Young love || Bradley Simpson.

35. Pánico

24 de diciembre.

Cena de Navidad.

Bradley.

Padres de Bradley.

Estoy entrando en pánico.

-Ya relájate, Sky. Son solo mis padres, no te comeran. Para eso estoy yo. -dice para luego soltar una risita mientras yo lo asesino con la mirada- Ya, ya.
- ¿Y si no les agrado?
-Te amarán. -contesta y coloca su mano en mi muslo-Relájate. -asiento levemente y suspiro- ¿Cómo haces para estar mas bonita cada día que pasa? Te ves preciosa.

Oh Dios.

- ¿Cómo haces para ser tan dulce? -pregunto robandole un beso cuando me mira.
-Mucha azucar. -responde.
-Tonto. -rio.
-Aquí es.- murmura apretando mi rodilla levemente. Estaciona el coche frente a la enorme y blanca mansión-Escuchame. -toma mi rostro entre sus manos para que lo mire-Tu eres todo lo que yo quiero para mi vida, mientras te tenga a ti no necesito más. Ellos te van amar porque es imposible no hacerlo. Así que ahora mueve tu trasero fuera de este coche y entremos a mi casa.-sonrio y corto la distancia que nos separa, juntamos nuestros labios en un beso que se prolonga un poco mas de lo normal, ya que la hermana de Brad grita desde la puerta que dejemos de besuquearnos y entremos. Reimos y salimos del coche y subimos las escaleras que nos llevan a la entrada a la casa. La pelirroja abraza a su hermano durante algunos segundos mientras le dice algo al oído que, obviamente, no escucho.
-Nat, ella es Skylynn, mi novia. Sky, ella es Natalie, mi hermana mayor. -nos presenta y Nat me da un pequeño abrazo que acepto gustosa.
-Mucho gusto en conocer a la persona que logro que mi hermano se enamore. -dice con una sonrisa-Eres muy bonita para ser novia de este bicho.
- ¡Hey! -se queja Brad Y ambas reímos.
-Un gusto conocerte también, Natalie.
-Oh por favor, llámame Nat. Ya entremos o mamá se comera los dedos, porque uñas ya no tiene. -sonríe y entramos a la casa y vamos hacia lo que supongo es el salón.
Brad toma mi mano y entrelaza nuestros dedos. Apreta un poco mi mano y me sonríe.
-Tranquila. -susurra en mi oído y besa mi mejilla. Asiento y entramos al salón, encontrándonos con unas cuantas personas esperándonos.
-Oh Bradley. -dice algo emocionada una mujer abrazando a Brad. Suelto su mano.-Te he echado mucho de menos, hijo. -dice la mujer sin soltar a Brad.
-Supongo que tu eres la famosa Skylynn. -me habla un hombre no muy alto y con cabello algo cubierto por las canas-Soy Derek, el padre de Bradley. -sonríe.
-Oh, no sabía que era famosa. -sonrio-Un gusto conocerlo. -me da un beso en cada mejilla y se acerca a Brad para abrazarlo mientras que la madre de Brad se acerca a mi.
-Eres preciosa, querida. -dice la mujer tomando mis manos entre las suyas-Estaba ansiosa por conocer a la muchacha que enamoró a mi hijo. -sonríe-Soy Anne-Marie, pero puedes llamarme suegra o... Sólo Anne.
-Muchas gracias, Anne. Tiene un hijo maravilloso. -sonrio y ella me da un corto abrazo que correspondo.
Varias personas mas se acercaron a nosotros y nos saludaron. Según Brad eran amigos de su padre y madre y algunos familiares.
-Le hubieras encantado a mi abuela. -me dijo Natalie sacándome de mis pensamientos. Nos encontrábamos paradas mirando a Brad jugar con Lily, la única prima que tenía. No supe que responder así que sólo le sonreí. Brad dejó a la niña en el enorme sofá y se acercó a mi, pasando sus manos por mi cintura y yo las mias por su cuello, evitando que el vino que sostenía en mi mano caiga.
-Te han quitado de mis brazos todo el día. -murmura Brad.
-Yo iré a ver si mamá necesita ayuda. -dijo Nat y se fue, sonriendole cómplice a mi novio.
No, ninguno le pidió al otro ser "novios" pero no hacía falta hacerlo.
-Este vestido es perfecto, tanto como tú. -susurra acariciando mi cintura y rozando sus labios con los mios al hablar.
- ¡Eh, ustedes! ¡Consíganse un hotel! -grita el tío de Brad, que no nos ha dejado estar juntos en todo el día sólo para molestar a Brad. En broma por supuesto.
Brad se separa un poco de mi y ambos lo miramos, pero Brad sube su mano desde mi cintura hasta mi mejilla y me atrae hacia él, juntando nuestros labios en un suave beso.
- ¡Anne! ¡tu hijo está en celo! -grita y yo me separo avergonzada de Brad.
-Oh vamos, Ben. Dejalos tranquilos. -ríe Derek.

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All the love, Sabrina