FALL INTO OBSESSION: sixteen of shyness (+18) español.

20.

***NARRA NATE***

Suena la alarma a las seis y media de la mañana. Me giro para apagar ese molesto ruido y al hacerlo choco con alguien a mi lado. Abro los ojos y veo a Ainhoa frotándose ambos ojos. Entonces recuerdo lo sucedido. Tras aquel beso ambos nos separamos y nos fuimos a dormir, cada uno a su cuarto pero a mitad de noche ella apreció y pidió quedarse conmigo a lo que no me pude negar. Así fue como acabamos en la misma cama. 

- Buenos días - murmuro con voz ronca. Esta asiente, se trata de levantar pero vuelve a caer y niega con la cabeza. - Quédate allí un rato, iré a ducharme - aviso y me pongo de pie. 

Ella asiente. Entro al baño y agarro mi toalla para luego salir de la habitación y adentrarme en la de ella. Hoy mismo llamaría para que arreglaran mi ducha. Me adentro en el baño, coloco la toalla sobre el lavabo y me deshago de la ropa. Quince minutos más tarde ya estaba enrollando mi cuerpo con la toalla. Salgo con la ropa en brazos, entro a mi habitación y después al baño para dejar todo aquello en la cesta de ropa sucia. Ainhoa aún no se ha levantado de la cama, es más, ha agarrado la sábana entera y creo que se ha vuelto a dormir. 

- Ainhoa - murmuro acercándome a la cama, aparto un poco la sábana. - Vamos, llegarás tarde al colegio. - anuncio y se remueve, tratando de despertarse o quizá encontrar una postura más cómoda y dormirse de nuevo. - ¡ Ainhoa! - elevo un poco la voz al ver como se iba a dormir de nuevo. Esta abre los ojos rápidamente. 

- Perdónnn- replica arrastrando la "n". - ¿puedo ir a ducharme ya? -  cuestiona y asiento. Gira sobre la cama hasta llegar al borde y es entonces cuando se levanta. - Vale, iré a ducharme. - murmura más para sí misma que para mí y se pone de pie. 

Me adentro en el vestidor y elijo un traje azul marino, una corbata negra y una camisa blanca con unos zapatos negros.  Agarro la ropa interior y me la coloco, para después continuar con la ropa y zapatos. Me adentro en el baño y peino mi cabello. Una vez todo cumplido salgo y desciendo por las escaleras hasta la cocina. Ainhoa ya está allí, sentada en la mesa con un plato y un vaso delante.

- ¿Vas a marear a la magdalena? - cuestiono al ver que no para de darle vueltas al plato. Esta se sobresalta, no se había dado cuenta de que había entrado. 

Me siento en frente y Linda coloca un plato con una tostada con tomate y aceite delante de mí. 

- ¿Café? - cuestiona - ¿le traigo el periódico? - continúa. 

- Sí, por favor- asiento ante ambas cosas. Al poco tiempo la chica aparece y coloca delante de mí el café y periódico.- Gracias, te puedes retirar - murmuro y desaparece. 

- No tengo hambre - susurra Ainhoa cuando Linda ya se ha marchado. 

- Tienes que desayunar - explico - sino te desmayarás. 

Ella niega con la cabeza. 

- Es que no tengo nada de hambre- se queja y agarra el vaso ahora. 

Lo lleva a la boca y toma un poco del contenido. Se relame los labios cuando termina y deja el vaso en su sitio. Yo la observo, y trago sonoramente. 

- Solo es una magdalena, Ainhoa - musito y es ella quién me observa ahora. 

Muerdo la tostada y mastico en silencio. Extiendo el brazo hasta que la tostada queda delante de ella, más precisamente está casi rozando sus labios. Esta me mira a mí, después a la tostada, de nuevo a mí y finalmente muerde.  Aparto a tostada y la acerco a mi boca para morder de nuevo. Ainhoa está sonrojada. Niego con la cabeza. 

- ¿Quieres la tostada? - cuestiono y niega con la cabeza, ya que, aún no ha terminado de masticar. - ¿De verdad? - pregunto con el fin de estar seguro.