Capítulo 16: Penúltimo día de campamento

68 7 1
                                    


NARRA DANA

La noche del concierto fue increíble, las diversas actividades que hacíamos en el campamento jamás nos aburrían.

Hoy era el penúltimo día de campamento, me entristecía que todo terminara, pues la semana se había ido bastante rápido. Ayer fue una tarde de predicas y conferencias, muy buenas y hoy decidieron que sería una tarde de competencias y juegos deportivos. Yo comencé por una competencia de voleibol con Ana y Camila la cual ganamos, luego escalé un gran muro de piedra.

—Estoy súper cansada —le dije a Brenda al cabo de unas horas.

—Eso veo, considero que ya has hecho bastante, deberías descansar un poco —comentó ella.

—Es cierto, iré a descansar un poco.

Decidí ir a darme una ducha, al salir me puse a leer un poco y luego también dormí un rato.

Dos horas después de leer y de descansar, quise ir un rato a la piscina, con el calor que estaba haciendo sería fantástico refrescarme un poco.

Así que me puse mi traje de baño y Salí.

El agua estaba increíble, me relajé y me dejé  llevar, la piscina estaba prácticamente sola, se veían unas tres o cuatro personas más, pero debido a que la piscina es tan grande tenía mucho espacio para relajarme. Comencé a flotar en el agua, cerré mis ojos y disfrute de la calma, así dure un rato largo, sin que nadie más me molestara. Hasta que decidí abrir mis ojos y nadar un poco.

—Hola —saludó alguien junto a mi.

—Hola —respondí enfocando mi mirada en quien me hablaba. Era Anderson.

—¿Cómo has estado? —preguntó él.

—Bien ¿y tú?

—Un poco agotado por las actividades —respondió él.

—Si yo también, pero vale la pena —dije.

—Así es.

—¡Hey hermanita! — saludó Felipe desde afuera de la piscina.

—Hola.

—¿Qué están haciendo? —inquirió Felipe alternando su mirada entre Anderson y yo.

—Conversábamos —respondí con simpleza.

—Jmm —respondió Felipe haciéndole el gesto de te estoy vigilando  a Anderson y luego se despidió de mí.

—Lo siento, él es demasiado sobre-protector —Me excusé cuando Felipe se fue.

—No te preocupes —respondió él.

—No sabía que tenías un hermano —añadió un poco sorprendido.

—En realidad, Felipe es mi mejor amigo, no somos hermanos de sangre pero nos consideramos así —le expliqué

—Oh.

—Bueno...creo que ya me voy, iré a buscar a mis amigas —dije al cabo de un rato.

—Claro, nos vemos luego —respondió él.

Asentí y Salí de la piscina para ir directo a mi cabaña. Al entrar encontré a algunas de mis compañeras, unas hablando con otras, otras en los baños organizándose o durmiendo.

Me duché nuevamente y me vestí. Decidí ponerme unos jeans y una blusa roja, junto con unos tenis y Salí de allí, pregunté por Ana y Camila, pero ninguna de las dos estaba. Como siempre.

Salvando una VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora