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Recomiendo escuchar la canción, es preciosa ♥ 



PARTE CUATRO


- Ven – extendió su mano. Lo miré sorprendida. – Ahora, Ainhoa – continuó empleando su tono de siempre.

Me puse de pie y con los tacones en mano comencé a bajar las escaleras hasta que mi mano pudo alcanzar la suya. Cuando mis dedos rozaron los suyos sentí ese frío, que pude ver en sus ojos ,recorrer todo mi cuerpo. Mis pelos se pusieron de punta tal como mis nervios. De inmediato retiré mi mano y a él pareció no sorprenderle pues ni se inmutó.

Caminé a su lado hasta el salón donde sus abuelos seguían sentados. La cara de su abuelo me dio miedo, haciendo que me escondiera detrás suyo y él se dio cuenta pues agarró mi brazo e hizo que me pusiera delante suyo.

- Pide perdón – le oí decir y como no podía mirare no supe si me lo decía a mí o a su abuelo. Mordí mi labio nerviosa.

- Lo siento – susurré clavando mis ojos en la mujer.

- ¡Tú no, idiota! – gritó él desde detrás. Sobresalté al oír semejante grito y su abuelo arqueó las cejas mostrando una cara interrogante.

- ¿Yo? – dijo con tono burlón señalándose a sí mismo tras dejar los cubiertos sobre la mesa. Su abuela paró de comer también.

- Esta chica se llama Ainhoa Nacarelli y te guste o no se quedará conmigo hasta cuando yo lo decida, ¿Entiendes? – replicó él con tono amenazante. Me quedé quita, muda y casi sin respiración, ¿Cómo que me quedaré hasta cuando él lo decida?

- Entiendo que estás siendo un idiota, Nathaniel. – comentó el abuelo poniéndose de pie de nuevo – En cuanto a la chiquilla, siento que tenga que vivir contigo, es una pena – continuó. Agarró a su mujer de la mano ya que está también se había puesto de pie y avanzó hacía la salida.

- Estás comportándote como un niño, no me esperaba esto de ti – comentó él . Me volteé a velo y pude observar que simplemente clavó su mirada en sus abuelos abandonando su casa.

- Puedo decir lo mismo – musitó su abuelo – Te enviaré los datos del caso y más te vale aplastar a ese idiota en el tribunal si no quieres que tu vida sea un infierno, Nathaniel.

- Adiós. – replicó

- Hasta luego, Natty. – sonrió su abuela girando la cabeza – Cuídale, Ainhoa – gritó antes de oír el portazo que el abuelo pegó. Me puse colorada al escuchar aquello y. ¿Qué yo le cuidara? Si ya es mayorcito para hacer eso él solo. A pesar de eso una sonrisa se asomó en mi cara al escuchar como de cariñosa era ella con él, pero esta se esfumó cuando el volvió a hablar.

- Sube a tu cuarto, mañana tienes que ir al colegio y ya es muy tarde. – empleó ese tono frío y severo que hizo que de nuevo me recorriera un escalofrío. Sin decir ni una palabra me dirigí hacía las escaleras y comencé a subirlas pero volví a detenerme aunque esta vez al llegar arriba del todo.

- ¡Joder! – pude escucharle gritar y después el sonido de la porcelana rompiéndose inundó la casa que estaba en completo silencio.

Me puse de pie de inmediato y corrí a mi cuarto ya que no querría que me pillara pues se supone que yo no debía haber presenciado eso. Abrí la puerta y la cerré con rapidez. Me deshice del vestido y los tacones, me quité el maquillaje y tras colocar en una silla el uniforme, que al cambiarme había tirado por el suelo, me fui a dormir.

FALL INTO OBSESSION: sixteen of shyness (+18) español.Where stories live. Discover now