FALL INTO OBSESSION: sixteen of shyness (+18) español.

22.

***NARRA NATE***

Me subo al coche y conduzco hasta el colegio de Ainhoa, es viernes al fin y he dado a todos mis empleados el fin de semana libre. Ya han pasado tres meses desde que ella y yo habíamos tenido aquella charla y las cosas fueron a mejor desde entonces. Ya estaba más tranquila. David se vio obligado a aceptar aquello con el fin de permanecer siendo su amigo y sabía que Ainhoa evitaba hablarle de mí, cosa que agradecía. 

Aparco el coche y veo como Ainhoa sale del colegio y se dirige hacía mí después de despedirse de David. 

- Hola - saluda al abrir la puerta e incorporarse en el asiento del copiloto. 

- Buenas tardes - susurro en respuesta y ella sonríe. - ¿Qué quieres hacer hoy? - cuestiono y ella se encoge de hombros, comunicándome que no tiene preferencia alguna. 

- Vamos a casa - murmura tras un rato. Asiento y arranco el coche. El camino es silencioso, pero no incómodo, ya era costumbre aquello. 

Unos momentos más tarde estaba aparcando en el garaje de casa. Bajo del coche y abro la puerta de ella quién me lo agradece  y se dirige a la puerta que da al interior de la casa. Agarra la puerta hasta que yo paso también y sonrío en agradecimiento. Nos adentramos por el pasillo lateral hasta encontrarnos con el pasillo principal y las escaleras. 

- Iré a cambiarme - avisa ella y yo asiento. 

Me deshago de la americana, dejándola colgada cerca de la puerta principal y avanzo hasta el salón. Una vez dentro me dejo caer sobre el sillón que tanto me gusta y enciendo la televisión. Cambio de canal hasta que encuentro una película que parece interesante. Dejo la tele puesta y decido subir a cambiarme también ya que empezaba a molestarme el traje. Subo las escaleras, avanzo por el pasillo hasta mi cuarto y de allí al vestidor donde me deshago de todo lo que llevo puesto menos los boxers y me coloco unos vaqueros oscuros, un polo blanco y unos zapatos más cómodos de color negro. Agarro el traje del suelo y lo dejo en el cesto del baño.  Abandono mi habitación y vuelvo al salón. Ainhoa ya está tirada en el sofá, viendo la película. 

- Hazme sitio - pido y me mira sorprendida, pero lo hace. Me siento a su lado y ella se apoya con la cabeza sobre mi hombro. 

Continuamos viendo la película hasta que acaba. Para entonces Ainhoa se ha apoyado con la cabeza sobre mi regazo y está medio dormida.

- No te duermas- digo y ella simplemente suelta un "hmm" lo que me hace sonreír. - Eres una vaga - murmuro y se levanta instantáneamente 

- Eso no es verdad - se queja cruzándose de brazos. Sonrío. 

- ¿Tienes hambre? - cuestiono observando que ya son las ocho y media. Ella niega con la cabeza. - ¿No? - pregunto acercándome más. 

Su cara y la mía están a escasos centímetros. Ella muerde su labio y se lanza a por mi boca. Correspondo su beso y sonrío. El calor comienza a aumentar. Ella pasa su pierna por encima de mí quedándose de esta forma sentada en mi regazo con una pierna a cada lado de mi cuerpo. Coloco mis manos sobre su cadera y las muevo de arriba abajo, rozando de vez en cuando su ingle con el pulgar. Nos separamos para coger aire y ella muerde labio con fuerza. Se acerca y comienza a besar mi cuello, yo sonrío y deslizo mis manos por debajo de su camiseta. Ella se tensa un poco pero rápidamente se acostumbra y relaja. Paso las yemas de mis dedos a lo largo de su espalda, chocando cada vez que subo y bajo con el sujetador. Ella sube hasta mis labios y vuelve a pegar los suyos. Saco mis manos y las coloco en su trasero, agarrándolo con fuerza para que al ponerme de pie ella no se cayera. Hago lo dicho y comienzo a avanzar hacía las escaleras, subiéndolas una a una despacio. Ainhoa ha dejado de besarme para observar aquello. Una vez arriba avanzo por el pasillo y empujo la puerta de mi cuarto que estaba ya medio abierta. Me dirijo al final de la cama y suavemente la incorporo encima. Subo a horcajadas y vuelvo a besar su boca. Esta corresponde y el calor vuelve a nosotros. Deslizo mis manos por debajo de su camiseta, esta vez por la parte delantera y paso las yemas de mis dedos por encima de su sujetador. Ainhoa se tensa de nuevo.