Cap 35 ... Corazones Rotos

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Luego de cenar temprano volvimos en taxi a su departamento. Habíamos Comido una pizza. Nos sentamos en el sillón, nos besamos a más no poder, nos dijimos cosas tan hermosas que yo no podía aguantar más y decirle lo que me hacía sentir en ese momento.

- Ben

- Dime

- Te amo.

- ¿Q... que...? – estaba paralizado. Solo sonreí

- Lo que escuchaste – el no paro de sonreír, ver su cara de sorpresa me causaba mucha gracia.

- ¿Puedes decirlo de nuevo?

- Te amo Benedict Cumberbacht.- el me abrazó y me besó.

- No sabes lo feliz que me haces.

- ¿Vas a confiar en mí?

- Si, te amo Kate - comenzó a besarme hasta llevarme a su habitación.

-

Habíamos hecho el amor en su cama, estábamos abrazados mirando el techo sonriendo, hablando, dándonos muchas caricias. Me animé hablar

- Ben estos meses que estuve sola sin ti, no la he pasado bien. Te extrañé. – el solo sonrió. Acarició mi cara, su mano temblaba. Estaba en silencio. Muy pensativo.Se notaba que estaba estaba incómodo, un poco nervioso.

- ¿Ben estas bien? – el sólo suspiró. De dio vuelta y me dio la espalda. Yo me senté en la cama y lo miré.

- Kate, desde que te conocí me enamoré de ti al instante. – solo asentí. – siempre estuve a tu lado, me banqué tus desprecios, tus llantos por Hiddleston, ser el segundo siempre entre ustedes.

- Ben ...

- Escucha – volteó hacia mi.- te amo desde el primer día. Y siempre lo haré, pase lo que pase.

- Lo sé pero no entiendo por qué...

- Es muy difícil para mí esto...

- ¿cómo?- no entendía nada. ¿Qué estaba pasando en mi nube de cristal?

- Cuando estuvimos separados en este tiempo, me asignaron una asistente. Charlotte. – sólo miraba sus ojos, no sé por qué sentía que iba a venir algo que me iba a dolor en el corazón.- ella siempre supo de mi amor por ti e incluso me aconsejaba cuando estaba mal... El día que hiddleston me llamó – hizo una pausa- no podía entender nada y me fui a un bar, me emborraché y Charlotte vino a sacarme de ahí, es más quería llamarte ese día y ella me frenó para que no cometa una locura.

- ¿Y entonces?- solo atiné a decir eso, mis ojos comenzaban a picarme. Eso era una mala señal.

- La invité a mi casa y terminamos en la cama. al día siguiente cuando nos dimos cuenta, ambos nos arrepentimos y dijimos que íbamos a tratar de solucionar esto con ambas parejas. Ella luego renunció y no la vi más. Perdóname soy un imbécil. – él se acercó y trato de abrazarme.

Creo que ese fué el momento que mi corazón se partió en dos, no tenía reacción, deje que él me abracé pero no podía articular un solo músculo para devolverle el abrazo que me estaba dando. Solo escuchaba una voz de fondo que me decía que lo perdonase. Que sin mí, la vida no tendría sentido. Era un momento de mierda prácticamente, realmente me sentía mal conmigo misma ya que el desgarro que estaba sintiendo de mi corazón era lo que prácticamente sentía Ben cuando yo me acostaba con él y amaba a Thomas en su momento cuando éramos adolescentes. Era una mierda, siempre lo había sido y ahora la vida me estaba devolviendo cada cosa que hice mal. ¿Y cuándo me la devolvía? cuando yo me había enamorado perdidamente de Benedict. Cuando le había dicho que lo amaba y me había entregado ahora si, enteramente a él.

Mis lágrimas comenzaron a caer, estaba inmovilizada, sin reacción. Benedict se acercó y comenzó a sacármelas.

- Perdóname, soy una basura lo sé Kate. Te amo más que a mi vida. por favor dime algo lo que sea, pero no me hagas esto.

