Epílogo

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VERA

CUATRO AÑOS DESPUÉS

Camino de la mano con mi pequeña hasta el lugar. El viento movía su cabello negro al compás de sus pasos y sonreí, Leah era belleza exótica sin duda alguna. A dónde iba su sonrisa iluminaba el lugar, su boca solo expresaba palabras llenas de alegría y no pude sentirme más orgullosa de ella. Mi pequeña me daba fuerzas incluso en los días donde veía que todo se venía abajo.

Honestamente nunca me imaginé volver aquí, no después de haber pensado que le fallé a mis padres. Pero ahora sé que hice todo lo que ellos hubieran querido para mí. Miré la lápida a lo lejos y sonreí nuevamente, ellos estarían más que orgullosos de verme feliz.

Dejé que mi pequeña corriera hasta la lápida de mi madre, lista para entregarle su regalo a su abuela. Ella se arrodilló y dejó el ramo de rosas rojas al frente. Se levantó y me miró con ese precioso brillo en su mirada.

—Mami, ¿aquí está mi abuelita? —la pregunta de Leah me hizo querer flaquear, pero me mantuve firme.

—Sí, aquí esta —murmuré.

—Hola abuelita...

Antes de que pudiera seguir escuchando, mis ojos se cerraron al sentir la brisa del viento acariciar mi rostro. Me dejé llevar por la preciosa voz de mi hija y sonreí, pensando en cada cosa que pasó durante estos años.

Cuando me enamoré por primera vez, de verdad creí que sería perfecto, creí que Christian y yo venceríamos cualquier obstáculo, pero el primer amor no siempre es así, puede ser una caja de sorpresas. El amor suele ser muchas cosas, y es lo que lo hace lo más hermoso y lo más doloroso de esta tierra, el que pueda hacernos sentir de diversas maneras sin saber realmente como terminaremos. Porque de eso se trata el amor, de no saber a ciencia cierta qué va a ocurrir, quizá sea bueno, o quizá malo. En mi caso, el amor me enseñó que a veces, duele mucho más aferrarse a algo que soltarlo, y eso es algo que aprendí con Christian a la mala. Sin embargo, no fue del todo tarde para mí. Él y yo finalmente quedamos en paz y supe que no fue tarde para mí y tampoco lo será para el futuro de muchas mujeres como el futuro de mi pequeña hija. La miré de nuevo y tuve la certeza de que ella encontraría el amor.

LEAH

QUINCE AÑOS DESPUÉS

Corrí a mi habitación y me encerré en esta mientras deslicé todo mi peso hacia abajo. ¿Cómo pude ser tan tonta y le permití jugar conmigo? Sollocé, tratando de desahogar todo mi dolor, pero no lo encontraba reconfortante para nada.

De repente, recordé a mi madre y sin pensarlo dos veces, corrí hacia el cajón de mi escritorio, buscando aquel regalo que me dejó.

—¿Para qué es esto? —pregunté confundida.

—Para el día en que creas que rompieron tu corazón mi ángel —sonrió y besó mi frente.

—¡A mí nunca me romperán el corazón, soy fuerte! dije entusiasmada—. Gracias a ti he aprendido a ser la mujer más fuerte del mundo.

—Entonces solo consérvala, mi amor —mi madre se levantó de la cama y besó mi frente una vez más—. Descansa.

Te amo, mamá.

Deshice mis cajones en busca de la carta, hasta que finalmente di con ella. La sostuve con manos temblorosas y la abrí, esperando encontrar un pedacito de mi mamá en ella.

"Mi querida Leah...

A estas alturas, estás cumpliendo un año más de vida, y es cuando comienzo a comprender que estás creciendo, y que ya no podré protegerte de todo... como de un corazón roto.

Cariño, quiero decirte que, si pudiera salvarte de un sufrimiento tan grande como ese, lo haría, pero como sé que no me es posible, lo único que se me ocurre es aconsejarte para cuando estés pasando por esa etapa tan difícil de tu vida. Primero, quiero que sepas y entiendas, que el amor es algo que jamás lograremos comprender a la perfección porque cuando crees llegar a hacerlo, este te da un giro de 180 grados, así que, no pierdas el tiempo tratando de entender que es el amor porque no es de entender, es de sentir mi princesa.

Segundo, no creas que porque te has enamorado eres débil, al contrario, te hace una mujer más fuerte y valiente, te hace florecer de una forma en que nadie más que no sienta amor podría. El enamorarse no es para sentir miedo Leah, sino para ser más fuerte cada día, con o sin esa persona, el amor es lo que nos mantiene vivos. Todo se resume a eso, el amor es lo que mueve el mundo.

Tercero y más importante... NADIE será capaz de romper tu corazón, a menos que tú lo quieras así. Aunque creas que no es posible, lo es cariño, nadie podría quebrar tu alma sin que tú se lo permitas, así que adelante mi niña, que ese chico no es el fin del mundo, pero para él sí lo será porque conseguir una chica como tú es difícil. Adelante, Leah, yo creo en tu capacidad de no ser rota, no por un amor que no vale la pena. Recuerda mi cielo, a veces duele más aferrarse a algo que te daña a soltarlo.

Espero leas esto y sepas que estoy contigo aún si ya no estoy en este mundo.

Con amor, mamá."

Limpié mis lágrimas con cuidado y levanté mi vista, sintiéndome mejor. Mi madre tenía razón en una cosa muy importante, nadie podía quebrarme sin que yo se lo permitiera.

Esa es la promesa que me había dejado mi madre.

Una promesa irrompible.


Rompiendo PromesasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora