NARRA DANA
Hoy es martes y acababa de salir de la universidad. Me dirigí como siempre a la parada del autobús y espere. Unos cinco minutos después ya había llegado el autobús, me subí y tome asiento, mi móvil sonó de repente, lo saqué y contesté
-¿Hola?-
-¿Hablo con Dana Ocampo?-preguntó una voz masculina
-Sí, con ella-
-Soy Eduardo López de la estación de policía, hemos encontrado información sobre el caso de Anderson Domínguez. Si es posible comuníquese con el señor Anderson e infórmele, ya lo he llamado y no contesta así que le pido el favor de que lo llame. Y los espero lo más pronto posible.-
-Sí señor, me comunicare con él, estaremos allí muy pronto, muchas gracias-dije
-Para servirle, hasta luego-
-Hasta luego-dije y él finalizó la llamada
Ahora se había encendido una luz de esperanza.
No veía la hora de llegar a casa. Pero mientras iba en camino llamé a Anderson, sonó tres, cuatro veces, no contesto. Volví a marcar el número, sonó una, dos y a la tercera vez contesto. Le di rápidamente la buena noticia sobre su familia. el autobús se detuvo al frente de mi casa, me baje y entre a mi hogar. Unos diez minutos después Anderson apareció en la puerta de mi casa.
-¿Lista?-preguntó él
-Sí, vamos-dije mientras salía y cerraba la puerta
-¿Estás bien?-pregunté al verlo un poco pensativo
-Si...solo...estoy preocupado-respondió él mientras caminaba en dirección a una motocicleta ¿será suya?
-No te preocupes, todo va a salir bien-dije para reconfortarlo
-Eso espero-dijo el mientras se subía a la moto y se colocaba el casco
-Sube-hablo el mientras me pasaba el otro casco y encendía la moto
Asentí un poco sorprendida. La verdad quería caminar, pero ¿Qué más da?
Subí a la moto y él arranco. Unos minutos después ya estábamos en la estación de policía.
-Buenas tardes ¿se encuentra el señor Eduardo López?-pregunté al hombre que estaba en la puerta
-Sí, acompáñenme por favor-
Lo seguimos por un largo pasillo hasta que llegamos a una oficina de allí salió otro hombre.
-Soy Eduardo López ¿me buscaban?-
-Sí señor, ella es Dana Ocampo y yo soy Anderson Domínguez, ¿encontró información sobre mi familia?-
-Oh, sí, si pasen-respondió él entrando de nuevo a la oficina
-Siéntense-
-Gracias-dijimos Anderson y yo sentándonos mientras el señor López sacaba una carpeta y la colocaba en la mesa.
-Habían muchos archivos con denuncias de robos de bebes, pero gracias a las especificaciones que nos dieron pudimos encontrar algo, solo una pareja coincide con las descripciones físicas que nos dieron-dijo el señor López a la vez que nos entregaba un archivo. Anderson lo abrió, Allí había unos documentos sobre la denuncia.
-Rodrigo García e Isabel Flores-leyó Anderson
El señor López asintió
-Son ellos-dijo enseñándonos una fotografía. Mi amigo tomo la fotografía y la observo, luego me la paso a mí. Era una pareja con un bebe en Brazos. La mujer tenía el cabello negro y ojos color miel y el hombre tenía el cabello castaño y los ojos azules. Anderson se parecía al hombre de la foto, los mismos ojos, rasgos similares y el cabello negro de la mujer. Es probable que fueran sus padres.
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Salvando una Vida
Spiritual(EN EDICIÓN) ¿Será posible encontrarte con alguien solo por casualidad? No. Nada ocurre por casualidad, todo tiene un propósito específico. Dana se encontrara con Támara en el momento justo y antes de que fuese demasiado tarde. Esta es una historia...