Epílogo

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NARRA TÁMARA

Era sábado así que tenia mi día libre.

Me encontraba en mi casa, no en el apartamento sino en la casa de mis padres y la que ahora era de Anderson y yo. La casa la habíamos remodelado y quedo como nueva, ya no tenia que pagar por el alquiler del apartamento y eso era una gran ayuda. Esto fue posible gracias a los ahorros que dejaron mis padres. Al mi hermano terminar su carrera y comenzar a trabajar logramos varias cosas, una de ellas es que no nos falta nada y la otra es que ya no tengo que trabajar, debido a las insistencias de mi hermano diciéndome una y otra vez "realiza tus estudios primero" no tuve mas opción que hacerle caso. Ahora estoy en la universidad estudiando gastronomía, soy apasionada por la cocina por lo tanto que es la carrera que más se adapta a mi.

En cuanto a Dylan y a mi vamos conociendo más el uno del otro. Anteriormente habíamos declarado nuestros sentimientos, yo se que él es la parte que me hacia falta, mi otra mitad.

Tengo muy en claro que un noviazgo no es a la ligera, es una decisión importante. Tal vez lleve poco tiempo en la iglesia, pero he aprendido con rapidez, estudiando la biblia y cuento con personas que me instruyen y me explican lo que no entienda.

-¿Qué haces?-preguntó Dylan llegando a mi lado.

-Solo pensaba-

-¿En mí?-dijo y vi como una sonrisa comenzaba a dibujarse en su rostro

-En parte...pero también pensaba en todo lo que Dios ha hecho por mí-

-Debes agradecerle por haber encontrado al mejor novio del mundo-dijo él a lo que yo solté una risita

-Créeme, ya lo he hecho-dije

-Tú también tienes que agradecerle a Dios por haberme encontrado-añadí

-También lo hice...desde hace mucho tiempo oraba por mi futura novia y mira...Dios ha respondido mi oración-

Sonreí

-Ya está listo el almuerzo-anuncio Clara desde la cocina.

-Ya vamos-respondimos Dylan y yo

Dylan se puso en pie y fue directamente a la cocina. Él y clara habían venido a visitarme, pero ellos dos se adueñaron de mi cocina con la excusa de que hoy me atenderían como una reina y que me sentara a esperar. Me sentía mal, se supone que soy yo quien debo atender a mi visita. Pero ellos querían que descansara y me relajara así que eso hice, me senté en el sofá y me deje llevar por mis pensamientos...comencé a preguntarme ¿Cómo fue que recupere mi vida? ¿Cómo fue posible eso? Y la respuesta es sencilla fue Dios. El hizo que recuperara mi vida, nadie más podía hacerlo...el salvo mi vida.

Recuerdo aquel día en el puente, sin esperanza, llena de temor, con miedo a vivir, y me encuentro con una chica que me dice "dios puede ayudarte". Creo que para ella fue difícil convencerme, pero lo logro. Poco a poco comprendí que él había enviado a su hijo único a morir por nosotros, el murió para perdonar mis pecados y yo sentí la necesidad de amarle y servirle en agradecimiento a su sacrificio en esa cruz. Esa fue la decisión más grande y la que me alegro de haber tomado.

Solo me queda agradecer a Dios en primer lugar por haberme rescatado y restaurado y a aquellas personas que estuvieron dispuestas a ayudarme y acompañarme cuando más lo necesitaba fueron como mis ángeles enviados por Dios en una gran misión: Salvar mi vida.

Fin

N/A

La historia llegó a su fin. Recuerden votar y comentar quiero saber si les gusto esta historia.

¡bendiciones!

Salvando una VidaWhere stories live. Discover now