Capitulo 21: Nos volvemos a encontrar

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NARRA DANA

Habían pasado varios días desde que Támara fue a la iglesia, bajo la promesa de que regresaría. Yo por mi parte le di unas cuantas citas bíblicas de aliento, de seguir adelante.

Hoy estaba nuevamente en la iglesia, pero para recibir clases ya que quería formarme como líder de jóvenes, aunque muchos simplemente estudiaban para aprender más de Jesús otros como yo hacen los estudios para ser líderes.

Las clases eran solo una vez a la semana, los miércoles de 6:30 pm a 8:00 pm.

Y aquí me encontraba yo en uno de los salones de la iglesia esperando para iniciar mis clases.

Me senté e una de las sillas que quedaban en la mitad del salón y mire a las personas que estaban conmigo en el salón, aproximadamente habíamos veinte o veinticinco personas y de todos, nadie conocido.

-Buenas noches ¿Cómo están?-saludó el pastor a lo que muchos respondieron con un "bien" y otros con "un poco agotados" lo segundo era entendible ya que muchas personas salían de sus respectivos trabajos y venían a recibir las clases.

-Bueno... vamos a disponer nuestro corazón en esta noche para que el espíritu santo nos guíe y nos de sabiduría-comenzó el pastor

-Cierra tus ojos, vamos a orar-continuo él

-Señor, hoy vengo con mi corazón dispuesto, vengo a aprender más de ti, a que instruyas y dirijas mi vida, señor dame sabiduría para entender lo que quieres decirme. Gracias padre por haberme traído a este lugar, bendice a mis compañeros y compañeras, perdona todos mis errores cometidos, renuévame y guía mi vida, en el nombre de Jesús amén y amén-dije mi oración mientras el pastor también oraba por todos.

Terminada la oración el pastor comenzó a repartirnos unos documentos.

-¿Puedo sentarme aquí?-preguntó una voz masculina

-Sí, adelante-dije pero no lo mire ya que estaba concentrada en el documento que me habían acabado de entregar.

-Gracias-respondió el tomando asiento a mi lado.

Quite la mirada de mi documento y lo mire. Abrí mis ojos como platos al darme cuenta de quién era

Era Anderson.

-¿Tu?-dije incrédula a lo que él me miro

-¿Dana?-dijo el también abriendo los ojos por la sorpresa

-Al parecer nos volvemos a encontrar-dije

-Sí, así es-respondió con una sonrisa

-¿Así que quieres ser líder?-pregunté

el asintió 

 -¿Y tú?-

-También-dije

Poco después la clase comenzó con un tema muy importante "como cuidar mi relación con Dios"

-A medida que avanzamos en nuestra vida cristiana nos encontramos obstáculos para acercarnos a Dios. El enemigo quiere mantenernos ocupados todo el día, para que no busquemos a Dios. Pero nosotros no podemos permitir que otras cosas ocupen el lugar y tiempo para Dios-dijo el pastor

-ahora quiero que se hagan en parejas, puede ser la persona que tienes al lado y van a pensar en dos o tres consejos que crean que les ayudara en su relación con Dios diariamente-

-¿Nos hacemos juntos?-le pregunté a Anderson

-Sí, claro- dijo el girándose hacia mi

-Bueno ¿tienes alguna idea?-pregunté

-sí, podría ser... podría ser-dijo pensando-distribuir el tiempo y ser organizado, así se saca un tiempo para Dios-propuso él

-Bien, yo pensaba en memorizar un versículo bíblico cada día, así tenemos a Dios constantemente en nuestros pensamientos-dije

-Ese si es un gran consejo, creo que me ganaste-dijo él sonriendo

-No, la tuya también es buena idea-

-También deberíamos agregar que la oración es muy importante y que no podemos olvidarnos de orar varias veces al día, así se mantiene una fuerte relación con Dios-añadió él

-Sí, buena idea-dije apuntando todo lo que habíamos hablado en mi cuaderno.

-Creo que hacemos buen equipo ¿no te parece?-comentó él sonriendo

-Somos un buen equipo-respondí devolviéndole la sonrisa

Luego de esa pequeña actividad la clase continúo hasta las 8:00

Guarde mi cuaderno de notas en el bolso y me lo coloque

-¿ya te vas?-preguntó Anderson

Asentí

-Mmm...y... ¿alguien viene por ti o te vas sola?-volvió a preguntar

-Pues...me voy sola, siempre tomo el autobús-dije

-¿Te llevo?-se ofreció el

-No, tranquilo no quiero molestar, además el autobús me deja en la puerta de mi casa-dije

-¿Segura?-

-Sí, segura-respondí

-Entonces...¿te acompaño al autobús?-ofreció 

-Pues... si quieres-dije

El sonrió y asintió acompañándome a la parada del autobús. ¿Porque él no dejaba de sonreír?

Conversamos e intercambiamos nuestros números para seguir en contacto. Hasta que llego el autobús, me despedí y le agradecí por haberme acompañado.

Al llegar a casa me puse mi pijama, comí algo y me fui a dormir.

Hoy había sido un día interesante, además tuve la oportunidad de encontrarme nuevamente con Anderson. El sin duda es una persona increíble, es alegre, muy respetuoso, es muy agradable estar con él. No podía negar que me sentía muy bien hablando con él y conociéndonos más. Y podía ver su hermosa sonrisa. Si, realmente Anderson tiene una muy linda sonrisa. Y lo mejor es que además de ser lindo físicamente también lo era por dentro, me encanta su forma de ser.

Salvando una VidaWhere stories live. Discover now