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PARTE SEIS


Su figura apareció de inmediato en el salón y al verme alzó una ceja.

- ¿Por qué estás despierta? – preguntó tan natural como siempre.

- Lo siento – musité agachando la cabeza.

- Ve a dormir anda, tienes unas ojeras enormes. Necesitas descansar. La doctora Elisabeth vendrá más tarde a verte. – dijo y simplemente asentí. – Sé que es difícil pero trata de dormir un poco, ¿vale? – utilizó ahora un tono más suave que hizo que alzara mi cabeza. – Me voy a ir a trabajar. Volveré para cuando Elisabeth llegue.

- Gracias- murmuré antes de que abandonara la habitación.

No me molesté siquiera en subir a mi habitación. Me hice un ovillo en el sofá y traté de reconciliar el sueño...esto no podía quedar así, tenía que superarlo....¿verdad?

Sobre las cinco de la tarde le oí aparecer. La puerta se cerró de un portazo y yo me agarré al respaldo del sofá para levantarme. Saqué mi cabeza de entre las almohadas y le vi aproximarse a mí con pasos rápidos.

Podía oír cada uno de sus pasos cuando la suela del zapato tocaba el frío mármol.

- Ainhoa – le escuché decir – ven – murmuró con tono suave.

Le vi detenerse en la mitad de la sala y le miré extrañada aunque obedecí. Torpemente me puse de pie y caminé descalza sobre el frío mármol hasta llegar a su lado.

Él agarró mi brazo y me pegó a él. Su mano recorrió la mía, haciendo que mis pelos se pusieran de punta. Apretó mi mano para después soltarla. Con su palma derecha hizo que alzara mi cabeza hasta que mis ojos se encontraron con los suyos. Esos ojos grises parecían arder en llamas. Acarició mi mejilla y sonrió de lado.

- ¿Qué...qué ...haces? – balbuceé a lo que él simplemente colocó su dedo índice sobre mis labios.

- Shht – se agachó y murmuró en mi oído. Demonios, un escalofrío recorrió mi cuerpo al sentir su mano izquierda en mis caderas.

- Eh...eh..-alcancé a decir cuando apartó su dedo de mis labios.

- Pensé que podía resistirme pero...no aguanto más. Demonios, eres tan hermosa...

- ¿Eh? – fue lo único que logré sacar de mi boca - ¿Qué...qué dices? – balbuceé y el sonrió mientras apartaba un mechón de pelo de mi rostro.

- Cuando escuché que alguien trató de ponerte las manos encima...demonios – apretó sus manos.

- Esto...esto...no sé que decir – musité atragantándome con las palabras.

- No digas nada – colocó ambas manos en mi cintura y se agachó, aproximándose a mis labios cada vez más. – Eres tan condenadamente prohibida...pero eso me gusta...

- ¡Ainhoa! – oí gritar y me desperté abrumada y sudando. - ¿Qué te pasa? – me preguntó él. Estaba agachado encima del sofá en el cual yo me encontraba en la misma posición que antes, es decir, un ovillo.

- N..nada- balbuceé y sentí como mi cara se ponía colorada.

- ¿Tienes fiebre? – dijo colocando su mano sobre mi frente tan natural como siempre. Me puse de pie de la manera más torpe posible debido a los nervios, consiguiendo apartarme rápidamente.

FALL INTO OBSESSION: sixteen of shyness (+18) español.Where stories live. Discover now