Salvando una Vida

Capítulo 9: Campamento

Me encontraba en la iglesia, hoy habíamos decidido ir en familia, por lo general yo iba a la reunión de jóvenes pero mis padres insistieron en que fuéramos los cuatro. Y aquí estamos todos sentados a punto de escuchar la predica, pues ya se había terminado la alabanza.

En las pantallas comenzaron a pasar unos anuncios sobre  los grupos de oración que se hacían en diferentes partes. Pero luego pasaron uno que me llamó la atención. Era un campamento para jóvenes. Eso si, que ya hayan ido a un encuentro con Dios.

Mire a mi madre.

—Sería maravilloso que pudiera ir—le comenté.

—Pero es lejos y es una semana completa —protestó ella.

—Mamá, paso todo el tiempo en la universidad y en la casa, necesito salir más seguido —dije.

—No lo sé hija, tenemos que hablar con tu padre —respondió ella.

Había un pequeño problema, si no conseguía el permiso y no me inscribía pronto iba a perder esta oportunidad ya que las salidas que se realizaban en la iglesia eran muy apetecidas y los cupos se agotaban rápidamente.

Tenía que convencer a mis padres e inscribirme lo más pronto posible.

Aunque no fue una misión tan imposible y lo logre al terminarse la reunión, mis padres sabían que yo quería ir a recibir las maravillosas conferencias que darían y ademas compartiría con mis amigos.

Una semana después...

El gran día había llegado.

Estaba en uno de los salones de la iglesia, donde nos organizarían y nos darían las respectivas indicaciones, creo que habían casi doscientas personas, comencé a buscar a Ana con la mirada, pero no tuve éxito, así que me senté en una de las tantas sillas.

Hasta que alguien se sentó a mi lado, para mi fortuna era ella.

—Hola —saludé.

—Hola ¿estas contenta?—preguntó.

—Claro que si ¿y tú?—respondí.

—Encantada de que vayamos juntas —dijo con una gran sonrisa.

—Su atención por favor—llamó una de las líderes del campamento.

Todos la miramos atentos.

—Pronto saldremos, los buses ya están afuera todas las personas que llevan una camiseta de color rojo con el logo de la iglesia son los líderes que estarán con nosotros en el campamento—dijo señalando una larga fila de hombres y mujeres.

—Se pueden dirigir a él salón de información y allí les dirán en que bus les corresponde ir.

Luego se colocó al lado de ella un hombre.

—Yo soy Lucía y él es Martín —señaló a quien estaba a su lado — Nosotros seremos los encargados de la organización del campamento, si tienen alguna duda, pueden preguntarnos a nosotros directamente o pueden preguntarle a los líderes. Cuando lleguemos se les explicará el resto —dijo finalizando.

Poco después Ana y yo nos dirigimos al salón de información, afortunadamente nos tocó juntas en el autobús. En todo el camino charlamos y nos reímos, también cruzamos una que otra palabra con otras personas. Al llegar nos explicaron cómo funcionaba todo. Algunas reglas básicas. Dormiríamos por cabañas, en cada cabaña había un líder, obviamente separaron los hombres de las mujeres.

El resto de las actividades si se podían hacer todos juntos.

El lugar era  increíble, en medio del bosque, con tantos árboles y flores hermosas me dieron ganas de vivir aquí. Las cabañas eran muy bonitas, en cada una de ellas caben unas diez personas. Para mi alegría y la de mi amiga también compartimos dormitorio, así que estabamos juntas todo el tiempo.

Había también una gran cabaña que era el auditorio donde nos informaron que era el lugar de reencuentro para cada actividad.

Repasé mi mirada por lo demás una gran cantidad de cabañas esparcidas por todo el gran terreno, una cancha de fútbol, una de voleibol, una gran piscina, un lugar para escalar y el gran y frondoso bosque.

Este sería un campamento inolvidable.