Capítulo 24

897 43 9
                                    

A la mañana siguiente me levanté bastante temprano para ser un sábado. Abro mis ojos y miro a mi alrededor, observando con detenimiento la habitación de mi hermano. Ayer nos habíamos quedado hasta muy tarde viendo películas, y Benjamín insistía en que era muy peligroso para mi volver sola en la noche a casa, por lo que terminé aceptando su invitación a quedarme a dormir.

Como el lugar es pequeño y no tiene más que una habitación, que es la suya, Benjamín me la cedió y el fue a dormirse al sofá. Yo insistí en que no era necesario pero me dijo que no podía permitir que duerma incómoda, así que sin discusión alguna terminé durmiendo en su cama. 

Me levanto de esta y luego de tomar mi celular y ponerme los zapatos salgo de la habitación y camino hacia la sala. Al llegar a ésta, veo a mi hermano completamente dormido, desparramado a lo largo de todo el sofá. Por un momento pienso despertarlo, pero lo veo tan cómodo y tan tranquilo que decido mejor no hacerlo.  

Voy hacia la pequeña mesa que tiene a un lado del sofá en la cual se encuentran unos cuantos cuadernos y útiles de la universidad. Arranco una hoja de uno de los cuadernos y luego de buscar dentro de su estuche un lapicero, le escribo una nota diciéndole que ya me fui a la casa, que no se preocupe por mi y agradeciéndole por lo de anoche.

Dejo la nota encima del mesón de la cocina y luego voy hacia la puerta del departamento. Salgo de éste y cierro la puerta detrás mío con cuidado para no despertarlo. Mientras camino por el pasillo para ir a las gradas y comenzar a bajar, tomo mi teléfono para llamar a un taxi, pero está sin batería ya que no lo cargué anoche. Vuelvo a guardarlo en mi bolsillo y comienzo a descender las gradas hasta llegar a la planta baja del edificio. Mamá seguramente debe estar preocupada por no haberle dicho dónde iba a pasar la noche, ya que en realidad o estaba en mis planes quedarme a dormir, pero ya lidiaré con ella al llegar a casa.

Cuando finalmente llego a éste, salgo sin perder tiempo del lugar  y camino unas cuantas calles hasta llegar a una avenida transcurrida y poder tomar un taxi. Minutos después, finalmente logro detener a uno. Me subo y luego de darle la dirección al chófer, éste arranca y conduce hacia mi casa.

Anoche había evitado pensar en Justin y su entrevista mientras me distraía con las películas que mi hermano y yo habíamos elegido ver, pero ahora que me encontraba sola con mis pensamientos en un taxi no podía evitar hacerlo.

Luego de darle vueltas y vueltas al asunto, pienso que el que se haya ido y hayamos terminado fue lo mejor que me puede haber pasado. Si, lo quería, y sí, estaba comenzando a caer perdidamente enamorada de él, pero me di cuenta a tiempo la calidad de chico que era y me evité un mayor sufrimiento al que tuve que pasar. Chicos como él, mujeriegos y creídos, no se merecen lágrimas de ninguna mujer.


No tardo mucho en llegar a pesar de que el trayecto era un poco largo. Luego de que el taxi se detiene en la puerta de mi casa, le pago la carrera y después de agradecerle me bajo cerrando la puerta detrás mío. Éste arranca y se aleja por la calle mientras yo camino en dirección a la puerta de mi casa.

Saco las llaves de uno de mis bolsillos y abro la puerta. No le dije a Stephanie que me cubriera, por lo que es obvio que mi madre se dió cuenta de que no dormí en casa anoche. Pero no pienso darle ninguna explicación más de la necesaria. Fui a visitar a mi hermano y me quedé a dormir con él. Es la verdad y es suficiente. Además, no pienso hablarle hasta que Benjamín vuelva.

Estoy cerrando la puerta de la casa y cuando me doy la vuelta, mi madre se encuentra parada detrás mío. Trae una bata encima de su pijama y debajo de sus ojos hay unas enormes ojeras. Acaso no había dormido toda la noche? Abro la boca para decir algo pero antes de que una sola palabra lograra salir de mi boca, mi madre avanza hacia mí y me atrae en un fuerte abrazo.

Beautiful ChaosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora