Capítulo 14: No de nuevo

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NARRA TAMARA

Había acabado de salir del trabajo eran eso de las 8:30 pm y me dirigía hacia la casa de mis amigos y la que se había vuelto mi casa provisionalmente, saqué una copia de las llaves de la casa que me habían dado. En todo el camino sentía que alguien me vigilaba, pero cada que me volteaba no había nadie allí.

Abrí la puerta y entré, justo cuando iba a cerrarla alguien me lo impidió.

—Creíste que escaparías —habló un hombre entrando a la casa y cerrando la puerta detrás de él.

Estaba inmóvil. El terror se apoderaba de mi cuerpo.

Era él otra vez, el amigo de mi tía, el que nos persiguió a Dylan y a mí el otro día.

Mis ojos se llenaron de lágrimas, no podía gritar no podía moverme estaba en shock.

Él puso su asquerosa mano en mi boca para evitar que gritara y comenzó a rasgar mi blusa dejándome solo en sostén.

Por favor, no permitas que esto ocurra le rogué a Dios.

Inmediatamente no se dé donde saque fuerzas y le mordí la mano a lo que el soltó un alarido.

—¡DYLANNN! —grité con todas mis fuerzas con la esperanza de que él ya estuviera en la casa.

El tipo de un momento a otro golpeó fuertemente mi rostro haciéndome caer, en ese instante las luces de arriba se encendieron y vi a Dylan correr escaleras abajo y llegar a mi lado.

—Infeliz —dijo Dylan abalanzándose sobre el tipo y golpeándolo sin cesar, pero en un movimiento rápido el hombre se levantó y salió desapareciendo en la oscuridad de la noche. Dylan fue tras el para evitar que se escapara.

Pensé de nuevo en esa noche, la noche en la que casi fui violada. Y pensé No, no de nuevo.

¿Cómo es posible que después de que todo vaya tan bien, suceda esto? ¿Qué he hecho yo? ¿Porque tengo que luchar con este tipo de situaciones?

Miles de preguntas cruzaban por mi mente y no encontraba respuesta a ninguna.

Si me preguntas que es lo que caracteriza mi vida te diría que es el dolor, años y años aguantando el dolor que se clavaba en mí ser y me destruía lentamente.

Por mucho tiempo me acostumbré a vivir con dolor, pero estar siempre triste y deprimida no es divertido. Por eso intente suicidarme varias veces, pero en ninguna lo lograba, siempre era interrumpida.

Recuerdo todo lo que lloré cuando tenía diez años y mis padres murieron, recuerdo cuando mi horrible tía se hizo cargo de mí. Recuerdo mi soledad, el desprecio en el colegio, el rechazo, todos me gritaban cosas horribles, a veces hasta me golpeaban.

¿Por qué? No lo sé.

Tal vez fue solo por existir.

Aún estoy tirada en el suelo. Me sacudo la cabeza ¿Por qué me llegan los recuerdos, porque me tortura una y otra vez?

Me cansé de intentarlo.

Me cansé de soportar este dolor.

Me cansé de vivir.


Salvando una VidaTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang