Capítulo 36

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Antes de abrir la puerta de mi casa, acomodo mi cabello y mi mochila en mi espalda y recién ahí es cuando giro la manija para entrar. Cierro la puerta detrás mío una vez que me encuentro adentro y todo se encuentra en sospechoso silencio. Es raro que a esta hora no haya nadie en casa, así que me quito la mochila y la dejo al lado de la puerta principal para después caminar hacia la sala para buscar a algún miembro de familia.

Cuando llego a esta, veo que en realidad la casa no se encuentra vacía y me sorprendo bastante al ver quiénes se encuentran sentados frente a frente en los sofás. Mi madre y Diego se encuentran lado al lado y delante de ellos se encuentran nada más y nada menos que Benjamín y su ex novia Camila.

Abro mi boca para decir algo al respecto pero la verdad es que no logro articular una palabra. Es decir, no me hubiera imaginado nunca el ver a mi madre y a mi hermano juntos de nuevo en una habitación. Lo último que supe fue que ellos estaban realmente peleados y no se hablaban desde el día en el que ella se enteró que iba a ser padre y luego lo botó de la casa, por lo que estoy realmente confundida y sorprendida con la escena frente mío. Y lo que más me asombra de todo esto es el hecho de ver a Camila, la ex novia, y observar su apenas notorio vientre de embarazo. 

Avanzo un poco más y ellos se percatan de mi presencia y todos me observan simultáneamente.  Hago una mueca incómoda que intenta ser una sonrisa pero no llega a serlo al mismo tiempo que saludo con la mano a todos los presentes.

-Isabelle, al fin llegaste.- habla mi madre, sacándome de mi estupor.- Te estábamos esperando. Por favor, toma asiento.- dice señalándome el espacio vacío en un sofá personal en medio de los sillones en los cuáles todos se encuentran sentados.

Camino hacia el lugar que ella me indica y me siento lentamente en el sofá sin decir ni una sola palabra. Realmente no entiendo nada de lo que está pasando en este momento. Observo los rostros de cada uno tratando de descifrar o interpretar sus expresiones pero todos se mantienen con expresiones neutras. También noto que Benjamín sostiene la mano de Camila y evita observar a mi madre. Al ver que nadie dice nada, decido que lo mejor va a ser preguntar, porque la ignorancia de lo que está ocurriendo me está volviendo loca.

-Alguien me puede explicar qué es lo que está pasando por favor?- hablo con un tono más fuerte del que planeaba utilizar.

-Bueno- comienza mi madre, haciendo una pausa para aclarar su garganta y luego continuar hablando.- Llamé a Benjamín para decirle que viniera a casa junto a... Camila?- le pregunta a la chica de cabello castaño y ella asiente, confirmando que ese es su nombre.- Eso, Camila. Los llamé porque necesitaba que estuvieran presentes al igual que tú hija, ya que en verdad quiero decirles algo muy importante.

-Qué cosa? -interrumpo prácticamente, pero es que la curiosidad y la intriga me hacen hablar sin que tenga tiempo de pensar antes de hacerlo.

-Ahora mismo voy a decírselos Isabelle, ten paciencia.- me dice con un tono sereno y eso sólo hace que me impaciente aún más.- La razón por la que quería hablarles es porque... porque quería pedirles una disculpa.- cuando la escuchamos decir eso, mi hermano y yo nos miramos inmediatamente y sé que ambos tenemos una expresión de sorpresa en el rostro. De todas las cosas que podría decir, no me imaginaba que iba a disculparse.- Primeramente déjame comenzar contigo Isabelle.- se gira en el sofá para mirarme de frente y me mira fijamente a los ojos.- Perdóname por haberte tratado cómo te traté y especialmente por haberte golpeado. Jamás debí haberlo hecho, pero tienes que entender que fue una reacción del momento y no pensé antes de actuar. Estuvo mal y no tiene justificativo. Lo único que tú estabas haciendo era defender a tu hermano y yo descargué mi rabia y frustración contigo, lo siento mucho hija. Siempre hemos sido muy unidas y extraño nuestras conversaciones diarias, puedes perdonarme?

Beautiful ChaosWhere stories live. Discover now