¿Qué iba a decirle? Que podía reclamarle si la única que siempre puso el freno en esta relación había sido yo. Yo no lo valoraba, yo no lo amaba, yo amaba a otro, yo lo usaba como paño de lágrimas por años. Tuvimos que separarnos para darme cuenta lo hermoso que era por dentro y por fuera y terminar enamorándome de él.

- No sé qué decir- dije con voz ronca, lo miré él se levantó de la cama comenzó a caminar, de un lado a otro. Yo seguía estática abrazada a mis piernas mirando la nada. Pasaron unos minutos y reaccioné. Me levanté de la cama y comencé a buscar mi ropa.

- Por favor no te vayas, mi amor. Necesito que me digas algo, que me perdones Kate. Sólo fue esa vez y te juro por mis padres que los conoces que nunca te engañé. -Yo solo seguía poniéndome la camisa y mi ropa interior. Me di vuelta lo miré con todo el maquillaje corrido y lágrimas en los ojos.

- No tienes que pedirme perdón. – el abrió sus ojos.

- ¿como? – se acercó a mí- levantó mi mentón – te amo, por favor perdóname. – lloraba desconsoladamente. – soy un imbécil y te juro que si te pierdo... - salí de su agarre y volví a cambiarme- sentí que me abrazó por detrás y no pude seguir con lo mío. Su perfume me invadió, corrió mi pelo hacia el costado y me beso el cuello. Cerré los ojos y dejé que lo hiciera, seguramente sería la última vez. Me di vuelta y le dije.

- Quieres tomarme, hazlo – levanté las manos, él se alejó

- ¿Qué dices?, no soy un hijo de puta.- me senté en la cama y comencé a llorar.

- Te amo, sabías Ben.

- Lo sé y perdóname, no sé qué hacer, me mataría en este momento si fuera necesario para obtener de nuevo la sonrisa y la energía hermosa que llevas siempre. Te amo Kate por favor. Maldita sea. Mírame!!!! – levanté mis ojos y lo hice. Lo besé mientras lloraba y agarré su rostro. Ese era un beso de despedida, de la distancia que tendríamos a partir de ahora. Lo amaba y moría por él. Pero era tiempo de separarnos. Teníamos que sanar por dentro, muchos años de daño le había hecho y ahora que lo sentía en carne propia no me lo podía perdonar. Corté el beso y miré sus ojos llorosos y rojos.

- Te amo Benedict Cumberbacht, nunca lo olvides– me levanté de la cama y Salí del departamento dejándolo solo.

Caminé unas cuadras sola, él no me había buscado ni impidió que me fuera, solo me dejó. Me conocía mucho como para saber cómo eran mis reacciones y los tiempos que podríamos necesitar. Como siempre pasa en la novelas, comenzó a llover y era verdad!!! Gotas caían fuertemente sobre mi cuerpo, poco me importaba. Llegué a una parda de ómnibus y me senté. Los truenos y relámpagos de hacían presente. Una llamada de un número desconocido sonaba y sonaba, atendí sin decir nada. Era un profesor de las ultimas cátedras preguntando si estaba bien porque la lluvia no paraba y Su le había comentado mi salida. Le dije que se quede tranquilo que pronto iría.

Apoyé mi cuerpo en el respaldo abracé mis piernas y lloré. No solo por lo que había hecho Ben, sino que el dolor que yo sentía, él lo había sentido por años. Era tan cruel y tan feo que no podía imaginar cómo estuvo él ese tiempo y ahora. Lo amaba mucho me había dado cuenta tarde y cuando uno se da cuenta tarde de las cosas la mayoría de las veces las pierde.

El famoso "corazón roto" no es entonces tan sólo una metáfora sino que el cuerpo realmente puede sentir dolor ante una situación tan estresante y dolorosa. Y eso me estaba pasando en estos momentos de mierda que vivía.




Capitulo triste si, pero son cosas que pasan en la vida.... la idea es sobrevivir a ellas tratando de superarlas o enmendando errores. ... nos seguimos leyendo....

Desencuentros ...Where stories live. Discover now