1. Boarding School of Birmingham

1.5K 64 3
                                    

Subí las interminables escaleras de ese horrible internado en busca mi habitación, luego de entregar los papeles necesarios para mis últimos dos años de instituto. Después de haber huido casi un año de la única familia que, desgraciadamente, me quedaba han podido encontrarme y me han encerrado en éste lugar. Es vivir en el instituto básicamente, la pesadilla de cualquiera. Subí la última escalera del lugar y por fin encontré mi habitación, la 345. Toqué la puerta de ésta y a los minutos salió un chico con el cabello revuelto y sin camiseta, con cara de "quién diablos eres y por qué me despiertas".

―¿Qué quieres? ―preguntó de mala gana y frotándose los ojos.

―Encontrar mi habitación de una maldita vez. ―bufé― y, al menos que haya otra habitación 345, es ésta.

―Debes haberte equivocado, éste piso y los dos de abajo son de hombres, lo siento. ―intentó cerrar la puerta pero puse mi pie antes de que lo haga.

―Aquí dice 345.

―¿Eres sorda o qué? éste y los dos pisos de abajo son de hombres. ―dijo resaltando la palabra "hombres"

―Aquí lo dice.

―Dame eso. ―me quitó el papel de mis manos y lo leyó detenidamente.―Espera aquí. ―cerró la puerta en mi cara para minutos después salir con una sudadera y zapatos.

― ¡Hey! ¿dónde crees que vas?

―A la oficina del director, ven.

[...]

―¿Qué quiere, Simpson? ―dijo al abrir la puerta, la asistente del rector.

―Hablar con Miller.

―El Señor Miller para ti. ―interrumpió éste.

―Que va, ya nos conocemos.

―Sigo siendo su autoridad, Simpson.

―Claro, ¿podemos hablar con usted?

―¿Podemos?

―Si, ella y yo. ―dijo señalándome.

―Jones, ¿usted por aquí otra vez? Pasen por favor. ―dijo el rector adentrándose en la oficina y sentándose en su enorme silla de escritorio.―Bien, ¿qué sucede?

―La han enviado a mi habitación. ―dijo Bradley cuando abrí la boca para hablar.

―¿Y qué problema hay con eso?

―Que el es un hombre y yo una mujer, las reglas dicen que no podemos convivir en la misma habitación. ―hablé yo ésta vez.

―Las reglas dicen que no pueden convivir a menos que sea estrictamente necesario. Su tía es de confianza y me ha pedido que la inscriba, al no haber habitaciones de mujeres disponibles me he visto obligado a mandarla allí. He aquí su explicación, ya pueden retirarse.

―Pero...

―Fin de la conversación, retírense.

Me levanté de la silla en la cual me encontraba sentada y salí de esa oficina. Tomé mis maletas que se encontraban a cuidado de la asistente del director y caminé nuevamente hacia la habitación. Volví a subir las interminables escaleras hasta el último piso y entré en la habitación que ahora compartiría con el tal Simpson.

―Tu cama es la de la derecha, Jones. ―informó de mala gana entrando en la habitación.

―No me digas Jones.

―No sé tu nombre y tampoco quiero saberlo.

―Idiota. ―murmuré para luego entrar al baño de la habitación, el cual se encontraba en condiciones asquerosas.―Tendré que limpiar esta pocilga.

No se olviden de dar like y comentar

All the love, Sabrina

Young love || Bradley Simpson.Where stories live. Discover now