Capítulo 17

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El auto se detuvo y escuché como el motor se apagó, por lo que supe que habíamos llegado. 

-Isa, ya llegamos- dijo Thomas poniendo una mano en mi espalda para llamar mi atención.

Aparté mi cabeza de la ventana y asentí. Seguramente pensó que me había dormido durante el trayecto, pero lo único que había hecho era llorar en silencio. Él se soltó el cinturón y abrió la puerta de su lado para luego bajarse de este. Yo hice lo mismo y para cuando abrí la puerta y comencé a salir, Thomas se encontraba de mi lado esperándome.

Me bajé y cerré la puerta detrás mío. Comencé a caminar hacia la casa pero no calculé bien mis pasos y tambaleé. Hubiera caído al suelo de no haber sido porque Thomas me agarró justo a tiempo.  

-Yo te tengo- me dijo y esbozó una reconfortante sonrisa.

-Gracias- respondí avergonzada. No puedo creer que necesite ayuda para caminar de lo borracha que estoy.

Me sostuvo del brazo y una vez que estuve bien derecha y estable en el suelo, caminamos hasta la puerta de su casa. Él sacó la llave del bolsillo trasero de su pantalón y la metió en la cerradura para luego girarla y abrir con cuidado. 

Abrió la puerta y los dos pasamos. La cerró con un pie lo más cuidadosamente que pudo y luego comenzó a caminar guiándome a mi consigo, sin soltarme el brazo en ningún momento. La verdad es que se lo agradecía, ya que estaba todo oscuro y seguramente iba a tropezar o a hacer caer algo y despertaría a toda la casa. 

Por lo que pude ver, subimos las gradas y luego avanzamos un largo pasillo hasta detenernos en frente de una puerta blanca. La abrió con cuidado y me hizo pasar, para luego pasar él y cerrarla con cuidado. Inmediatamente la habitación se iluminó ya que prendió la luz y reconocí que era su habitación.

Ya había estado aquí antes cuándo éramos novios, y fué en esta habitación dónde me entregué a él por primera vez. Mi primera vez. Todos esos recuerdos invaden mi mente en éste momento mientras miro a mi alrededor, aunque mi cabeza esté un poco embotada por los efectos del alcohol.

Camino hasta la cama y me siento en el borde ya que estoy mareada y el estar en pie no me beneficia. Thomas se acerca hacia dónde yo estoy y se acuclilla en frente mío.

-Te sientes bien? Quieres agua?- me pregunta con preocupación, mientras levanta mi cabeza con la mano que tiene en mi barbilla.

-No, estoy bien, gracias- respondo, aunque no sea del todo cierto, pero su cercanía me pone nerviosa.

-Bueno, te daré algo para que duermas cómoda si?

Asiento y él se pone de pie. Camina hacia el armario que se encuentra en una esquina del cuarto y luego de abrirlo empieza a buscar algo. Minutos después vuelve a donde yo me encuentro y me entrega una sudadera ploma.

-Toma, te quedará un poco grande, pero al menos es mejor que dormir con esa ropa incómoda.

-Muchas gracias, en serio- le agradezco y tomo la sudadera en mis manos.- Dónde voy a dormir?

-Aquí.- responde subiendo los hombros restándole importancia.

-Pero esta es tu habitación, no quiero molestar.

-No te preocupes, yo dormiré abajo en la habitación de huéspedes.- dijo y se acercó a mi, para dejar un suave beso en mi cabeza y luego alejarse- Buenas noches, si necesitas algo estoy abajo.

-Buenas noches- respondí sorprendida por el beso que me acababa de dar. Al parecer el efecto del alcohol estaba desapareciendo.

Él se dió la vuelta y salió de la habitación cerrando la puerta con cuidado. Empecé a desvestirme y lancé la ropa a un lado para luego ponerme la sudadera.  Camino hasta el interruptor y apago la luz. Vuelvo sobre mis pasos hasta la cama y abro el cubrecama y las sábanas para luego recostarme en esta.

Beautiful ChaosWhere stories live. Discover now