Capítulo 35

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Durante el trayecto a este lugar desconocido al cual Justin me está llevando, conversamos sobre diferentes y variados temas para distraernos en el camino. Reímos bastante e inclusive cantamos algunas de las canciones que suenan en la radio. Para ser honesta, Justin tiene una de las voces más increíbles y melodiosas que he escuchado en mi vida, pero el escucharlo cantar en vivo totalmente despreocupado y relajado no tiene precio. Es cómo escuchar a un ángel cantar para ti, creo que no me voy a cansar nunca de hacerlo.

-Desayunaste?- me pregunta luego de un rato.

-No, no tenía mucha hambre- respondo y él esboza una pequeña sonrisa.

-Perfecto- dice y minutos después el auto se detiene.

No puedo ver dónde nos encontramos debido a que los vidrios son polarizados. Los guardaespaldas no pierden tiempo y se bajan de los asientos delanteros para abrirnos nuestras puertas. Les agradezco y una vez llego al lado de Justin, volvemos a entrelazar nuestras manos.

Justin le da un par de instrucciones a los dos hombres y éstos luego de asentir, suben al auto y arrancan lejos de ahí. Dejo de mirar a Justin y observo al frente nuestro. Sonrío al observar que nos encontramos en el mismo observatorio al que me llevó aquella noche que me pidió ser su novia. La diferencia está en que es de día y en vez de las dos bancas solitarias, esta vez se encuentran acompañada por una pequeña mesa cubierta con un precioso mantel blanco, flores y mucha comida y dos sillas acomodadas frente a frente. Esta vez el cielo está completamente despejado y el sol ilumina perfectamente el lugar. La vista de la ciudad sigue siendo igual de impresionante a pesar de que ahora es de día y todas las luces se encuentran apagadas. Simplemente me encanta.

-En qué momento organizaste todo esto eh?- le digo señalando al frente nuestro.

-Bueno, no voy a mentir. Tuve un poco de ayuda de parte de gente que contraté para llevarlo a cabo, pero la idea fue mía.- responde y sonríe orgulloso por su creación. -Pensé que sería lindo volver a dónde todo empezó, te gusta?

-Que si me gusta? Me encanta!- contesto emocionada.- Es definitivamente una de las cosas más románticas que alguien ha hecho por mi.

-Me alegro- dice él y planta un suave beso en mi cabeza. -Vamos?

Asiento y sin soltarnos las manos avanzamos hacia la mesa. Una vez que llegamos a ésta, Justin suelta mi mano y recorre una de las sillas para que tome asiento en ésta. Le sonrío por su gesto de caballerosidad y me siento mientras él rodea la mesa y se sienta en la silla del frente. Observo todas las cosas que se encuentran sobre la mesa e inmediatamente mi estómago ruge de hambre al ver las deliciosas cosas que hay ahí.

Hay pie de manzana, waffles bañados en jarabe de arce, moras, huevos revueltos con tocino, crépes rellenos con Nutella, panqueques con frutilla, manzana, plátanos y una enorme jarra de jugo de naranja. Dios, en serio espera que comamos todo esto? Es demasiada comida para dos personas. Cada uno tiene unos hermosos platos de porcelana con hermosas flores de colores pintadas en ellos, cubiertos de plata y delicadas copas de vidrio. Creo que nunca había tenido un desayuno tan elegante en la vida.

-Comenzamos?- pregunta Justin señalando a la mesa refiriéndose al desayuno.

-Por favor, que de sólo ver la comida ya me dió hambre- admito y él esboza una tierna sonrisa.

Comenzamos a comer en silencio y la verdad que la comida no sólo se veía exquisita, sino que también lo está. Observo la ciudad y luego observo a Justin, quién se encuentra dándole un sorbo a su jugo de naranja. Realmente disfruto este momento a su lado, completamente solos sin nadie que nos moleste ni nos tome fotos, viéndolo completamente relajado y siendo él mismo. Eso sin olvidarme el mencionar el hecho de que es ridículamente guapo y no puedo dejar de mirarlo.

Beautiful ChaosWhere stories live. Discover now