A la mañana siguiente me levante rápidamente, me organice, desayune y me fui a la universidad, menos mal hoy era viernes y tenía pocas clases. En la universidad me distraje bastante. Me concentre en cada clase y evite pensar en lo que había ocurrido ayer.
Al salir de clases no sabía a donde ir, no quería regresar a casa, no tan pronto, además temía encontrarme con Amanda al llegar.
Tal vez solo necesitaba más tiempo para pensar en las cosas. Tome mi celular y comencé a mirar los contactos, buscando a alguien que me pudiera dar un consejo frente a esta situación, y allí entre todos los números de mis amigos estaba el de Dana. Decidí llamarla a ella, con la esperanza de que no estuviera ocupada, ella da buenos consejos.
Marque su número, al tercer timbrazo respondió.
-Hola ¿Cómo estás?-saludó ella-
-Hola, pues no muy bien ¿y tú?-
-Yo bien, pero ¿Qué te paso?-preguntó ella preocupada
-Es una larga historia y creo que necesito ayuda-dije
-Si quieres puedes venir a mi casa y me cuentas-propuso ella
-Está bien-dije-¿tus padres están en casa?-añadí
-Sí, sino no te hubiera invitado-dijo ella con una risita
-Okey, entonces allá nos vemos-dije
-Sí, te espero-respondió ella
Nos despedimos y finalice la llamada, luego fui por mi moto. No tarde mucho en llegar a la casa de Dana.
Parquee la moto, me baje y toquÉ el timbre.
Esta vez me abrió su pequeño hermano.
-Hola amigo-saludé
-Hola ¿vienes a ver a mi hermana?-preguntó
-Sí, así es-respondí
-Bueno, pasa-
-Gracias-
Entre a la casa y vi que Dana ya venía bajando las escaleras.
-Hola-saludo ella
-Hola-
-Ven siéntate, me tienes preocupada-dijo ella guiándome a la sala de estar.
Me senté en el sofá y ella se sentó a mi lado. Y justo cuando iba a empezar a contarle todo la madre de Dana entra en la sala.
-Hola señora Rosa-saludé
-Hola Anderson ¿Cómo has estado?-
-Bien gracias a Dios-respondí
-Me alegro, estaré en la cocina, por si necesitan algo-anuncio y luego se retiro
-Ahora sí, cuéntame-dijo Dana
Comencé a relatar todo lo sucedido con Amanda.
Ella se sorprendió bastante con todo lo que le dije pero me animo y me dio palabras de aliento.
Ella como siempre tan optimista y buscando una solución para todo, su alegría y paciencia destacaban en su forma de ser. Eso es lo que me gusta de ella o tal vez... me empieza a gustar ella.
Recuerdo la primera vez que nos vimos, cuando la encontré tan indefensa y herida en medio del bosque y tuve que cargarla todo el camino de regreso al campamento. Aunque claro a mí no me disgusto la idea de llevarla en mis brazos.
-Ya se lo que tenemos que hacer- anuncio ella sacándome de mis pensamientos.
-Tenemos que comenzar a investigar-añadió
-Sí, hay que hacerlo-dije
-Y no te preocupes, todo saldrá bien-dijo ella
Sonreí, ella siempre me hacia sonreír.
Luego de eso la madre de Dana me invito a cenar, no me negué a eso, la verdad tenía mucha hambre así que agradecí la invitación.
Después de cenar y quedarme unos diez minutos más conversando con Dana me fui a casa.
Al menos me sentía un poco mejor, ya que Dana prometió ayudarme, aunque sé que encontrar a mis padres no será nada fácil.
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Salvando una Vida
Spiritual(EN EDICIÓN) ¿Será posible encontrarte con alguien solo por casualidad? No. Nada ocurre por casualidad, todo tiene un propósito específico. Dana se encontrara con Támara en el momento justo y antes de que fuese demasiado tarde. Esta es una historia...