27.

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***NARRA NATE***


El sábado por la mañana nada más despertar se me ocurrieron dos cosas: la primera fue que Ainhoa seguiría molesta por la discusión del día anterior y la segunda era prácticamente la solución a aquello, aunque realmente no me apetecía ir al parque de atracciones.

 - Buenos días. - saludo nada más salir de mi cuarto. Esta alza la cabeza y clava sus ojos en mí. Puedo ver que están rojos de llorar y además que debajo de ellos hay un par de ojeras que me indican que ha sido una noche dura. 

-Buenos días. - murmura finalmente y aparta su vista de mi. 

La tercera conclusión de aquella mañana era que Ainhoa es una terca y la cuarta no tardó mucho en llegar: necesitaba esa distracción, creo que los dos lo necesitábamos de alguna forma. 

- ¿Qué te apetece desayunar hoy?- cuestiono y ella se encoge de hombros. Baja el último escalón y comienza a avanzar hacía la cocina. 

- Algo ligero, no tengo mucha hambre. - responde finalmente. 

Simplemente asiento. Saco la leche de la nevera, el zumo de naranja, el pan de molde, la mantequilla y la mermelada y de la despensa agarro la sal y el Nesquick. Dejo todo sobre la encimera y enchufo la tostadora. 

- ¿Cuantas tostadas quieres? -pregunto. Ainhoa me observa sentada en la mesa de la cocina. Se queda pensando un minuto antes de contestar. 

- Solo una, por favor. - murmura y asiento. 

Coloco dos tostadas en el aparato y lo ajusto. Al poco tiempo ya están listas. Agarro dos platos y las coloco encima de ellos. Junto a estos dejo una taza y un vaso para cada uno y también todos los ingredientes de antes. Ainhoa agradece aquello y se dispone a decidir entre mantequilla y sal y mantequilla y mermelada. Está tan concentrada que ni se da cuenta que yo aún no me he movido y no he parado de mirarla. Tiene el ceño fruncido y se muerde el labio, como si aquello fuera la decisión más difícil del mundo en ese momento. Finalmente agarra la mermelada y yo me dispongo a echarle sal a la mía. 

- ¿Quieres leche, zumo o ambas? -  cuestiono. Segunda decisión más difícil de esa mañana, según ella claro. 

- Un poco de ambas, por favor. - murmura y asiento.

Relleno la taza a la mitad con leche y el vaso a la mitad con zumo de naranja. Después relleno mi vaso con zumo de naranja y me pongo de pie con la taza en mano dispuesto a hacerme un café. Ainhoa me observa levantarme pero no dice nada. Parece que aquella mañana ambos nos dedicábamos más a mirar que a hablar.

Me vuelo a sentar tras conseguir mi café. Me acabo la tostada y me tomo mi café de todas las mañanas. Ainhoa ya ha acabado de desayunar y me está esperando. 

- Empezaré a recoger. - avisa y asiento.

 Agarra su plato y el mío, colocándoles uno encima del otro y encima de ellos su taza y vaso. Se pone de pie y avanza hacía el lavaplatos. Los coloca y mientras yo me acabo el café y el zumo. Meto las cosas que quedan en el lavavajillas y ella guarda la comida en la nevera. 

- ¿Qué te apetece hacer hoy? - pregunto mientras salimos de la cocina. Ainhoa avanza hacía el salón y se deja caer sobre el sofá. 

- No lo sé. - replica medio dormida. 

- Pues como no lo sabes iremos a dónde yo quiera, ¿te parece? - respondo y ella simplemente asiente, aunque se la nota algo curiosa. - Ve a vestirte entonces. Nada formal. - aviso y me observa. 

- ¿A dónde vamos? - cuestiona finalmente y niego con la cabeza. 

- Es una sorpresa. - replico y doy media vuelta para subir a mi cuarto.  Antes de que ella me hiciera otra pregunta salgo de aquella habitación, subo las escaleras y me adentro en mi cuarto.

FALL INTO OBSESSION: sixteen of shyness (+18) español.Where stories live. Discover now