FALL INTO OBSESSION: sixteen of shyness (+18) español.

24.

***NARRA NATE***

La semana pasó lentamente, pero al fin es viernes. Me subo al coche, tiro el maletín a la parte de atrás y me coloco el cinturón. Al poco tiempo arranco el coche y en un abrir y cerrar de ojos ya estoy delante del colegio, aparcando. Veo a Ainhoa salir por la puerta principal y a David detrás de ella. Ambos se dirigen charlando tranquilamente hacia aquí. Frunzo el ceño. 

- Buenas tardes - digo en cuanto ella abre la puerta. 

- Hola - responde alegre. - David y yo tenemos que hacer un trabajo para el lunes y le he dicho que se venga a casa, ¿está bien? - cuestiona mirándome aún desde fuera del coche. 

- Sí, subid - ordeno y ella lo hace de inmediato.

David abre la puerta de atrás y se incorpora también. 

- Buenas tardes, señor Racanelli - saluda el chico y asiento. 

- Buenas tardes, David - respondo y arranco el coche. - ¿De qué es el trabajo? - cuestiono a mitad de camino.  

- De historia - responden al unísono. 

Miro a ambos en silencio. La última vez que estos dos iban a hacer un trabajo junto resultó ser por qué el padre de David engañaba a su madre. ¿será esta vez de verdad? 

Aparco el coche en el garaje, Ainhoa es la primera en salir, seguida por David. Ambos avanzan hacía la puerta y ella la abre. David pasa mientras Ainhoa sigue sujetando la puerta para que yo pase también. Salgo del coche tras agarrar mi maletín y avanzo en su dirección. Mis ojos se clavan en los suyos pero ninguno dice nada. 

- Gracias - murmuro pero ella no contesta. Sigue avanzando hasta que los tres nos detenemos en el pasillo central.- Podéis quedaros en el salón - aviso antes de que a ninguno se le ocurriera la idea de subir a la habitación de ella. 

Ellos asienten y avanzan hacía allí. Linda aparece y agarra mi maletín y americana. 

- ¿Le traigo algo, señor Racanelli? - cuestiona la muchacha y asiento de inmediato. 

- Sí, un café y mi maletín a mi despacho, por favor- expongo y ella asiente. 

Avanzo hacia el salón, tirando de mi corbata para aflojarla un poco. David y Ainhoa están sentados en el suelo frente a la mesa auxiliar del salón.  Ya la han llenado de cuadernos, apuntes y libros.  Veo a David sacar un portátil de su mochila y mi mirada se desvía a Ainhoa que parece haber hecho exactamente lo mismo que yo. Nuestros ojos se vuelven a encontrar y ella aparta la mirada de nuevo. Tras lo sucedido el lunes nada más volvió a pasar, no hubo siquiera un beso. Así que supongo que estará frustrada, como yo. 

- ¿Puedo coger el portátil? - cuestiona sin mirarme a los ojos. 

- Voy a utilizar yo el mío, pero puedes coger el que hay arriba en mi habitación. - expongo. 

David se tensa y Ainhoa ignora aquello, se pone de pie y camina en mi dirección. Al pasar su hombro golpea mi brazo, algo que sabía que era intencionado. David sigue absorto en su portátil por lo que no se ha dado cuenta de aquello. 

- Iré por el - avisa la susodicha al chico antes de salir completamente del salón y él asiente. 

Yo doy media vuelta y la sigo, subo las escaleras, avanzo por el pasillo y observo como abre la puerta de mi cuarto y se adentra. Hago lo mismo y cierro la puerta detrás de mi, apoyándome en ella de brazos cruzados. 

- ¿Por qué me sigues? - cuestiona aún de espaldas, abriendo el cajón donde guardo el portátil. 

- Por que necesito saber si de verdad tenéis un trabajo o esta es tu forma de librarte de estar a solas conmigo - expongo sincero. Ella se gira, me fulmina con la mirada y se cruza de brazos como puede, ya que tiene el portátil entre ellos.