Capítulo 11: Extraño a mi amiga

61 6 0
                                    

NARRA TAMARA

Dana se había ido por una semana. Y yo comenzaba a extrañarla, extrañaba que alguien estuviera pendiente de mí. Nos habíamos acostumbrado a llamarnos diariamente y hablar por horas.

Tener a alguien que se preocupe es algo nuevo para mí. Pues yo solo había recibido órdenes y castigos durante gran parte de mi vida. Pero cuando Dana y yo nos hicimos amigas me di cuenta que aún hay personas buenas en este mundo. Descubrí que la amistad es esencial. Ella me había contado con anterioridad sobre su campamento, me alegré por ella, porque sé que lo disfrutará, y yo tendría que esperar mucho para volver a verla.

Lo bueno es que no estoy del todo sola. Tengo a Clara y a Dylan. Quienes decidieron ayudarme con mi difícil situación.

Mi tía y su esposo no me buscaron, al parecer no le importó que escapara, o tal vez nunca les importe, solo agradecían cuando cocinaba u ordenaba un poco la casa, pero nunca demostraron cariño un simple "Sigue así, mañana queremos comer esto y lo otro" o "Recuerda limpiar eso". Ordenes, solo órdenes y cuando no obedecía había  un castigo. Lo único que me distraía un poco era la escuela, pero ahora no, ya terminé la secundaria y no sé cómo será mi futuro, lo que si se es que ahora puedo respirar con más libertad. Al fin y al cabo pronto cumpliré 18 años, seré mayor de edad y  mi tía aunque quisiera no podría tener control sobre mí.

En cambio me encontraba viviendo con Clara y Dylan mientras ahorraba para pagar un pequeño apartamento. Gracias a mi trabajo podía sostenerme económicamente y así les ayudaba a mis amigos con los gastos de la casa.

Aún era temprano, aproximadamente las 8:00 am cuando mi teléfono móvil comenzó a sonar.

Era Dana.

—¡Hola! —dije emocionada.

—Hola Tam, ¿Cómo estás?

—Bien, muy bien ¿y tú?—respondí.

—Pues súper feliz, el campamento esta increíble —dijo —Y tú que me cuentas ¿Cómo has estado? —añadió.

—Pues en el trabajo me va  muy bien, y  estoy por acá en casa descansando un poco.

—Me alegro, oye la verdad tuve que sacar el tiempo de donde no lo tenía para llamarte, aquí las actividades son bastantes y queda poco tiempo libre, pero necesitaba saber cómo estabas —dijo.

—Sí, no te preocupes por mí, diviértete.

—Bien, pero sabes que no puedo dejar de preocuparme.

—Lo sé, gracias por estar pendiente de mi. 

—Bueno ya me tengo que ir, saluda a Clara y Dylan de mi parte —dijo ella.

—Sí, lo haré —respondí.

—Bueno, hablamos pronto, adiós —dijo ella.

—Adiós —dije y finalicé la llamada.

Salvando una VidaWhere stories live. Discover now