarlo. No me atrevía a contestar. Estaba nervioso, agobiado, triste había sido un completo imbécil. Era un hombre débil. De solo pensar lo que paso esa noche en el bar luego de enterarme lo de Hiddleston, mi ebriedad que no la culpo del todo porque en el fondo sabía lo que hacía no hubiese cometido el error de haberme acostado con Charlotte, mi asistente.

Había traicionado a Kate. Habíamos quedado en algo. Estábamos tratando de darnos una oportunidad y yo despechado me había enojado con la situación y había invitado a Charlotte a mi departamento para seguir bebiendo y habíamos terminado en la cama. De solo recordar eso me siento una basura.

- No Benedict ahora estas un poco... ebrio y no tienes que arruinarlo.

- Tienes razón. – le dije con pocas ganas.

- Acuérdate que todo saldrá bien con Kate. Sólo tranquilízate y mañana llámala. – asentí.

- Sabes que Charlotte, vámonos de esta mierda!!! – me levanté y la tomé de la mano

- Creo que debo irme a casa –me dijo tímida

- Vamos a la mía tomaremos algo más tranquilos. – la llevé hacia el auto y conduje cantando temas de la radio.

- Tienes un lindo departamento Benedict.

- Pasa acomódate buscare... mmmm... - pensé un poco- ¿vino?

- No crees que no debes mezclar.

- No me interesa estoy en mi casa. – destapé la botella y serví en ambos vasos. Tomamos un poco y nos pusimos a conversar.

No podía sacarme esa imagen de la cabeza... seguí mirando el teléfono.

- Hola Kate... bien tu como estas, perdóname la hora- enviado- me tomé el pelo y cerré los ojos, luego los abrí observe mi cama y recuerdo como llegué ahí con Charlotte.

Iba besando a Charlotte mientras caminábamos, nos desvestíamos muy deseosos uno del otro, la recosté en mi cama sin parar de besarla, estaba tan mal anímicamente que la deseaba, también en ese momento deseaba tener a Kate en mis brazos pero la carne pudo más. Tuvimos sexo varias veces esa noche. Y al amanecer me levanté sobresaltado, fui rápido al baño y lancé todo lo que había tomado. Apoyé mi cabeza en el respaldo y comencé a llorar. Me sentía pésimo. Estaba tan enojado que había reemplazado a Kate por mi asistente.

Me acerqué al dormitorio y vi a Charlotte sentada en la cama con una cara triste y angustiada.

- Benedict yo...

- Lo sé, ya está. ¿cómo pudimos hacerlo?– me senté a su lado.

- si, Kate y Sebastián – se paró – que completa idiota- no te ofendas.

- Lo entiendo no sabes cómo me siento.- se acercó a mí-

- trata de repararlo pero no te quedes con la culpa. Yo hoy mismo hablaré con él. Le diré. Lo amo tanto.

- Y yo a Kate. – apoyé mis manos en mi cabeza- dudo que me perdone por esto.

- Has lo que sea necesario, Ben- se vistió rápido.- perdóname. No debió pasar.

- Estoy de acuerdo contigo Charlotte.

- Debo irme.

- Adiós- ni me gaste en abrir la puerta ella sabía el camino.

Me levanté fui hasta la cocina y sentí mi móvil sonar.

- Hola, es medio tarde sí, me alegra tu respuesta. – sonreí- ella siempre era tan atenta conmigo. Por eso la amaba. – Me serví un café. Me llego otro mensaje.

- Te extraño. – sentí mi corazón comprimirse.

- Y yo a ti. – sonaba medio cortante. No me contestó más capas que debió quedarse dormida. Estábamos en otro lado. Ahora que había terminado todo iría a verla y hablar sobre nosotros.


Desencuentros ...Where stories live. Discover now