Capítulo 34

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Abro los ojos de lo más contenta. Por primera vez en mucho tiempo no me molesta levantarme temprano para ir a la escuela. 

La sonrisa que tengo en el rostro no se borra desde ayer en la noche cuando me fui del hotel de Justin y vine a casa. A pesar de haber sido perseguidos por un grupo de fans que no dejaban de gritar, pasé una de las mejores tardes de mi vida. Por suerte cuando llegué a casa todos se encontraban dormidos así que me salvé del largo y tedioso interrogatorio, al menos por ahora.

Luego de haberlo perdonado en su habitación de hotel y haberlo besado después de mucho tiempo, sé que tomé una buena decisión. Él realmente se ve arrepentido y se ve que lo dice en serio cuando dice que está dispuesto a cambiar totalmente para ganarse mi confianza. La verdad es que yo soy una persona que cree en las segundas oportunidades y cree en la gente, entonces porque no otorgarle una a él?

Me levanto de la cama y veo que la cama de Dominic se encuentra vacía, por lo que supongo que se despertó mucho antes que yo y ya se encuentra abajo desayunando. Me dirijo directamente dentro de mi baño. Me quito la pijama que traía puesta y enciendo la ducha. Espero un momento a que el agua caliente y una vez que lo hace me meto debajo del chorro y dejo que me moje el cuerpo entero. Me lavo el cabello y me enjabono relativamente rápido así que estoy lista en tan solo quince minutos. Apago la ducha y salgo de ésta para envolver mi cuerpo y mi cabello en una toalla respectivamente.

Camino hacia mi vestidor y luego de secarme el cuerpo y ponerme la ropa interior, busco que ropa ponerme. Finalmente me decido por una simple camiseta blanca, un jean claro y Converse igualmente blancos. Quito la toalla de mi cabello y voy al baño a cepillármelo. Decido dejármelo suelto y paso a aplicarme un poco de rímel y delineador en los ojos. Cuando termino me lavo los dientes, me pongo perfume  y ya estoy lista.

Salgo del baño y tomo mi celular de mi mesita de noche y lo meto dentro de mi mochila que se encuentra al lado de mi cama. Me la cuelgo en la espalda y me dirijo hacia la puerta de mi habitación para bajar las gradas e ir hacia la cocina. Cuando llego a ésta veo que solamente se encuentra mi primo sentado en uno de los taburetes comiendo cereal.

-Buenos días- saludo con una sonrisa mientras tomo asiento al lado suyo. No me sirvo nada para comer ya que realmente no tengo mucha hambre.

-Buen día- responde levantando una ceja.- Me quieres decir por qué estás tan sonriente? No creas que te vas a librar de mis preguntas respecto a tu ''amigo''- dice haciendo comillas con sus dedos haciéndome reír. 

-Bueno... Se podría decir que ahora somos más que amigos- digo y él abre bastante sus ojos en sorpresa.- Pero por favor no le digas a nadie, y mucho menos a mi madre.

-Tranquila, no diré nada, es solo que es algo raro pensar que mi primita es novia de Justin Bieber, eso es todo- dice encogiéndose de hombros y luego mira su reloj.- Te haría muchas más preguntas pero para tu suerte es hora de irnos sino llegaremos tarde.

Se pone de pie y toma su mochila que se encontraba al lado suyo y yo lo sigo mientras caminamos hacia la puerta de la casa.

Salimos de ésta y conversamos al mismo tiempo que avanzamos hacia la esquina en dónde se encuentra la parada de autobús.  Esperamos un par de minutos hasta que vemos al bus aparecer y acercarse hasta que se detiene en frente de nosotros abriendo sus compuertas para que subamos.

Le agradecemos al conductor una vez que estamos adentro y comenzamos a avanzar por el angosto pasillo en busca de un asiento al mismo tiempo que el autobús parte haciendo que tambaleemos y nos tomemos de los pasamanos para no caernos.

Encontramos dos asientos libre en la puerta trasera del bus y nos sentamos ahí. Escuchamos música de audífonos compartidos durante todo el camino hasta que finalmente llegamos a la escuela.

El autobús se detiene y abre nuevamente sus compuertas dejando bajar a todos los alumnos incluido nosotros. Dominic comienza a caminar hacia la entrada pero se detiene al ver que yo no me muevo y me quedo quieta mirando a mi alrededor.

-Isabelle, qué haces?- me pregunta acercándose a mí.- No vas a entrar a clases?

-No, hoy voy a escaparme- confieso en casi un susurro y muerdo mi labio inferior aguantando las ganas de reírme al ver la cara que pone mi primo cómo si le acabara de decir que voy a cometer el peor crimen de la historia.

-Qué vas a hacer qué?- me pregunta incrédulo.- Isabelle, no puedes faltar. Te vas a meter en problemas y...

-Lo sé, pero ya veré que excusa pongo.- le digo.- Sólo necesito que me cubras diciendo que estaba enferma o algo así, puedes hacerlo por favor?

Él cierra los ojos y suelta un largo suspiro para luego abrirlos nuevamente y mirarme.

-Está bien- dice y yo me lanzo a sus brazos para abrazarlo.- Pero por lo menos puedes decirme por qué o con quién vas a escaparte?

En ese momento observo que al otro de la calle una enorme Range Rover negra con los vidrios polarizados se detiene y yo esbozo una enorme sonrisa al saber de quién se trata: Justin. Dominic mira hacia el mismo lugar y se da cuenta inmediatamente de quién se trata y me lo deja saber por la mirada divertida que me dedica. 

Escucho cómo el timbre del colegio suena indicando que las clases están por comenzar y es hora de que mi primo se vaya. Dejo un suave y rápido beso en una de sus mejillas y me alejo al mismo tiempo que Dominic se da la vuelta para entrar a la escuela. 

Me aseguro una vez más de que nadie del colegio me haya visto el no entrar a clases y cruzo la calle. Abro la puerta del vehículo y me subo rápidamente cerrando la puerta detrás mío.

Me giro y soy recibida por un beso de Justin. Abro los ojos sorprendida por el inesperado acto pero seguidamente los cierro y le sigo el beso mientras rodeo su cuello con mis brazos. Comienza suave pero luego su lengua se abre paso dentro de mi boca y yo la recibo con gusto.

Un par de minutos después nos separámos por falta de aire y apoyamos nuestras frentes mientras reímos.

-Valió la pena despertarme tan temprano- dice Justin.

-Si, definitivamente- respondo.-Espero que valga la pena el estar faltando a la escuela.

-Créeme, va a valer la pena.

Termina de decir esto y da un par de golpecitos al vidrio que separa la parte trasera del auto de la delantera e inmediatamente el conductor arranca y nos alejamos de ahí. 

Justin toma mi mano y la entrelaza con la suya. La verdad es que no sé dónde nos estamos dirigiendo, pero no importa dónde vayamos, se que si estoy con él voy a disfrutarlo.

Beautiful ChaosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora