Young love || Bradley Simpson.

17. Dormir

―Oye... ¿Estás mejor? ―murmuró acariciando mi cuello suavemente al verme despertar.

―Si, fue el momento solamente. Gracias, Brad. ―lo miré y le sonreí de costado.

―No es nada, preciosa. ―musitó y besó mi frente. Miró a mis labios y volvió a mis ojos; repetí su acción. Con la poca distancia que nos separaba era casi imposible no hacerlo. Entreabrí mis labios al sentir su respiración tan cerca y un momento después sus labios estaban sobre los míos, entrelazándose entre sí. Era lento y suave. La paz de ese momento era justo lo que necesitaba.―¿Quieres venir conmigo en las vacaciones? Tengo una cabaña en un bosque, es preciosa. ―murmuró recuperando el aliento.

―¿Y cómo pretendes que mi tía me deje irme de aquí contigo?

―Eso se soluciona rápido, tú solo debes aceptar. Tienes una semana para pensarlo. ―se levantó y quitó su camiseta; no pude evitar mirarlo.―¿Ves algo que te guste, cariño? ―preguntó burlón.

―Para nada. ―guiñé un ojo y me quité mi camiseta de tirantes , quedando sólo en lencería. Vi como tragó saliva y solté una carcajada. Tomé el uniforme y me metí al baño, aun riendo.

[...]

―Los que no han terminado, lo siento pero deben entregar los exámenes. ―dijo Luke seriamente. Últimamente sólo explicaba y respondía una que otra pregunta, era el primero en irse del salón y ni siquiera me miraba. Me sentía culpable porque fui cruel con él pero sólo dije la verdad. Me levanté para entregar mi examen.

―¿Quieres que se lo entregue yo? ―susurró Brad levantándose con su examen en la mano.

―No, está bien. ―sonreí sin mostrar los dientes. Caminé desganada junto a Brad y dejé el papel sobre el escritorio. Me quedé unos segundos de más esperando una mirada, algo, pero nunca llegó; suspiré y caminé fuera del salón. Sentí la mano de Brad posarse en mi cintura y abrazarme. Tomó mi mochila y la colgó en su hombro.

―¿Estás bien, Skylynn?

―Si, sólo... Es raro. ―pasé mis manos alrededor de su cuerpo mientras él depositaba un beso en mi frente.―Lo siento, Brad, yo...

―Lo entiendo. ―interrumpió. Asentí y tuvimos que separarnos para subir las escaleras.―¿Qué planeas hacer hoy?

―Dormir. ―respondí sin ganas, me sentía cansada y sin ganas de nada.

―Suena bien, ¿Puedo acompañarte? ―preguntó.

―Tonto.

―Tortuga.

―Tengo sueño, déjame en paz. ―paró en seco y pasó su brazo por mi cintura.―¿Qué haces? ¡no! ¡bájame!

―¡No chilles, me dejarás sordo! Quédate quieta que nos caeremos por las escaleras. ―rió mientras afirmaba sus brazos debajo de mis rodillas. Pasé mis brazos por su cuello y lo miré. Es tan hermoso. Sonreí. Me miró y frunció el ceño.―¿Qué tengo?

―Nada, mira para adelante que nos caeremos. ―rodó los ojos y abrió la puerta de nuestra habitación, para luego cerrarla detrás de él. Me dejó en mi cama e intentó alejarse pero lo tomé por su camisa y lo besé rápidamente.―Gracias. ―sonrió y caminó hacia el armario; me lanzó una camiseta suya en la cara.―¡Hey!

―Póntela. ―rió y se quitó la camisa del uniforme, seguido del pantalón y zapatos. Se puso unos pantalones del pijama y volvió a mi cama.―Tengo sueño, Skylynn. ―murmuró muy cerca de mi rostro. Bajó sus manos, desabotonando mi camisa lentamente, para luego quitármela de la misma forma. Yo sólo miraba como hacía todo tipo de muecas mientras lo hacía. Acarició mi estómago suavemente mientras bajaba al elástico de mi falda y la bajaba; la quitó, seguida de mis zapatos y me colocó su camiseta. Una vez terminado su trabajo, me miró y me besó.―Vamos a dormir. ―susurró y nos acomodamos en mi cama abrazados.

Vaya que esto es extraño, pero de la forma buena.

Muchas gracias por apoyarme, las amo

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All the love, Sabrina